Un Juzgado de Motril ha condenado a un año y medio de cárcel a tres socios de una empresa de Molvízar  que fueron detenidos por la Guardia Civil a finales de 2021 y a los que le incautaron 3.800 plantas de cannabis que habían sido plantadas previamente en un invernadero de El Ejido (Almería) a cuya propietaria se le ha impuesto la misma pena.

La sentencia del Juzgado de lo Penal 1 de Motril, a la que ha tenido acceso este periódico, condena igualmente a los acusados al pago de una multa de 350.000 para cada uno de ellos que sería sustituida por dos meses de privación de libertad en caso de impago, y el pago de las costas procesales.

Los hechos ocurrieron el 27 de septiembre del 2021 cuando agentes de la Guardia Civil efectuaron un registro voluntario en una nave situada en la carretera GR-5300 del término municipal de Molvízar, cuya titularidad corresponde a los tres socios acusados, y donde resultaron localizadas e intervenidas, además de ventiladores y sistemas de extracción de aire, 3.800 plantas de cannabis en estado de floración, con un peso neto de cerca de 380 kilos, además de algo más de dos kilos de cogollos , así como plantas en estado de secado.

Dichas sustancias habían sido cultivadas previamente en un invernadero situado en la localidad de Tarambana-El Ejido, propiedad de una de las acusadas, quien, previa formalización de contrato de arrendamiento de la finca con uno de los acusados, se venía responsabilizando de las tareas del cultivo de las plantas, concretamente del abono y riego de la cosecha.

El cultivo de las plantas incautadas fue realizado de común acuerdo por todos los acusados con el propósito de destinarlas a su posterior consumo por terceros, mediante donación o venta en el mercado ilícito, donde habría alcanzado un valor de venta al por mayor de 692.233,66 euros.

Lucha contra cultivo ilegal de marihuana

Dicha operación fue realizada por la Guardia Civil en el verano de 2021 dentro de una incardinada a nivel nacional contra el cultivo ilegal de marihuana. La Benemérita realizó diversas inspecciones en el cultivo de cáñamo industrial en la costa de Granada para comprobar que los agricultores no habían manipulado las plantas para conseguir sumidades floridas o cogollos.

Cuando se trata de cáñamo industrial los agricultores solo pueden plantar ejemplares machos que no pueden desarrollar sumidades floridas, en caso contrario necesitan autorización de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, siempre y cuando la cantidad de THC de estas plantas no supere el 0,2%.