Con la llegada del calor y el buen tiempo de playa, el litoral granadino se prepara para la temporada estival para recibir a foráneos y residentes en busca de un descanso y tiempo de esparcimiento cerca de la orilla del mar. Sol, chiringuitos, protector solar, banderas azules y de calidad de los servicios... pero también es la época de poner sobre la mesa las deficiencias para que las administraciones trabajen para solucionarlas. Es el caso de Ecologistas en Acción que, un año más ha realizado un análisis de los 8.000 kilómetros con los que cuenta el litoral español para señalar aquellas zonas más características de afecciones por contaminación y mala gestión ambiental.

Y que en el caso de la provincia de Granada, en sus algo más de 73 kilómetros de playas, pese a sacar de la lista negra a los acantilados y calas de la zona de protegida de especial conservación de Acantilados y Fondos Marinos Tesorillo-Salobreña y la Playa de Poniente de Motril, que en 2021 resaltaban por su mala gestión ambiental y contaminación, respectivamente, entran en la lista negativa la Playa de La Charca-Salomar (Salobreña) y  Playa de La Rábita - El Pozuelo (Albuñol) por mala gestión y contaminación. 

En el caso de la defensa del litoral que la sociedad civil lleva tiempo demandando, los ecologistas señalan que la construcción de unos espigones no solucionaría el problema, sino que lo cambiaria de lugar. "Esta regresión ha sido causada por las obras realizadas y la modificación de la dinámica del litoral ocasionada por la urbanización y en este caso en concreto por la construcción del embalse de Rules que ha interrumpido el aporte de sedimentos que alimentaba esta playa, antes progresiva y ahora regresiva".

Por todo ello, los ecologistas proponen una renaturalización y restauración de la costa, así como la dinámica del litoral, implementar el Plan de protección del corredor litoral andaluz y respetar la servidumbre de proyección, además de aprender a adaptarnos a las circunstancias cambiantes de la costa.

Por otra parte, ponen el foco en la Playa de La Rábita- El Pozuelo, ya que según señalan el estado actual vuelve a ser preocupante al encontrarse plásticos, envases de agrotóxicos y basuras diversas esparcidas a lo largo de la ribera, así como en los fondos marinos cercanos.

Se trata de una playa que años atrás ya preocupaba a los ecologistas y que incluso tuvo durante varios años las citadas banderas negras, y que, tras realizar el deslinde y limpieza, no se ha ejecutado el proyecto de regeneración que se tenía planteado en un principio.

Los ecologistas matizan que, pese a que la mayoría de las playas comprendidas entre Motril y el límite de Almería se merecen una bandera negra, la de Albuñol es la más significativa por la cantidad de plásticos de todos los tamaños y colores, envases, cables y residuos sólidos de todo tipo. Una situación que, según añaden, se arrastra desde hace más de 20 años y que se va agravando al aumentar la superficie bajo plástico, no reciclarse y "todas las administraciones miran para otro lado".

En el histórico de la provincia de granada aparecen las playas de La Rábita- El Pozuelo (2020) por la contaminación existente tras la demolición de los invernaderos de la zona;  el Peñón de Salobreña (2020), por la urbanización de una de las últimas playas vírgenes de la provincia; las Azucenas de Motril (2019), por vertidos sin depurar a la ribera;  o el Peñón y la Guardia (2019), por mala gestión ambiental e impacto urbanístico, entre otros.

La campaña Banderas Negras, nacida en 1999, es una denuncia pública de aquellas playas o tramos de litoral que sufren vertidos contaminantes, agresiones urbanísticas o cualquier otra actuación que ocasione una pérdida de calidad ambiental del litoral.