Costa

Salobreña busca soluciones ante el desprendimiento de rocas en la ladera de las faldas del Castillo

  • En 2019 ya hubo unos desprendimientos que encendieron las alarmas de los responsables municipales

  • Utilizan drones y un sistema láser para estudiar los movimientos de la ladera 

Buscan soluciones ante el desprendimiento de rocas en la zona bajo el Castillo de Salobreña

Buscan soluciones ante el desprendimiento de rocas en la zona bajo el Castillo de Salobreña / Alba Feixas

Casi tres años después de la caída de varias rocas en la zona bajo el Castillo de Salobreña, la historia se repite y el desprendimiento hace saltar las alarmas. Motivo por el que comienzan a trabajar junto a investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) para contemplar los posibles riesgos de futuros desprendimientos, la trayectoria de los mismos, así como encontrar posibles soluciones para atajar un problema que preocupa a muchos.

Las alarmas se encendieron e hicieron que todos los agentes implicados se pusiesen en lo peor cuando en 2019 una roca de unas 3,5 toneladas se desplomaba de la ladera que se sitúa a las faldas del Castillo. Según explica la alcaldesa del municipio, María Eugenia Rufino, en una entrevista a Radio Salobreña, en ese momento el Consistorio inició su participación en el proyecto Risk Coast, que se centra en el desarrollo de herramientas para prevenir y gestionar los riesgos geológicos en la costa ligados al cambio climático, que cuenta con fondos europeos.

"En ese momento estuvimos trabajando para ver que administraciones nos tenían que ayudar, si había que tomar medidas que se escapaban a la capacidad de un ayuntamiento. Emitimos todos los informes, cerramos el perímetro e informamos del peligro que aquello revestía, pero en la subida del Gambullón, lo que era el antiguo sendero que se construyó hasta el Paseo de las Flores, hay una valla puesta que hemos puesto muchas veces, y la gente le arranca desde la irresponsabilidad y el desconocimiento del peligro al que se exponen, hay una señal de prohibido el paso, pero hay gente que la rompe y pasa". Por lo que añade que están trabajando para tapiar el acceso y evitar así el paso de los usuarios.

Rufino explica que el seguimiento se está realizando en toda la ladera del término municipal, y no solo en la zona afectada, ya que "hay determinados puntos donde hay que mirar". En este sentido, añade en 2019 hubo una reunión con técnicos y geólogos de distintas instituciones, "les pedí que me dijeran si había peligro de que la ladera se cayese, y me dijeron que el tiempo en geología es completamente distinto al nuestro, y que claro que se va a caer, pero puede caerse dentro de 5.000 años. Todo el mundo sabe que es una ladera que tiene movimiento, tenemos una grieta por debajo del Castillo y pregunté que mientras tanto que se podía hacer y la respuesta fue observar", por lo que están estudiando los movimientos de tierra y el comportamiento de la estructura con el paso del tiempo.

Imagen de archivo del desprendimiento de 2019 Imagen de archivo del desprendimiento de 2019

Imagen de archivo del desprendimiento de 2019 / R.G.

El estudio actual que están realizando se efectúa mediante drones y sistemas láser para hacer un seguimiento de las rocas. "Hace aproximadamente un mes me llamaron y me dijeron que había movimientos en una piedra que les preocupaba, la llamada se produce un sábado, al día siguiente se activa un gabinete de crisis con los técnicos municipales y el martes –el 28 de junio-  la piedra se cae.  Los investigadores se encontraban allí y estaban pendientes de este desprendimiento. Desde que se produjo hace se produjo hace unas semanas hasta hoy no han parado de venir, estamos tomando medidas de prevención, que no haya ningún acceso a ningún punto por el que alguien pueda acceder y ponerse en riesgo".

Las posibles soluciones

María Eugenia Rufino resalta en la entrevista a la radio municipal que, una vez se han realizado todas las mediciones, los investigadores están centrados en una serie de simulaciones para ver el recorrido que pudieran hacer las piedras en futuros desprendimientos y que impacto tendría sobre el terreno, sobre la vibración que producen en el resto de la roca y qué medidas hay que tomar.

En este sentido, indica que los resultados de estas investigaciones todavía tardarán unas semanas, pero "seguramente pasan por descalzar algunas piedras de las que está suelta, aún no sabemos sí mediante micro voladura, porque obviamente no se puede taladrar ni nada parecido, y seguramente se pondrán medios de sujeción como mayas o calzos que se colocan en las piedras para sostenerla".

El proyecto del elevador en 'standby'

Esta situación pone en jaque la realización de uno de los proyectos más ambiciosos que tenía el Consistorio de la Villa de conectar el casco antiguo con la zona de la playa mediante un elevador.

Rufino asegura que los técnicos que trabajan en la zona señalaron que la idea de instalar algún tipo de elevación mecánica haca el casco histórico en la zona del Gambullón en estos momentos es impensable. "Habrá que reconsiderar que alternativas podríamos ofrecer a eso a corto plazo y si no puedes empezar a trabajar a un medio plazo en otro método que lógicamente no pase por esa zona que están ahora mismo tan delicada".

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