Denuncian la situación de abandono y negligencias en la perrera municipal de Motril

Solicitan que se realice una inspección inmediata del albergue, se cumpla el contrato o se rescinda

El PSOE de Motril exige un aumento de la partida de bienestar animal y denuncia el deterioro de la perrera municipal

Denuncian la situación de abandono y negligencias en la perrera municipal de Motril
Denuncian la situación de abandono y negligencias en la perrera municipal de Motril / Alba Feixas

La situación que atraviesa la perrera municipal de Motril no es nueva. Distintas asociaciones y particulares han denunciado en diversas ocasiones el deplorable estado en el que se encuentran las dependencias y la situación en la que viven los animales. Una denuncia a la que se suma Izquierda Unidad tras una visita realizada hace apenas unos días a las instalaciones, de la que salieron profundamente alarmados ante la cantidad de deficiencias, irregularidades y negligencias detectadas.

Señalan que la situación observada resulta incompatible con cualquier estándar básico de salubridad, mantenimiento y dignidad para los animales que allí se encuentran bajo custodia municipal.

Aunque reconocen y agradecen el trabajo que realizan las personas voluntarias, que de manera totalmente altruista acuden prácticamente a diario para atender a los animales y paliar, en la medida de lo posible, las graves carencias del servicio, dicho trabajo "debería estar siendo asumido por la empresa adjudicataria, que es quien recibe fondos públicos para ello".

En representación de la formación, Christian Linares, apunta que se constataron condiciones absolutamente inaceptables en los cheniles: paredes cubiertas de suciedad acumulada hasta el punto de estar ennegrecidas, techos deteriorados que no protegen de la lluvia y provocaron que los animales quedaran empapados tras el último temporal, pasando frío y humedad. Todo ello supone un incumplimiento flagrante del contrato municipal, que establece de forma expresa que las instalaciones deben garantizar el bienestar y la salubridad de los animales, manteniendo los cheniles en perfecto estado funcional y sanitario.

Linares denuncia la presencia de elementos peligrosos como rejas sueltas que pueden provocar heridas a los perros, así como cerraduras en mal estado, y apunta que resulta especialmente preocupante que, mientras la empresa va a recibir 150.000 euros para la construcción de nuevos cheniles, existan actualmente varios vacíos y en un estado de abandono evidente.

Antes de ampliar, es imprescindible reparar y acondicionar lo que ya existe. Otro de los aspectos más llamativos, explican desde IU, fue el estado del vallado perimetral. En lugar de realizar reparaciones adecuadas, se han colocado parches improvisados: somieres utilizados como puertas, jaulas de pájaros desmontadas, arquetas de alcantarilla a modo de contrapeso o marcos de madera. El vallado requiere una intervención urgente, no solo por seguridad, sino también para evitar que se sigan produciendo abandonos lanzando animales por encima de la valla o sustracciones de perros.

Señalan que el contrato con la empresa recoge, además, otras obligaciones que tampoco se están cumpliendo. Entre ellas, la garantía de dos paseos diarios de media hora por animal, una tarea que actualmente recae casi en exclusiva en el voluntariado. De hecho, la propia información facilitada por el Ayuntamiento reconoce que los tiempos establecidos no se cumplen, lo que demuestra que el equipo de gobierno es plenamente consciente de la situación.

Tampoco se están llevando a cabo las campañas divulgativas y de adopción establecidas por contrato. Las redes sociales de la perrera no registran actividad desde el mes de abril, a pesar de que el contrato exige al menos dos publicaciones semanales. Han pasado ocho meses sin información sobre visitas, adopciones o campañas de concienciación, todo ello con el consentimiento tácito de la alcaldesa, Luisa García Chamorro, que conoce los incumplimientos y no actúa.

Por otra parte, añaden que la empresa incluyó en su memoria la celebración de una feria de adopciones en septiembre de hace dos años, una iniciativa que nunca se ha materializado.

Desde Izquierda Unida se han formulado las preguntas pertinentes para conocer qué medidas está adoptando el equipo de gobierno para garantizar el correcto funcionamiento de la perrera, recordando que se trata de dinero público, de todos los motrileños y motrileñas, que se está destinando a un servicio que no se está prestando adecuadamente. Y añaden que el Ayuntamiento tiene la obligación de supervisar, exigir y sancionar los incumplimientos, y no lo está haciendo.

La formación de izquierdas entiende que la concejala responsable llegó hace poco a su puesto, pero expone, "no podemos olvidar que esta situación lleva años así", y por eso, desde Izquierda Unida exigen una inspección inmediata del albergue; el cumplimiento estricto del contrato o, en su defecto, la rescisión del mismo; la puesta en marcha de un plan público, con plazos realistas, que garantice el bienestar animal.

Y concluyen señalando que esto no va de ideologías ni de confrontación política, va de dignidad. "Mientras esta situación no se solucione, Izquierda Unida seguirá vigilante y denunciando lo que ocurre. Si es necesario que denunciemos la situación a las autoridades pertinentes, así lo haremos, sin ningún atisbo de duda".

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