La remodelación que está experimentando la Plaza de España de Motril, ubicada junto al Ayuntamiento, ha ocasionado divergencias entre el equipo de Gobierno y el PSOE, grupo en la oposición que, en días pasados la catalogaba como ejemplo de "pésima gestión y política de despilfarro". Algo que para el responsable de Urbanismo, Antonio Escámez, no es cierto, ya que se están realizando en los plazos marcados y dentro del programa PFEA. 

Escamez ha recordado que la ubicación de la plaza ha obligado a tener una "cautela arqueológica", lo que implica un ritmo de obra diferente. Además, ha reseñado que han tenido que trabajar teniendo en cuenta la supervisión arqueológica obligada por normativa por estar entre dos edificios catalogados como BIC -la Iglesia Mayor y el Teatro Calderón-, lo que ha provocado que se tengan que realizar diferentes sondeos manuales, y varia bajas laborales, por diferentes motivos, que "ha provocado activar la bolsa existente con todo el trámite administrativo que conlleva".

Y ha señadado que la primera fase -de las tres que consta-, era la más complicada por las actuaciones en las jardineras, y explica que "se ha apostado por recuperar un entramado de solería muy laborioso y que los ciudadanos ven como algo muy positivo, de empedrado granadino". 

La actuación ha supuesto una complicada nivelación de todo el lateral de la plaza y extraer los tocones, a consecuencia de las aceras levantadas por las raíces de los árboles. "No han sido pocos los problemas que han ocasionado el acerado provocado por las raíces y que ha dificultado los trabajos en sí", explica el edil quien también ha añadido que se ha aprovechado la obra para arreglar las deficiencias encontradas en las conducciones de aguas, adoleciendo de decenas de años de antigüedad.

Por otro lado, Escámez ha expresa, en alusión a la catalogación de "pésima gestión y política de despilfarroque" de los socialistas que le "parece increíble destacar como ejemplo de pésima gestión una obra del PFEA (Adecuación y Mejora de la Plaza de España), que forma parte de un programa de subvenciones que ha aprobado por unanimidad el Pleno Municipal, y lógicamente por el PSOE", y que sólo ha costado al Ayuntamiento en torno a 4.500 euros de un presupuesto total de 91.500 euros.