Servicio Marítimo | Una jornada de vigilancia de la Guardia Civil en el litoral granadino

Servicio Marítimo de Granada, los ojos del mar

  • El Servicio Marítimo de la Guardia Civil se encarga de controlar las distintas actividades náuticas, del rescate o salvamento de personas, control de recursos pesqueros, o la lucha contra el contrabando de sustancias estupefacientes, entre otras labores

"Estamos listos y preparados para cualquier intervención durante las 24 horas del día y los 365 días del año. La costa granadina es muy segura y en los últimos 10 años no tenemos que lamentar ningún suceso grave relacionado con las motos náuticas o las embarcaciones de recreo", señala a Granada Hoy el teniente y responsable del Servicio Marítimo de la Guardia Civil en la provincia de Granada, Javier Francisco Coca Santiago, nada más embarcar en la patrullera Rio Aragón.

Un Servicio Marítimo de la Guardia Civil que ha dado un paso más hacia adelante, siendo pionero al incorporar a la vigilancia de la zona y de las conductas irregulares de los conductores de motos náuticas o embarcaciones de recreo, un dron aéreo que desde el cielo vigila y que puede hacer que se realice una actuación de socorro o atención con una mayor celeridad, dando una visión de campo optimizada en la realización de sus cometidos diarios.

Pese a que ha descendido la inmigración en la provincia en lo que va de año, llevan unos meses muy ajetreados debido a las distintas operaciones antidroga en las que han participado y en las que han conseguido incautar varios alijos de hachís de gran tamaño, interceptando narcolanchas con la detención de los presuntos traficantes.

Por lo que avisan que la jornada preventiva en la que se ha embarcado este medio puede cambiar en cualquier momento. "Solo un aviso desde la Comandancia, o una simple sospecha para que la ruta de observación y control que llevamos se convierta en una operación de rescate o en el seguimiento de una embarcación", advierte el responsable del Servicio Marítimo, que pilota la patrullera de alta velocidad al salir del Puerto de Motril.

Tras pasar por la bocana de salida, la Rio Aragón pone rumbo a la zona del paraje protegido de Cerro Gordo-Maro para realizar labores preventivas, principalmente de control de embarcaciones de recreo, con el teniente Coca como patrón, el cabo primero Raúl F.G. de segundo patrón, y como mecánicos-marineros, los Guardias Civiles Juan Antonio R.M. y Miguel G.B.

En época estival, los esfuerzos que realiza el Servicio Marítimo se redoblan ya que, a las labores que normalmente se realizan como el control de actividades o embarcaciones ilegales, el rescate o salvamento de personas, control de recursos pesqueros, o la lucha contra el contrabando de sustancias estupefacientes, se les suma el incremento de embarcaciones de recreo o motos náuticas. Una labor de control que se extiende por las 42,7 millas náuticas, unos 80 kilómetros aproximadamente, con los que cuenta la provincia de Granada.

Precisamente por esto, cada año la Capitanía Marítima de Granada edita y publica unas normas de seguridad marítima para todos los usuarios del mar, y la Guardia Civil desarrolla una campaña de inspección de embarcaciones de recreo y motos acuáticas que se prolonga hasta el 15 de septiembre.

En este marco, la primera parada de la patrullera Río Aragón se produjo en las cercanías de Playa Granada, donde los agentes advirtieron al propietario de una empresa autorizada de motos de alquiler que una boya de señalización del canal se había soltado y que estaba siendo arrastrada hasta la cercanía de la bocana de entrada al Puerto, por lo que le invitaban a recogerla y ponerla de nuevo en su sitio.

La segunda parada fue para llamar la atención de los ocupantes de una tabla de paddle surf que estaba fuera de la zona protegida de baño.

Y en la tercera hicieron sonar la sirena de la embarcación oficial para ordenar el alto a una moto acuática a cuyo tripulante le requirieron toda la documentación, licencia de navegación, así como el seguro de responsabilidad civil, motivo por el que fue denunciado. De igual forma inspeccionaron los elementos de seguridad que debe de llevar como son los chalecos y el dispositivo de parada automática (Hombre al agua).

En las jornadas de prevención es importante ir sin prisa y estar atento a todo lo que ocurre en la zona. Las playas del litoral granadino en los meses de verano están repletas de personas, por lo que es primordial, fijarse muy bien en lo que pasa dentro del agua. Otra de las intervenciones que realizó esta patrulla fue la de advertir a los ocupantes de un kayak que navegaba fuera de la zona balizada y que estos no llevan los chalecos salvavidas, un requisito "indispensable" para ello, sentencia el cabo primero Fernández, por lo que les pidieron que no salieran de la zona reservada para ellos y que se colocasen los chalecos. "En determinados momentos tenemos que tener mucha mano, porque ante todo queremos transmitir a los ciudadanos la idea de que estamos aquí para ayudarles y servirles en todo aquello que pueda hacerles falta".

A continuación, la Rio Aragón pone proa hacia uno de los puntos del litoral granadino que pueden considerar como "más caliente" en materia de motos náuticas, la zona comprendida entre Almuñécar y La Herradura, para controlar y comprobar la actividad de estas y como se desenvuelve la interacción con el resto de usuarios en la lámina acuática, "hay muchos usuarios realizando distintas actividades, con distintos medios y la supervisión de toda esta actividad es fundamental para evitar incidentes o accidentes", subraya el teniente Coca.

En el transcurso de la mañana, la patrulla localiza un velero sin ocupantes a bordo en la Playa del Tesorillo, Almuñécar, que se encuentra fondeado en los límites permitidos y con bandera extranjera, por lo que deciden inspeccionarlo, sin localizar en primera instancia a ningún tripulante dentro de la embarcación, por lo que dan aviso para que otra patrulla regrese al lugar en otro momento y, así comprobar si cuenta con los permisos necesarios.

Por otro lado, en la zona de la Playa Ensenada de los Berengueles, en la zona de la Punta de la Mona, advierten la presencia de numerosas embarcaciones, artefactos flotantes, así como diversas empresas que realizan actividades subacuáticas. La navegación en esta zona para realizar el control de la misma requiere de mucha pericia y hay que tener mucho cuidado con la embarcación al haber mucha gente en la zona practicando submarinismo. No obstante, se comprueba que todos llevan una boya flotante indicativa de su posición, así como están presentes las embarcaciones de apoyo a los mismos.

Es en la playa de La Herradura cuando deciden despegar un dron que dará una visualización de la zona sin necesidad de acercarse a los puntos donde hay mucha presencia de motos acuáticas o de diferentes embarcaciones de recreo. De igual forma se hace una inspección ocular del velero que hace una semana encalló en la arena arrastrado por el temporal, y que se encontraba partido. Señalan que estuvieron en la zona el día que apareció en la playa, pero que no pudieron intervenir debido a la fuerte marejada de poniente que había en el lugar. Con el dron que llevan para patrullar se visualiza mejor y se ve en la situación en la que ha quedado y a la vez se hace algunas fotografías o videos desde otra perspectiva para el expediente que se va a realizar. El dron aéreo de igual forma, divisa varios ocupantes de embarcaciones que carecen de chaleco de seguridad.

Sobre las 14 horas, y tras toda una mañana controlando que todo está en orden, es momento de regresar a la dársena granadina. El teniente Coca explica que la Guardia Civil puso en marcha el pasado 15 de junio en toda la costa la campaña de control de embarcaciones y motos náuticas para el verano 2021, que se desarrolla, específicamente, por parte del Servicio Marítimo Provincial con apoyos de las Unidades territoriales de Seguridad Ciudadana de la Compañía de Motril y que hasta el momento está siendo tranquila.

Sin precisar con exactitud, apunta que hasta la fecha desde mediados de junio se han realizado en torno a medio centenar de expedientes sancionadores, de los que más de la mitad corresponden a motos acuáticas, y añade que "el objetivo es mejorar la seguridad de los usuarios de este tipo de embarcaciones, así como la de los bañistas y personas que visitan nuestras costas en el periodo estival".

Entre los cometidos se encuentran la comprobación, entre otros, de los certificados de navegabilidad, titulaciones habilitantes para el manejo de estas, el justificante de la prima del seguro en vigor y cumplimiento de las normas se seguridad.

Asimismo, verifican que se desarrolle la actividad en los espacios habilitados para ello. Además, este año también se realizan inspecciones en los establecimientos y negocios relacionados con este ámbito, con el fin de concienciar tanto a los profesionales como a los usuarios esporádicos para que se lleven a efecto de forma adecuada.

Coca recuerda que se deben cumplir las normas de navegación, y advertir de la obligatoriedad de respetar los límites de la zona de baño. Teniendo en cuenta que es obligatorio portar la documentación, y mostrarla en caso de que sea requerida.

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