Granada, Capitalidad de la fiesta durante una semana: empieza la Feria del Corpus

Arranca la Feria con el Real de Almanjáyar como se recuerda pocas veces de lleno, y con un calor inusual para el encendido de las luces

Corpus de Granada 2025: Programa oficial de actividades en el Ferial y el Centro

Momento del encendido del recinto ferial del Corpus de Granada
Momento del encendido del recinto ferial del Corpus de Granada / Antonio L. Juárez / GPMedia

Granada ostentará la Capitalidad de la Fiesta durante los próximos siete días. Casi al borde de la medianoche, Alba Carrasco, la granadina de corazón montillano que ya puede decir que en la vida le ha tocado un sorteo (el de encender las luces de la Feria), pulsó el botón que da el pistoletazo de salida a una semana de festejos con más aroma a verano que olor a campo de primavera. Es lo que tienen los caprichos del calendario lunar, ese que las estrellas alhambran al pasar, que marca las celebraciones religiosas y hacen que este Corpus tardío tenga pinta de batir récords de ingesta de líquidos, aumentar las masas musculares de los antebrazos con el giro de abanicos, y de protagonizar noches largas y cálidas con amigos, padres, madres, hermanos y hasta sobrinos.

Y también Erasmus, que resultó llamativo el Duolingo de idiomas que se podía escuchar dando un simple garbeo antes del encendido. O en el propio Metro, que por cierto, qué bien de frecuencias va. No pasaba uno que a los tres minutos llegaba otro. En uno de ellos viajaban Aga y una amiga suya. De español, poco, y de inglés, con marcado acento polaco. En Poznan tendrán el suyo. Les quedan apenas dos días en Granada antes de volverse pero no podían irse sin aprovechar su primera feria de Granada, que no andaluza. “Nos invitaron a Sevilla. Aquí parece más tranquila”, dijo. No será este cronista quien compare, pero es cierto que cada vez se ven más chaquetas por Almanjáyar. Anoche, eso sí, a quien les llevara le resbalaba una gotita de sudor desde la sien.

¿El calor? Cosa aparte. El polvo sahariano en suspensión por suerte será el único que se respire este año. Solo por una vez y como excepción: ¡qué bueno es el asfalto! Menos albero y más alivio para los alérgicos, que siempre sufren en esta época en la feria.

Ambiente en Los Maños y sus chatos
Ambiente en Los Maños y sus chatos / José Velasco / GPMedia

Una feria que en la parte de atracciones. Bueno, en granadino mejor: columpios. Una parte que estaba también de bote en bote y que se sorprendió con el encendido de las luces aunque les diera igual la ceremonia. Entre traje y menos traje, el outfit más increíble de la noche. Un chaval, pantalón corto, como si viviera al lado de la feria y hubiera bajado a hacer un recaíco, con los que parecían su hermano y su padre. Y con una bufanda al cuello. Sí, con la que caía. En los flecos, una cara familiar: la de Fernando Alonso. “Le he ganado en unos penaltis”, confirma. Pues nada, que venga la 33. Si es esta temporada, mejor.

Ya cerca de las once de la noche tocaba acercarse a la portada. A la principal, que este año hay que matizarlo porque ahora se ha dignificado “la otra”, la que daba a Joaquina Eguaras al final de la calle La Reja. Ahí estaban la alcaldesa de Granada, Marifrán Carazo, acompañada por la pregonera del Corpus, la cantaora Alicia Morales. También estaba la gran protagonista, Alba Carrasco, la joven cordobesa pero empadronada en el Zaidín de 32 años a la que, si le quedaba alguna dudilla, encender los 1,14 millones de bombilas del Real de Almanjáyar la hará ya granaína pa toa la vía. A su lado también estaba la consejera Rocío Díaz, el presidente de la Diputación provincial, Francis Rodríguez, o el rector de la Universidad de Granada, Pedro Mercado. En mitad de la farándula. Alba preguntó a Marifrán por Carolina Amate, la concejal que la avisó de que iba a encender el ferial. Al fin se conocieron. Mientras, Ana Agudo contaba cuántos concejales faltaban para poder estar todos.

Estaban los bailes regionales, con el Grupo Municipal y la Escuela Reina Sofía zapateando, presentados por el amigo Jero González. A la vez que por Casería del Cerro subían millares de granadinos. Algunos se metían directos hacia las casetas. “¿Pero dónde estáis?” era la frase más recurrente, y lo será los próximos días. Otros se quedaban, ya que estaban, y viendo el revuelo delante de la portada, ver lo que allí se cocía y el castillo de fuegos artificiales.

Entre las novedades del encendido de este año, además de la actuación de la propia pregonera, Alicia Morales, estaba el guiño festivo al proyecto de Capitalidad Cultural Europea 2031, con la instalación de dos vinilos que mostraban el logo elegido por la candidatura de Granada, y que ayer se formalizó como consorcio. De lo que no cabe duda es que si Granada es capital en algo, es en la fiesta, que tiene en el Corpus su más arraigada tradición. ¿Y es que no es de granadino puro el soniquete de “niña, asómate a la reja, que te tengo, que decí”? Pocas cosas tan de la tierra.

Al finalizar el acto, la Banda Municipal de Música de Granada interpretó los himnos de Granada, Andalucía y España, por dar algo de solemnidad al acto, aunque ya de eso, poco, cuando a pocos metros los chatos de Los Maños (ay...) ya han volado por millares.

Marifrán Carazo, junto a Rocío Díaz, Francis Rodríguez, Pedro Mercado y Alba Carrasco, la granadina que encendió la feria (de verde)
Marifrán Carazo, junto a Rocío Díaz, Francis Rodríguez, Pedro Mercado y Alba Carrasco, la granadina que encendió la feria (de verde) / José Velasco / GPMedia

Y así arrancaba la fiesta en el ferial de Almanjáyar. Aunque ya llevaba rato sonando la música, la primera noche apuntaba maneras. Apenas un cuarto de hora después, ante la caseta municipal, compartida un año más con la Diputación, había expectación porque venía Carlos Baute. Eso sí, la media de edad era ya considerada adulta tirando a madura. Para el resto de días, lo de siempre: tradición en la feria de día, sobre todo en el Centro, con el lunes reservado para las quintillas y las carocas, el martes para la tarde de los columpios baratos, y miércoles como primer día gordo con la salida de la pública de las fiestas, la Tarasca y su dragón, y donde la granadinidad se hará patente con las críticas o no al vestido de Iván Martín, precedida por los gigantes y cabezudos.

El miércoles viene con una tarde noche que apunta a antológica con el buen tiempo y la víspera del festivo del jueves, que será cuando se imponga el rito en la solemne procesión del Corpus Christi porque, no se olviden, esta es una festividad religiosa. Y los toros, y el viernes, y el sábado para que, a medianoche, como el hechizo de la Cenicienta, algún operario anónimo, al que no le hacen fotos, ponga su dedo en el botón que encendió Alba, y lo apriete en el sentido contrario, para apagar el Corpus.

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