Ni el calor, ni el encarecimiento de los precios que están experimentando algunos productos y servicios, impiden que los ciudadanos disfruten de los días fuertes del verano a la vera de la playa. El bolsillo de muchas personas se ha resentido en los últimos meses y toca tirar de ingenio para disfrutar de la época estival sin que eso suponga un sobrecoste, por lo que las neveras y bolsas térmicas repletas de bebidas, tortilla de patata o macarrones se han incrementado entre los usuarios de las playas de Granada.

"Venimos a la playa como se hacía antes, con los niños, los bártulos, la radio para ponerla flojita después de comer y echar una buena siesta bajo la sombrilla, y con las neveras repletas de comida", cuenta Maloles, vecina de Granada que, junto a su familia, repite la operación casi cada fin de semana. "En Granada hace mucho calor y siempre que podemos, aprovechamos para bajarnos a Salobreña y disfrutar de la playa, unas veces nos bajamos toda la familia y otras, si mi marido no puedo, nos juntamos con alguna vecina y nos hacemos con media playa".

Una dinámica que practican muchos veraneantes. Tania, Emma, Sergio, Carlos y Vanesa, un grupo de amigos de Monachil, La Zubia y Almería que han decidido pasar el día en Salobreña. "No siempre traemos la nevera, también comemos en los chiringuitos, pero todo depende de la economía y del plan que tengamos ese día, si queremos echar el día completo pues si venimos equipados con las neveras, pero si es solo para estar un rato, comemos en algún chiringuito y luego nos vamos", cuenta Carlos. Salobreña es el punto de encuentro es día, la idea es pasarlo completo en la playa, por lo que las neveras vienen hasta arriba. "Nos hemos traído empanada, tortilla de patatas, canapés, jamón, salchichón, chorizo, ensaladilla rusa, patatas con alioli…. venimos seis, pero es como si viniéramos 30, la comida no falta", explica Tania mientras el resto de amigos no puede dejar de reír por la gran cantidad que han traído.

Mari Carme y Pili junto a sus hijos y amigos

No muy lejos de allí, cuatro sombrillas estratégicamente colocadas para dar sombra tanto a dos grupos diferenciados como a las neveras deja claro que con el calor que hace estos días apetece estar en la playa. Mari Carmen y Pili se han bajado de Granada con sus hijos y los amigos para que puedan echar el día en la playa. "Sabíamos que el agua estaba muy buena y hemos decidido cambiar de aires y venirnos a la Costa", explica Pili, que tras señalar la nevera añade que "normalmente no está la cosa como para bajarte a la playa e irte de chiringuitos, eso no se puede hacer todos los días y menos si bajamos con tanta gente, que nos podemos dejar el jornal entero aquí, así que nos traemos las neveras con la comida y la merienda".

Mari Carmen añade que, pese a que no pueden estar cada vez que bajan de chiringuitos, no les falta de nada. "Traemos bocadillos, embutidos, aperitivos, bebidas, el agua es muy importante, unas palmeras, cafelillos y batidos para merendar para poder estar aquí hasta que nos cansemos".

Verónica, Laurinda, Verónica y Darío, de Granada, bajan cada vez que pueden a la playa del Peñón, aunque no siempre vienen equipados con la nevera. "Todos los días no se puede comer en los chiringuitos, pero de vez en cuando sí que nos los permitimos, además aquí en la playa se come muy bien".

Antonio, Mari, Joaquín y Ester almorzando en la playa

Tortilla de patatas, filetillos, pimientos fritos, tomate picado y cerveza. Antonio, Mari, Joaquín y Ester, familia de María La Canastera y vecinos del barrio del Albaicín, han bajado expresamente para pasar el día en la playa. "Nos pilla muy cerca y hoy hacía mucho calor en Granada, cuando bajamos nos traemos la comida porque en los restaurantes muchas veces hay que esperar a que te den mesa, hay mucha gente y venimos tarde. Pero comer en la sombrilla tiene sus ventajas, comemos en primera línea de playa", explica Mari, mientras señala la mesa que tienen montada y añade que lo que no puede faltar nunca es el agua.

Por su parte, Antonio explica que tienen el día completo. "Primero echamos el día en la playa, comemos en primera línea, y luego por la tarde, de vuelta a Granada nos paramos en Lanjarón para comernos unos buñuelos con chocolate, allí fresquitos terminas de echar el día y ya a casa a dormir".

Inma, Ester, Ramón, Aitor, Inma y Ana de Pulianas en la playa

Inma, Ester, Ramón, Aitor, Inma y Ana de Pulianas cada vez que bajan a la playa montan todos los bártulos en el mismo sitio. "Nos ponemos siempre en esta parte – a las faldas del Peñon"-, matiza Ramón, mientras Inma señala que siempre que bajan a la playa la nevera es una más. "Somos muchos y nos tenemos que traer la comida sí o sí. Las bebidas son imprescindibles pero lo que de verdad no puede faltar es el pan, la tortilla, el embutido y el picoteo".

Vienen desde Alcalá La Real para pasar el día en la playa

Por otra parte, Vanesa, Rocío, Esmeralda, Jorge y Pablo llegan a la playa desde Alcalá La Real "para echar el día, es solo una hora de carretera". Explican que casi siempre traen la nevera con ellos, "nos gusta comer así, siempre traemos la cervecita y la tortilla no puede faltar, y si nos apetece un pescaíto frito nos acercamos al chiringuito para encargarlo y traemos aquí también, esto es gloria bendita", señala Jorge.

Son muchas las personas que también aprovechan la jornada completa de playa con bocadillos y bebidas, algún táper de macarrones o sandía, aunque sin duda la reina de la playa es la tortilla de patatas. Manjares que hacen que los veraneantes puedan disfrutar del mar sin que afecte demasiado a sus bolsillos, aunque también son muchas las personas que intercalan la paya con los chiringuitos. Cualquier excusa es buena para disfrutar de las distintas playas de la Costa Tropical y darse un refrescante baño para mitigar las altas temperaturas.