Los operarios de la empresa adjudicataria para finalizar el paseo marítimo de Salobreña a su paso por la urbanización Salomar 2000, se encuentran trabajando a destajo, después de que tuvieran que paralizarse los arreglos de este tramo de la senda litoral, para afrontar un lustro de litigios con los propietarios de los inmuebles que se negaron inicialmente al perder parte de las zonas comunes de este complejo residencial.

Una decisión que no ha sentado bien a todos los vecinos, ya que, pese a que los tribunales le diesen la razón a la expropiación realizada por el Ayuntamiento de Salobreña, de parte de una parcela, siguen reclamando con pintadas, en los diferentes muretes de separación entre la urbanización y el propio paseo, los metros cuadrados de la parcela perdida y que consideran como parte de las zonas comunes de esta urbanización, entre las que se encontraban una pista de tenis y una zona ajardinada.

Zona en la que Costas lleva varias semanas trabajando en este tramo de paseo que tiene algo más de 1.000 metros cuadrados con el propósito de tener terminadas las obras de acondicionamiento y mejora antes de que finalice agosto, con la instalación de amplias zonas verdes y nuevo adoquinado.

El conflicto entre los vecinos de Salomar 2000 y el consistorio salobreñero aparece tras los daños ocasionados por un temporal que se llevó parte del paseo marítimo en esta zona en febrero de 2015.

Temporal que ocasionó la petición por parte del ayuntamiento de los arreglos ocasionados y la construcción de un nuevo tramo del paseo marítimo. Un proyecto de remodelación muy ambicioso con el que se pretendía terminar con los problemas de circulación existentes en esta zona de la playa, tanto para los usuarios como para los vehículos.

Tras varias reuniones con la Delegación Provincial de Costas, el ayuntamiento intentó realizar una permuta urbanística, con el cambio de los terrenos afectados, en la que se cambiaba una superficie triangular de algo más de 1.000 metros cuadrados en primera línea de playa, donde estaba la pista de tenis y una zona ajardinada, por dos parcelas de mayor extensión que son colindantes con la parte trasera de la urbanización, por la avenida de Andalucía. Negociación que se realizó pese a que el consistorio tenía la potestad para poder expropiar la parcela sin necesidad de hacerlo.

Algo que los vecinos no aceptaron y que condujo a ambas partes a los tribunales, con el consiguiente parón de las obras que se estaban realizando en el lugar, y de varias manifestaciones por parte de los propietarios.

Tras varios enfrentamientos entre las partes implicadas y una sentencia favorable a los intereses del consistorio, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía la ratificó, lo que implicó que tras varios años con las obras del paseo marítimo paradas se hayan iniciado con el propósito de concluirlas en un plazo breve de tiempo.

Obras que han causado malestar entre los veraneantes de la zona por estar realizándose en el periodo en el que la ocupación de la urbanización es mayor, por lo que consideran que no es la fecha adecuada para que se hagan este tipo de acciones, y apuntan que igual "que hemos estado varios años esperando, se podrían haber iniciado pasado el verano, una vez que hay menos gente en la zona".