El Ayuntamiento de Gualchos- Castell de Ferro realizará una intervención arqueológica en la Torre de Cambriles, un elemento patrimonial del municipio granadino declarado como Bien de Interés Cultural desde 1985, que se encuentra en pleno casco urbano en un avanzado estado de deterioro, y que para algunos historiadores podría tratarse de una construcción medieval, esto es nazarí, o bien a los primeros tiempos castellanos, a comienzos del siglo XVI.

Una intervención recientemente aprobada y que contará con una subvención de 20.000 euros por parte de la Diputación de Granada, con la que se pretende rehabilitar y consolidar esta atalaya costera de planta circular, y estudiar y analizar los posibles restos existentes en la zona.

La alcaldesa de Gualchos- Castell de Ferro, Antonia Antequera, explica a Granada Hoy que se trata de un elemento patrimonial que el municipio le compró a la Guardia Civil, siendo alcalde Miguel Díaz Juárez.

Por lo que se iniciaron unos trámites que se alargaron en el tiempo debido a que en el solar donde se sitúa esta atalaya, rodeado de viviendas, se encuentra una ruina adosada a la torre. "Tuvimos que hacer un expediente para notificar de que íbamos a intervenir sobre la ruina eliminándola, ya que supone un peligro", indica Antequera.

La Torre de Cambriles es de planta circular de aproximadamente 9,5 metros de altura, presenta una fábrica de mampostería y mortero de cal. Actualmente presenta dos aberturas, una puerta-venta en la zona norte realizada en ladrillo; la segunda, situada en la zona sur, podría tratarse de una rotura, según señalan fuentes municipales. Además, cuenta con una terraza rematada por los restos de un parapeto aspillerado, y que según señalan, podría tratarse de un añadido posterior.

La regidora municipal señala que el arqueólogo será el Catedrático de Historia Medieval, Antonio Malpica Cuello, y Saul Meral el arquitecto del proyecto que, en una primera fase "se eliminará el cableado de la zona y todo lo que esté alrededor de la torre y pueda deteriorarla" y se afianzaran las zonas más deterioradas.

El plazo previsto para esta ejecución arqueológica será de entre tres y cuatro meses, aunque Antequera explica que todo dependerá del ritmo de trabajo y de los resultados que estos aporten. Además, debido a la prolífera historia de este enclave, las tareas realizadas podrían modificarse en función de los hallazgos realizados durante el análisis de la estratigrafía muraria.

Según señalan en el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico de la Consejería de Cultura y Patrimonio de la Junta de Andalucía, esta atalaya sirvió como punto estratégico de vigilancia para defender el puerto de Cambriles de los continuos ataques por parte de piratas y corsarios, y para cruzar visión con la Torre de Baños por el levante y defender a poniente la playa de Castell de Ferro y la rambla de Gualchos o Rubite. Pese a que no se consideraba una torre de defensa, llegó a tener un pequeño cañón.

Antequera indica que se trata de una gran noticia para el municipio con la que se ponga en valor este enclave patrimonial que "queremos poner en valor".