La Plaza del Palacio de Justicia de Motril recuerda a partir de ahora a Miguel Rojas Martín-Moré, el abogado motrileño que trabajó incansablemente hasta conseguir que el primer Palacio de Justicia de la ciudad fuese una realidad, apostó por la consecución de que las plazas fueran ocupadas por magistrados para dales mayor estabilidad y demostró un gran compromiso social y con la profesión. 

Un homenaje que ha estado presidido por la alcaldesa de Motril, Luisa García Chamorro, el consejero de Justicia y Administraciones Públicas, José Antonio Nieto, así como familiares y amigos. "El 7 de noviembre de 2022 se presentó una iniciativa para reconocer el trabajo de Miguel Rojas Martín-Moré porque su labor en nuestra ciudad ha dejado huella, no sólo ejerciendo su profesión, sino por ese legado que ha dado a la ciudad con su incansable lucha en materia económica, social y cultural", ha explicado García Chamorro, quien ha agradecido a la familia Rojas por su implicación por la ciudad en distintos ámbitos sociales. 

"Dedicar esta plaza a Miguel Rojas es un honor y una deuda que la ciudad tenía pendiente con él y con su familia", ha indicado la responsable municipal. 

El consejero de Justicia y Administraciones Públicas, José Antonio Nieto, ha reseñado que en el ámbito de la Justicia, "Miguel Rojas ha sido un ejemplo y una referencia. Para los miembros de Junta contar con personas con esa trayectoria, hace que Andalucía vire con más fuerza a ese liderazgo que queremos conseguir. Personas que han sido capaces de tener la humidad suficiente como para, casi recién empezada la segunda parte del siglo XX, aprender con los mejores, con la humildad de quienes más saben en esa primera etapa de formación. Tuvo el suficiente cariño a su pueblo como para tomar, seguramente, la difícil decisión de renunciar a una carrera fácilmente enfocada en la capital para apostar por la abogacía junto a su familia y vecinos en Motril. Hizo todo lo que estuvo en su mano para que la profesión tuviese referencias en este territorio, han sido decenas los abogados que se han formado con él en su despacho y que hoy siguen con esa tradición".

Nieto ha indicado que el abogado motrileño se preocupó de que la ciudad "tuviese las instalaciones judiciales adecuadas y pasar de un pequeño recinto con un solo juzgado en un lugar que no era el adecuado, a tener un magnífico Palacio de Justicia. Una trayectoria y recorrido que no se puede realizar sin tener unas firmes convicciones detrás, un compromiso social y con su profesión, como siempre ha demostrado".

Una parte de la familia Rojas en el descubrimiento de la placa

Por último, José Rojas, hijo del homenajeado y también delegado del Ilustre Colegio de Abogados de Granada, ha agradecido en nombre de la familia, el reconocimiento de la ciudad a su padre por "las gestiones y el trabajo realizado por él mismo a lo largo de los años para que, entre otras cosas, los juzgados de Motril estuviesen unificados en un mismo edificio, y que contase con un digno Palacio de Justicia". 

Al hilo, ha recordado el papel de Miguel Rojas en aspectos relacionados con la justicia motrileña. Se incorporó como pasante en Granada en el despacho de Francisco González Carrascosa en 1961, sus primeros años estuvieron ligados con la capital, aunque poco tiempo después montó su propio despacho en Motril. Se colegió en el Ilustre Colegio de Abogados de Granada en 1962, empezó a realizar gestiones junto con Francisco José González Gámez, para conseguir que el Juzgado de Primera Instancia nº1 tuviera una ubicación en la ciudad hasta que se construyó el actual. Además trabajó para que las plazas de Motril estuvieran cubiertas por magistrados, y no por jueces. 

Estuvo implicado en la construcción del actual Palacio de Justicia, solicitando al Ayuntamiento de Motril los terrenos necesarios para su realización; en 1995 fue nombrado delegado por el Ilustre Colegio de Abogados de Granada, y en el 98 fue reelegido. Compañero cercano a todos los abogados de Motril, receptivo, mostró una labor encomiable en pro de los letrados motrileños. En 2005, se le otorga el título de abogado honorífico, en 2012 recibe el botón de oro por sus 50 años en el ejercicio profesional. En 2013, el Consejo General de la Abogacía Española le da la máxima distinción con la medalla al mérito del servicio a la abogacía. 

"Ver el nombre de nuestro padre en esta plaza nos trae recuerdos de lo que ha sido su vida dedicada al ejercicio de la profesión con pasión, amor, anegación y esfuerzo. Recordar también a quien fue su compañera de trabajo, su secretaria Margarita Martín, quién estuvo con él trabajando hasta sus últimos días", ha indicado Rojas.