Una campaña de concienciación evidencia los vertidos en la Costa de Granada

Tres franjas de playas han tenido que cerrar durante varios días sus aguas al baño al público en lo que va de verano en distintos municipios de la Costa Tropical tras detectar en los análisis que realiza de forma periódica Salud y Consumo una alteración en los parámetros microbiológicos del agua. La situación no es nueva, cada año, coincidiendo además con la temporada estival, algún tramo del litoral granadino cierra por unos días hasta que los análisis vuelven a salir correctos, o los propios bañistas denuncian la aparición de unas manchas en la lámina de agua. Una situación que desde Ecologistas en Acción llevan años denunciando y que este verano se han propuesto señalar públicamente mediante una campaña de concienciación para que las administraciones locales, autonómicas y estatales se pongan las pilas y acaben con esta problemática.

El portavoz de Ecologistas en Acción en Andalucía, Juan Antonio Martínez, explica a Granada Hoy que el objetivo es denunciar los numerosos y variados vertidos que se producen en nuestras aguas, ya sea directamente o a través de emisarios, de aguas residuales sin depurar, tanto urbanas como industriales. "Empezamos la campaña No queremos más vertíos, ni en los mares ni en los ríos, vamos a las playas para hablar con los bañistas y repartir unos panfletos para que sean conscientes de dónde se están bañando".

Martínez incide que lo que buscan es llamar la atención sobre la situación que atraviesan las playas mediante actos "en los sitios que sabemos que hay vertidos. Hemos empezado en Salobreña con la playa de la Charca, pero también hemos ido Motril, al balate de la Culebra, y en Almuñécar, en la playa de los Berengueles".

Desde el colectivo apuntan que la situación empeora en verano, cuando el turismo multiplica la población y con ello el volumen de aguas residuales, coincidiendo con la temporada de baño. En este sentido, apuntan que solo este año ya se han tenido que cerrar en tres ocasiones una playa de Carchuna, una en Salobreña y otra en Albuñol, debido a una alteración en los parámetros microbiológicos del agua. Recuerdan que hay muchas urbanizaciones y edificaciones aisladas que no están conectadas a la red de saneamiento y vierten libremente a ramblas, barrancos o fosas sépticas provocando la contaminación de pozos, fuentes y acuíferos, además de que algunos núcleos de población aún no depuran sus aguas.

Una situación que tanto el alcalde de Salobreña, Javier Ortega, como el presidente de la Entidad Local Autónoma de Carchuna-Calahonda, Juan Alberto Ferrer, han denunciado públicamente al sentirse "abandonados" por parte de las administraciones competentes en esta materia, y considerar que la situación afecta directamente a la economía de la zona que ve como se lastra su imagen. De hecho, tal y como avanzó Ferrer hace unas semanas, interpusieron una denuncia formal ante la Fiscalía y el SEPRONA para que inicien una investigación y se depuren todas las responsabilidades. En este caso, se sospecha de la Rambla Rejón, donde hay un vertido autorizado con un caudal de uno o dos litros por segundo de la EDAR. "Esa depuradora lleva muchos años funcionando y nunca ha dado ningún tipo de problemas, aunque sabemos que carece de la fase terciaria que necesita una depuradora para que no quede ningún tipo de bacteria fecal en el recorrido, pero si está autorizado por la Junta, se supone que tiene que ser un vertido controlado y que se cumple la asepsia necesaria para que el vertido no llegue al mar. Otra opción es que alguien esté vertiendo clandestinamente en la rambla", explicó.

En la misma línea, el alcalde de Salobreña, Javier Ortega, recalcó que se estaba haciendo dejación de funciones por parte las administraciones competentes, como Costas, Mancomunidad o la propia Delegación de Salud, que actúan "como si esto no fuera con ellos". El Ayuntamiento de Salobreña puso en marcha el pasado año la Mesa del Agua, después de que en 2023 tuvieran que cerrar una parte de la playa por una alteración en los parámetros y ver como aparecía de forma recurrente una gran mancha, un problema que no era exclusivo de la Villa. En este comité están presentes todas las administraciones y organismos implicados para establecer las medidas correctores, sin que hasta ahora, después de dos años hayan hecho nada. Precisamente esta Mesa del Agua se creó con la intención de asegurar la calidad de sus playas y darle 'caza' a los posibles inconvenientes que se pueden presentar a lo largo de la temporada estival que perturbe el bienestar de vecinos y visitantes.

Desde Ecologistas en Acción inciden en que la situación, que provoca graves riesgos sanitarios y medioambientales, lejos de solucionarse, cada año se agrava.

Entre las acciones que tienen pensado llevar a cabo, además de desplazarse a las playas afectadas para informar a los propios bañistas de la situación en la que se encuentran, tienen pensado colocar una bandera marrón en los puntos de descarga de emisarios submarinos y en los vertidos directos por acequias o balates, para que todos sepan dónde se están bañando.

Por último, desde la asociación ecologista recalca que esta acción la realizan para que las administraciones tomen conciencia y empiecen a cumplir con su obligación de depurar todas las aguas residuales -ya incluidas en nuestro recibo del agua- y velen verdaderamente por la salud pública y el medio ambiente.