El Ayuntamiento de Motril trabaja para adquirir los terrenos y el inmueble del mítico Coliseo Viñas, el cine donde cientos de motrileños han podido disfrutar de títulos como 'Cuando el diablo asoma', 'El acorazado Potemkin', o el estreno nacional de 'María Antonia, La Caramba', y que lleva cerrado al público algo más de tres décadas, a excepción de la apertura realizada en 2008 para acoger una exposición.

El teniente de alcalde de Economía y Hacienda, Nicolás Navarro, explica que se encuentran trabajando con los propietarios del inmueble para adquirir el Coliseo próximamente. "La intención es adquirir el inmueble próximamente, todo apunta que será durante el ejercicio de 2023 cuando se llegue a un acuerdo con los propietarios, estamos en el proceso de iniciar las conversaciones".

Navarro señala que se trata de un proceso que viene de largo. "Los dueños nos han hecho en varias ocasiones propuestas porque tenemos un compromiso con el Plan General de adquirirlo, pero el Ayuntamiento no veía oportuna esa estimación, finalmente y tras mucho estudiarlo el Ayuntamiento lo valoró por debajo de las propuestas que había planteado la empresa". Al no llegar a un entendimiento, una comisión provincial lo valoró y estableció que el precio más razonable se situaba en torno al millón de euros.

Ahora mismo el proceso de venta está paralizado al encontrarse en un contencioso administrativo, el Ayuntamiento está a la espera de que este procedimiento judicial finalice para conocer la cuantía que se acuerda para poder adquirirlo.

"A lo largo de los próximos meses el Ayuntamiento tendrá que abordar esa nueva adquisición, bien por remanente de tesorería o por distintas fórmulas económicas como un reajuste presupuestario o cualquier otra fórmula que ya se estudiará", añade el teniente de alcalde de Economía y Hacienda de Motril.

Aún no hay un proyecto exacto para el Coliseo Viñas. Navarro indica que antes de pensar que proyecto podría albergar este edificio señero y del imaginario colectivo de toda una ciudad, tendrían que hacer una evaluación del estado del edificio, "hay que tener en cuenta las circunstancias que tiene y sobre todo lo que podría albergar. A partir de ahí podríamos empezar a hablar, estamos ante un edificio que tiene unas características concretas de cine y ahora mismo desconocemos cuál es su estado, no podemos aventurarnos a decir que se necesita o que se puede hacer".

Al hilo, asegura que una de las prioridades en las que están trabajando es en "adquirir el bien y hacer una evaluación del estado del edificio, y proponer posibilidades de cara al futuro".

El Coliseo Viñas abrió sus puertas en 1931 en la entonces conocida como calle Hernández Velasco, ahora calle Nueva, de la mano del empresario motrileño Miguel Viñas Parera, y se convirtió en el cine que permitió que muchas familias conociesen por primera vez la magia del cine sonoro. Cerró sus puertas en 1988.