Costa

Música, risas y mucha agua: Gualchos celebra su tradicional día del turista entre vecinos y foráneos

  • Retoman estas fiestas tras dos años de ausencia por la pandemia 

  • Una parte importante de la población del pueblo es de origen foráneo

Música, risas y mucha agua: Gualchos celebra su tradicional día delturista entre vecinos y foráneos

Música, risas y mucha agua: Gualchos celebra su tradicional día delturista entre vecinos y foráneos / Alba Feixas

Al silencio y tranquilidad que caracterizan las calles de Gualchos, en la Costa de Granada, se le suman estos días el júbilo y la alegría de decenas de jóvenes y mayores que se reencuentran después de dos años, en algunos casos de verano en verano, y en otros de algo más, en la Fiesta del Turista, una "excusa" para recibir a foráneos y vecinos y disfrutar de la magia de un pueblo de casas encaladas situadas entre el mar y la montaña en el que mantienen la esencia y tradiciones pese al paso del tiempo.

Se trata de uno de los núcleos de población preferidos por los turistas extranjeros que residen en la Costa y que eligen este enclave para pasar cortas y largas temporadas, de hecho cuenta con una importante colonia de ingleses, irlandeses y daneses que, lo han elegido por la tranquilidad que dan sus rincones, donde no es raro encontrar algunos gatos descansando bajo alguna sombra, y el sonido del agua de la fuente se escucha por algunas de sus calles solitarias y serenas. Una parte importante de sus vecinos son extranjeros y otra son gualcheros de nacimiento que con el tiempo se han ido diseminando por distintos rincones de la geografía española, e incluso fuera de la frontera, y que regresan cada año con la familia para no perder las raíces. Motivo por el que tanto el ayuntamiento como la asociación de vecinos Cueva de la Virgen, celebran cada año la llegada de uno de los sectores más importantes para el crecimiento de la economía junto a la agricultura, el turismo.

Una fiesta, muy esperada por muchos después de dos años sin poder celebrarse por la pandemia, en la que los "turistas" se mezclan con los vecinos para disfrutar de las costumbres y tradiciones de la zona. Aquí todo el mundo participa de alguna manera, unos preparan la comida, otros la sirven o se aseguran de que todo marcha a la perfección. Pero hay que tener cuidado, un simple descuido puede suponer que un grupo de jóvenes del pueblo te acaben atrapando para meterte dentro de la fuente del pueblo para bautizarte oficialmente como gualchero.

Ester y Rocío son dos primas de Barcelona y Córdoba con familia natural de Gualchos que aprovechan las vacaciones para regresar al pueblo familiar. "Nuestros padres nacieron aquí, y de pequeñas nos traían en verano, navidades y puentes y ahora nos consideramos unas gualcheras más", explica Ester. De hecho, añade Rocío, "aquí te lo pasas tan bien y hay tanta tranquilidad que hasta nuestros hijos piden venir cuando llega el verano, porque aquí se juntan todos los niños del pueblo y es como si estuviesen de campamento, no tienen tiempo para aburrirse. Perpetuamos generación tras generación el amor por Gualchos".

Un grupo de jóvenes trasladando a un vecino hasta la fuente Un grupo de jóvenes trasladando a un vecino hasta la fuente

Un grupo de jóvenes trasladando a un vecino hasta la fuente / Alba Feixas

"La Fiesta del Turista siempre se vive con mucha intensidad, todos los años nos reencontramos con viejos amigos del pueblo y se conoce a nuevos visitantes, además aquí no se pasa calor, porque a la que te despistas te meten dentro de la fuente para bautizarte como gualchera y te refrescas, aquí el agua acaba volando", indica Rocío. 

Una celebración que se realiza en el pueblo desde hace casi dos décadas, y que surgió casi de casualidad al buscar actividades para los foráneos en agosto, que es cuando más gente iba al municipio, unos para ver a sus familiares o simplemente para disfrutar del pueblo.

María del Carmen y Steven son una pareja que vive en Londres y que han venido al pueblo para visitar a la familia de ella. Los vecinos han acogido tan bien a Steven que han decidido que ya era hora de que se metiese dentro de la fuente. "Me gustan estas fiestas porque todo el mundo es amable y se divierten. Es algo diferente a las fiestas en Londres, pero me gusta mucho porque aquí todo el mundo hace las cosas juntos y la gente se conoce y se saluda", indica.

Jornada festiva que se realiza normalmente en las primeras semanas de agosto que sirve para mostrar los encantos del pueblo y que "ha sido muy bien acogido este año. Los vecinos tenían muchas ganas de volver a recuperar las tradiciones, es una fiesta que tanto la gente de Gualchos como de Castell de Ferro y de distintos municipios de la provincia esperan con mucha ilusión, además no se puede olvidar que lo organiza la asociación de vecinos y tiene un fin solidario, que eso también invita a participar", reseña la concejala de Fiestas, Carmen Moya.

Festejo que adquiere un claro carácter solidario al destinar los beneficios de la comida organizada cada año a una ONG. En esta ocasión ha sido para la Fundación Aladina, que tiene como objetivo ayudar a niños y adolescentes enfermos de cáncer y a sus familias, apunta Paco Morales, presidente de la Asociación de vecinos de Gualchos Cueva de la Virgen.

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