La Cofradía de Pescadores de Motril estima que la caída de la facturación en la primera semana de cierre de la restauración y hostelería para frenar el coronavirus en la provincia de Granada ha oscilado entre el 20 y 25%.
La lonja pesquera de Motril está notando en gran medida la repercusión de esta medida, en tanto que la mayor parte de los beneficios del sector vienen de la mano de la restauración de la provincia y con el cierre de los restaurantes hay numerosas especies cuyos precios se han "venido bastante abajo". Es el caso de las cigalas, gambas, quisquillas o chopitos, según detalló a Europa Press el patrón mayor de la cofradía, Ignacio López Cabrera.
Todo lo capturado se vende y, con la bajada del gasoil que se ha producido, el sector "no está en pérdidas", pero los pescadores de Motril, que trabajan para un mercado absolutamente local, están preocupados con que las restricciones puedan prolongarse y por cómo va a afectar a la campaña de Navidad.
La crisis económica derivada de la pandemia también ha dejado notar un descenso menor de la facturación en los pescados que más se consumen en las casas, que siguen "aguantando" su precio, como es el caso del rape, la pescadilla o la merluza.
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