Crónica

La Costa de Granada vive un ambiente festivo durante el primer sábado de 'apertura'

  • Colas en los chiringuitos y multitud de personas paseando fueron la tónica general durante la jornada en las zonas de playa

Imagen tomada este sábado desde el peñón de Salobreña.

Imagen tomada este sábado desde el peñón de Salobreña. / David Gómez

Colas para entrar en los chiringuitos, multitud de gente paseando por la playa, niños jugando en la arena y, en definitiva, una imagen muy parecida a la de una romería. Así era el ambiente este sábado en la Costa de Granada, durante la que ha sido la primera jornada de apertura de prácticamente todos los municipios de la provincia granadina. Los granadinos no dudaron en celebrar esa libertad que fue "confiscada" de forma forzosa tras la Navidad para frenar la pandemia del coronavirus, con una visita al mar que devolvió la vida a los negocios del litoral.

No hubo municipio costero que no reviviese una de esas jornadas que bien recuerdan a esa antigua normalidad que tanto se anhela y que este sábado hizo que se colgase el cartel de "lleno" en todos los chiringuitos y restaurantes de los paseos marítimos granadinos. Así se vio en Salobreña, donde las colas para lograr una mesa se convirtieron en un clásico, ya fuese para almorzar o para luego tomarse un café con vistas al mar.

"Parece como si estuviéramos de festival", dijo Andrea, una joven que, junto a sus amigas, se encontraba en una terraza de la localidad salobreñera. "Es como si estuviéramos de romería", comentó Verónica, que relataba cómo desde Navidad no se veía un ambiente similar en el municipio.

El sol que reinó durante gran parte de la jornada fue además otro aliciente para que aquellos más rezagados incluso optasen por desplazarse hasta la Costa "aunque sea para la hora del café", según comentó Andrés, un vecino de la capital que llegó, junto a su pareja, sobre las cuatro menos cuarto de la tarde. Y es que ni las nubes, que comenzaron a cubrir el cielo sobre la hora del café -dan lluvias para este domingo en prácticamente toda la provincia-, ni tampoco el famoso cierre de las seis de la tarde, frenaron el ambiente en las zonas de playa, donde la sobremesa se fundió con un paseo antes de volverse al interior.

Porque sí, el coronavirus sigue presente y toda precaución es poca, pero la necesidad de volver a sentirse "libre" y disfrutar de una escapada, por poca que sea, también era necesaria, al igual que también lo era esa "inyección" aunque sea de un día, para los negocios de hostelería. Y más aún cuando la rutina de la "nueva normalidad" empieza a pesar de más, tras casi un año de convivencia con la pandemia.

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