Inmigración

Narcolanchas o pateras taxi: el nuevo método de las mafias para traer migrantes a la costa de Granada

Imagen de archivo de una de las últimas narcolanchas llegadas a la costa de Granada

Imagen de archivo de una de las últimas narcolanchas llegadas a la costa de Granada / G.H.

El pasado 21 de diciembre los vecinos de Castell de Ferro vieron sorprendidos como a primera hora de mañana una neumática rápida desembarcaba a decenas de personas en la misma playa, la imagen se repite en las primeras semanas de febrero, también a primera hora de la mañana, en la playa de Velilla, en Almuñécar, y tan solo un par de días después en el lado opuesto de la Costa Tropical. El fenómeno migratorio no cesa, aunque la forma de llegar a territorio nacional está en constante cambio y con un beneficio mayor para sus portadores que ahora utilizan embarcaciones de alta potencia para llegar de forma rápida hasta las costas almerienses, gaditanas o granadinas.

El litoral de Granada es testigo de cómo la llegada de pateras evoluciona gracias a la táctica fraudulenta de las mafias que permite a los migrantes, en su mayoría marroquíes, llegar en menos de cuatro horas, y les asegura una mayor posibilidad de llegar a tierra sin ser detectados. Un viaje previo pago de una cantidad de dinero considerable que lo convierten en un negocio muy rentable para las mafias.

Las narcolanchas o narcopateras están en boga, pero lo cierto es que no es nada nuevo. Hace tiempo, según apuntan fuentes de varias oenegés, se viene observando como las travesías han ido evolucionando, desde la llegada de pateras o semirrígidas tripuladas por los propios navegantes de la travesía, pasando por las pateras taxi que llevan hasta las cercanías de la isla de Alborán a las embarcaciones con la intención de ser rescatados por Salvamento Marítimo, algún mercante o el propio destacamento de la isla; hasta las que llegan a la misma costa, desembarcan y se van.

El modus operandi utilizado en las últimas expediciones llegadas a las playas granadinas tiene muchos puntos comunes. Todas ellas han utilizado, hasta la fecha, una embarcación neumática de gran tamaño con tres o cuatro motores de alta potencia, por lo que adquieren mucha velocidad - pueden alcanzar desde los 70 nudos hasta más de 100 kilómetros por hora-, lo que motiva que el trayecto entre el norte de Marruecos y la península se pueda hacer en un corto tiempo. Son embarcaciones similares a las que habitualmente utilizan los narcos para introducir droga en cualquier punto del litoral, o para el contrabando de tabaco. De hecho, hace pocas fechas el Servicio Marítimo de la Guardia Civil decomisó una de estas planeadoras con cerca de dos toneladas de hachís en la playa de las Azucenas de Motril.

Embarcaciones que están prohibidas utilizarlas por ley en España, por lo que, en caso de ser interceptadas por el Servicio Marítimo de la Guardia Civil, serían decomisadas como marca la ley, según han informado a este periódico fuentes policiales. Barcos que en muchos casos también son utilizadas como gasolineras móviles para suministrar combustibles a otras en alta mar.

Imagen de archivo de la última llegada de dos narcolanchas a la playa de La Rábita Imagen de archivo de la última llegada de dos narcolanchas a la playa de La Rábita

Imagen de archivo de la última llegada de dos narcolanchas a la playa de La Rábita / G.H.

Otra de las peculiaridades de las que se están registrando en las últimas fechas, es que obligan a los integrantes de la expedición a bajarse de ellas a apenas unos metros de la orilla, lo que puede suponer un peligro al no saber la profundidad que tiene la zona. Según apuntan desde varias oenegés, los que se arriesgan en esta travesía suelen traer consigo ropa seca preparada para cambiarse nada más llegar a tierra para, posteriormente perderse por las calles. Y en muchos casos, en las llegadas existen algunas personas preparadas para transportarlas rápidamente a otros puntos, lo que supone un desembolso económico que sobrepasa en muchos casos los cinco mil euros por persona. Esta modalidad se ha vuelto muy rentable para las mafias que pueden ingresar entre 100.000 y 200.000 euros por trayecto, según el número de viajeros. Llegan a escasos metros de la orilla, desembarcan con rapidez y se vuelven mar adentro. Una técnica que en la Costa Tropical se está produciendo con frecuencia en las últimas llegadas, sobre todo a la zona de Albuñol. 

Por otro lado, también están las que hacen la travesía a un precio más económico transportando a los migrantes hasta la isla de Alborán, donde son dejados a disposición de los militares que hay en el destacamento, para que posteriormente el Servicio Marítimo o Salvamento Marítimo los trasladen a un punto de la península.

Técnicas que están siendo muy estudiadas por la Guardia Civil y por la Policía Nacional que en los últimos meses han conseguido detener en distintos puntos a varias redes que se dedicaban a introducir inmigrantes en España utilizando estos modus operandi, y que han sido puestos a disposición judicial.

Las embarcaciones de la Guardia Civil en la Costa

Prácticamente es imposible pillar a estas planeadoras en mitad de su travesía cuando se dan a la fuga, ya que las de la Guardia Civil en la Costa granadina llegan, en el mejor de los casos, a los 45 nudos. Fuentes de la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC) consultadas por este periódico informan que en el litoral de Granada el Instituto Armado se encuentra "inoperativo" en la lucha contra los narcos, ya que de las tres embarcaciones que tienen para este fin, tan solo una puede alcanzar la velocidad necesaria, pero tiene un uso restringido a raíz de un fallo en el turbo, lo que le impide alcanzar velocidades superiores a los 45 nudos, unos 85 kilómetros por hora.

De hecho, cuentan con la Río Aragón, una patrullera que pese a ser la más potente con la que cuenta la Guardia Civil granadina, al estar averiada solo se pone en marcha en casos de emergencia, según explican a Granada Hoy fuentes de la AEGC, quienes puntualizan que, pese a todo, esta embarcación sí podría alcanzar esa velocidad de las narcolanchas si estuviese completamente operativa. La Río Genil puede llegar a alcanzar los 30 nudos, unos 55 kilómetros por hora. 

También cuentan con la S-24, una embarcación adquirida en 2015, con dos motores de cuatro tiempos de gasolina de gran cilindrada que rinden a 300 caballos de potencia cada uno, y que solo llegaría a los 40 nudos.

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