La emoción y la devoción impregnan Motril con la procesión de la Virgen del Carmen

La reina de los Mares procesionó entre los júbilos de alegría de los vecinos del barrio de Varadero

Embarcando a la Virgen del Carmen
Embarcando a la Virgen del Carmen / Alba Feixas

Las calles del barrio marinero de Varadero de Motril han vuelto a llenarse de la devoción y la alegría de todos sus vecinos con la Virgen del Carmen. Tras la tradicional misa en la lonja pesquera, los vecinos aprovecharon las últimas horas de luz para reunirse en las inmediaciones del templo y acompañar a la patrona de los marineros por las calles del barrio para festejar una de las tradiciones más arraigadas en la zona.

Horas antes de su salida, por las calles más cercanas a la iglesia se escucha el ir y venir de muchos vecinos que preparan los últimos preparativos antes de su gran salida. En la calle Ancla, sin ir más lejos, varios días antes un grupo de amigos se encarga de llenarlo todo de guirnaldas, banderillas y adornos florales para que dar la bienvenida a la patrona del Puerto de Motril. En este punto se vive uno de los momentos más emotivos gracias a la gran petalada que realiza cada año, desde hace muchos ya, Carmen Maldonado y su familia. "La devoción que sentimos por la Virgen del Carmen es indescriptible. No es una cuestión de ser cristiana o no serlo, somos gente de la mar. Mi marido ha estado muchísimos años embarcando, y cuando llegaba este día era toda una celebración. Ahora es un sentimiento que permanece en la familia, no sé cuantos años llevamos tirándole flores a la Virgen, si no hemos tenido nada, aunque sea un par de claveles se le han tirado. Desde hace unos años mi nieto David vive muy intensamente todo lo que rodea este festejo, así que tenemos la casa abierta para todo el que pasa por aquí estos días, todo por nuestra Virgen del Carmen", apunta.

La Virgen del Carmen a su paso por la calle Ancla
La Virgen del Carmen a su paso por la calle Ancla / Alba Feixas

No es para menos. La devoción y la emoción están presentes en cada palmo del recorrido, desde la salida en la plaza Estrella del Mar con el canto de la Salve Marinera, muchos de los horquilleros y horquilleras no pueden evitar que se escape alguna que otra lagrimilla, en algunos casos rememorando a familiares que años atrás vivían con la misma emoción este momento y ya no están.

Con la reina de los Mares en la calle, los vecinos se agolpan para intentar verla lo más cerca posible. En algunos casos para cumplir una promesa, en otros para pedir a la madre de los marineros que proteja a sus familiares cada día cuando se echan al mar, es una cuestión de fe.

Unas calles más allá de la salida, a la altura del Parque de Bomberos, unos trabajadores tiran pétalos sobre la imagen de la Virgen. Detrás de ella va una gran comitiva de vecinos del barrio y de distintos puntos de Motril que no se pierden la cita años tras año. Ya de camino al puerto, los barcos aguardan con la caída del sol para ver llegar a su patrona que será embarcada. Los múltiples adornos y banderitas en el barco 'Nuevo Manolo Puyol' no dejan lugar a duda de que es el encargado, un año más, de transportar a la Virgen en su procesión marítima. Le siguen multitud de embarcaciones, qué iluminadas para la ocasión, alumbran el camino de la reina de los Mares.

Desde tierra, otras tantas personas siguen su recorrido a la espera de su regreso entre vítores y gritos de alegría. El barrio marinero de Varadero vive con intensidad, un año más, el gran cortejo de la madre de los marineros.

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