Finales de este mes de septiembre o principios de octubre. En resumen, en aproximadamente dos semanas. Esto es lo que falta  para que comiencen las obras de finalización del Centro de Atención Temporal de Extranjeros (CATE) de Motril, tras más de dos años de espera. Según ha podido saber Granada Hoy, este sería el plazo para que arranquen los trabajos después de que el Ministerio del Interior adjudicase la intervención a la empresa Effage Energía, por un importe superior a los 257.000 euros. Se trata de la última fase de construcción que consiste en la realización de las distintas canalizaciones para los suministros de agua, luz, teléfono así como de saneamiento, unas acometidas que inicialmente la Autoridad Portuaria de Motril inició aprovechando la realización de unas obras complementarias que estaba realizando en esa zona.

Por ello, en un principio tan sólo quedaría concluir estas canalizaciones, y realizar las instalaciones e infraestructuras necesarias en el interior de los distintos módulos que se han ubicado en la parcela que fue cedida por la Autoridad Portuaria dentro de la dársena granadina, así como la dotación del mobiliario necesario.

La formalización de está adjudicación por parte de la Subdirección General de Gestión Económica y Patrimonial del Gobierno central ya ha sido publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE), siendo este uno de los últimos requisitos necesarios para poder dar paso a la construcción de estas obras complementarias, pero necesarias para que pueda entrar en servicio una de las infraestructuras más demandas en los últimos años en la atención a inmigrantes que realiza la Policía Nacional. Además, también es  donde se mantienen a estas personas mientras que se realizan los correspondientes expedientes por parte de Extranjería. Este nuevo CATE, que tendría una capacidad para unas 200 personas, comenzó su puesta en marcha en julio del 2019 con la primera fase, consistente en el allanado del suelo, así como el cerramiento de la parcela que tiene unos dos mil metros cuadrados y la colocación de los distintos módulos prefabricados con diferentes espacios en los que se encuentra dividido.

Estas instalaciones tienen unas características similares al que se puso en funcionamiento en el Puerto de Málaga, que además de los módulos de acogida dispone de una zona administrativa para realizar los trámites legales, así como unos espacios diferenciados para los dormitorios de los hombres, mujeres y niños, también con unos aseos separados. El de Motril tendrá una importante mejora con respecto a las instalaciones que se utilizan en la actualidad para la estancia de los agentes que están de servicio en el lugar, y cumplirá todas las condiciones de habitabilidad precisas tanto para las personas que lleguen, como para los funcionarios que presten servicio en él, además de tener un espacio en el interior para la Cruz Roja.

El nuevo centro, del que no se sabe si tendrá un carácter definitivo o si estará en funcionamiento tan sólo mientras se realizan las obras que el Ministerio del Interior tenía previsto hacer para mejorar y ampliar el actual, se encuentra en una zona de acceso restringido y situada en el interior del Puerto de Motril, en la parte final del muelle de Levante, muy cerca del centro de acogida actual y junto a las dependencias de atención de la Cruz Roja, y donde habitualmente desembarcan las guardamares de Salvamento Marítimo, por la gran altura que tienen.

Sin contar los provisionales que se han tenido, como fue el que dispuso la Cruz Roja en la Carretera Nacional 340, este centro será el tercero que se utilice para la acogida de personas llegadas en patera, tras la realización de forma provisional, el verano del 2019, también en el interior del Puerto de Motril de un campamento de tiendas de campaña que fue montado por la Unidad Militar de Emergencias (UME), y posteriormente habilitado con módulos prefabricados.

Este CATE podría haber estado terminado en 2019, ya que inicialmente se aprobó la construcción por parte del Gobierno central en unos terrenos ubicados en el exterior del Puerto junto a CLH, pero tras la polémica ocasionada por los vecinos del Varadero, el Ayuntamiento de Motril denegó la autorización para la construcción al encontrarse en una parcela que era de su propiedad. De igual forma, el Consistorio advirtió de que no iba a permitir la construcción de ningún centro de inmigrantes fuera del recinto portuario.

Este nuevo lugar de acogida que se hacía necesario tras las reclamaciones realizadas desde los sindicatos policiales, así como las demandas planteadas por el Defensor del Pueblo, y diferentes colectivos sociales pidiendo la reforma o cierre del actual centro al no cumplir las medidas de seguridad y salubridad necesarias.

La construcción de un CIE ya levantó polémica en Motril cuando el Gobierno central anunció una inversión superior a los tres millones para la transformación del antiguo acuartelamiento del EVA-9 en un centro de internamiento de inmigrantes (CIE), lo que motivó que tanto asociaciones de vecinos como colectivos sociales se manifestaran en numerosas ocasiones y que el consistorio decidiera la paralización de las obras que se estaban iniciando con el acopio de materiales y que motivó que, durante varios meses, patrullas vecinales estuvieran en la zona vigilando para que se mantuviera la no ejecución.