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De Francia a la Costa Tropical, la pasión por el submarinismo atrae a nuevos residentes

  • La Costa cuenta con una gran diversidad de flora y fauna en sus profundidades que atrae a miles de buceadores 

De Francia a la Costa Tropical, la pasión por el submarinismo atrae a nuevos residentes

De Francia a la Costa Tropical, la pasión por el submarinismo atrae a nuevos residentes / Alba Feixas

Una de las actividades cada vez más demandadas por los usuarios que se desplazan hasta la Costa Tropical para disfrutar de sus días de vacaciones y descanso es el submarinismo. Una experiencia que, quien la conoce, la describe como una sensación única de libertad total y altamente recomendada con la que descubrir paisajes submarinos al alcance de muy pocos, aunque en la Costa de Granada hay una gran tradición de submarinismo.

La orografía marina de la provincia atrae cada año a miles de turistas que viajan expresamente para conocer las profundidades del mar, especialmente las de La Herradura y Calahonda. Una gran riqueza de flora y fauna marina que fascina a los que se sumergen en esta zona del Mediterráneo y que es motivo para que muchos, incluso, decidan trasladar su residencia temporal durante varios meses al año. Es el caso de Françoise, o Paquita, como ya la conocen en la Costa desde hace años, una francesa que se enamoró de las profundidades del mar cuando empezó a veranear en Salobreña hace ya unos 45 años y que le hace programar su agenda laboral durante el resto del año para poder venir varios meses y disfrutar de su gran pasión.

La suya es una historia más de las de muchos extranjeros que tras unas vacaciones por la zona, acaban estableciendo su residencia durante parte del año. Paquita empezó en Salobreña, poco después se trasladó a Torrenueva Costa, donde reside actualmente los meses que puede venir de Francia, y pasa largas jornadas de sol y playa junto al embarcadero de Calahonda, desde donde sale habitualmente para bucear.

Varios submarinistas antes de la inmersión en Calahonda Varios submarinistas antes de la inmersión en Calahonda

Varios submarinistas antes de la inmersión en Calahonda / Alba Feixas

"No he faltado ni un solo verano desde que lo descubrí. Esto es un verdadero paraíso, con el paso del tiempo tengo aquí mis amistades, me encanta el clima, la vida y la gente. En Francia también hay playas, pero no es lo mismo, estoy enamorada de la forma de vivir de aquí y de esta tierra", explica emocionada mientras asegura que ha buceado en Bretaña –donde reside habitualmente-, en el Mar Rojo, Lanzarote y la Costa de Granada. "En Francia hay corriente, el agua está más fría y no se ve nada, pero también tiene su encanto. El Mar Rojo también es maravilloso para bucear, pero aquí es una maravilla meterse en el agua porque está caliente, los instructores de buceo están contigo en todo momento y te ayudan en todo, no pasa nada si no ves lo que hay a tu alrededor, sabes que te van a guiar de la mejor forma posible".

Paquita mira desde su silla de playa al agua. Hoy hay varios grupos realizando bautismos y practicando el submarinismo, por lo que prefiere descansar, siempre cerca del mar, pero esta vez bajo la sombrilla. "Buceo casi todos los días, pero los fines de semana es verdad que hay más gente y prefiero quedarme fuera para ver como otros disfrutan de la experiencia. De verdad que le recomendaría a todo el mundo que lo probase, es una experiencia maravillosa. Hay gente que le tiene miedo, creo que lo mejor sería probarlo y si la experiencia no sale como se esperaba, volver a intentarlo, las cosas no son fáciles, siempre hay que aprender, pero hay que intentarlo. Es una de las mejores cosas de la vida, el encuentro con el mar".

La de Françoise, o Paquita, es sólo una de las historias de los muchos extranjeros que se enamoran de algún rincón de la Costa Tropical y de su oferta turístico deportiva, y que deciden trasladar varios meses al año su residencia y que, como en su caso, tienen claro que tras su jubilación, se trasladarán de forma definitiva a su "rinconcito" junto al mar para seguir disfrutando del clima, el ambiente y su pasión por el submarinismo.

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