El escarabajo de la ambrosía podría llevar varios años en la Costa Tropical
Los agricultores de las fincas afectadas realizan las primeras podas y quemas de los árboles
Detectadas las primeras fincas de aguacates afectadas por el escarabajo de la ambrosía en la Costa de Granada

A los quebraderos de cabeza por la falta de agua que tenían hasta hace poco los agricultores de la Costa Tropical se le sumó hace unos meses la presencia del escarabajo de la ambrosía Euwallacea fornicatus, por las afecciones que ha supuesto en otras partes del mundo, principalmente al cultivo del aguacate, y aunque se desconoce cómo ha podido llegar hasta este punto de la península, algunas de las últimas muestras analizadas apuntan a que este bicho podría llevar en la zona varios años.
Según apuntan a Granada Hoy fuentes conocedoras de la situación, gracias a las prospecciones realizadas en algunas fincas de aguacate donde se ha constatado la presencia del escarabajo en multitud de sus árboles, se ha podido conocer que esta plaga puede llevar instalada en la zona al menos cuatro años debido a la profundidad de las galerías que los propios escolitinos escarban dentro de los árboles.
Tras detectarse los primeros casos e iniciar un protocolo para analizar al escarabajo de la ambrosía y su posible expansión por el territorio, la delegación de Agricultura, en colaboración con el Ayuntamiento de Motril, explicó durante una jornada preventiva destinada a los agricultores de la zona sus consecuencias y varios factores a tener en cuenta para su detección temprana. Posteriormente, la Consejería de Agricultura declaró oficialmente como plaga la presencia de este pequeño insecto y el hongo que lleva asociado y las medidas que tenían que adoptar aquellas personas que viesen sus fincas afectadas.
Ahora, varias columnas de humo y multitud de árboles cortados en varias fincas de Motril son el resultado de dichas medidas fitosanitarias acordadas tras las cuatro resoluciones específicas emitidas hace pocas fechas por la delegación provincial de Agricultura a los responsables de los terrenos donde se ha detectado la presencia del escarabajo de la ambrosía Euwallacea fornicatus, y que trae de cabeza a los agricultores de la zona.
Agricultura estipula una serie de "medidas fitosanitarias obligatorias", que comienzan por la obligación de los titulares de las zonas afectadas de realizar "prospecciones exhaustivas" para determinar la presencia del organismo, con una frecuencia mínimo de cada mes y comunicar el resultado a la delegación competente. En caso de confirmarse la presencia del Euwallacea fornicatus los dueños deben permitir a las autoridades competentes el acceso a las fincas. Una vez confirmada la presencia de la plaga se debe proceder a la poda inmediata de la rama primaria (la que surge del tronco o del cuello a ras de suelo) "desde su inserción basal sellándose la herida con pasta cicatrizante", como ha ocurrido ya en dos fincas de aguacate de la zona. Por otra parte, todos aquellos árboles o arbustos en los que "se sospeche o constate" la presencia del escarabajo en una parte mayor de su copa "deben ser arrancados y destruidos antes de 20 días" a partir de la notificación por parte de la delegación territorial.
Los restos vegetales afectados "se destruirán de forma inmediata y preferentemente mediante trituración", especifica Agricultura, que añade que los restos deben ser "compostados, solarizados, quemados o enterrados con cal viva" a más de 50 centímetros de profundidad.
Al mismo tiempo, en caso de que se confirme la presencia del escarabajo, o que se tengan sospechas, se deberá proceder al "aislamiento inmediato" de los árboles afectados de forma que no se constituya un foco de dispersión de la plaga. De forma paralela, se retirará el pasaporte fitosanitario de las especies sensibles a la plaga y no se devolverá hasta que se certifique la erradicación de la misma.
Lamentan la falta de información
El malestar entre el sector va en aumento con el paso de los días por la falta de información sobre el estado de la plaga y de los procedimientos que se están realizando, más allá de la poca información que les llega con cuentagotas. Además, lamentan que pese a que la Consejería hizo oficial la declaración de la plaga de cuarentena, todavía se desconoce las indemnizaciones derivadas de la aplicación de las medidas fitosanitarias obligatorias adoptadas para el control y erradicación de estos organismos.
Además, señalan sentirse engañados en algunos casos al sentir que se le está dando al escarabajo una importancia menor de la que podría tener para la economía de todo un sector productivo que ve peligrar su modo de vida. Según apuntan fuentes municipales a este periódico, las medidas que se están tomando en estos momentos serían para evitar que la plaga se extienda rápidamente, aunque al final "todo apunta a que habrá que aprender a convivir con el escarabajo, solo esperamos que sea en 10 o 15 años y no en 5".
A más de un vecino le ha llamado la atención las trampas que se han distribuido por distintos puntos de Motril, ya que su gran tamaño hace que no pasen inadvertidas en zonas como la Reserva Natural de la Charca de Suárez, el Parque de los Pueblos de América, junto a la planta de reciclaje del Cerro del Toro o el campo de fútbol Hermanos Callejón, en el Cerrillo. Según explican técnicos municipales a este periódico, se trata de trampas tipo 'Crosstrap' que se utilizan para este grupo de escarabajos y para otras especies. En el caso de las colocadas en Motril llevan cuatro atrayentes o cairomonas con etanol, quercivorol, alfa copeno y alfa pineno.
La cairomona tiene un efecto receptor y es interespecífica. Es emitido por un árbol hospedador vivo que atrae a los consumidores y a los depredadores y parasitoides de estos, como es el caso del escarabajo de la ambrosía. El funcionamiento que tienen estas trampas es muy simple: los escarabajos son atraídos por los productos naturales que hay dentro de las trampas y que también producen los árboles estresados, chocan y acaban cayendo dentro de un recipiente que contiene un líquido que los mata y conserva. Posteriormente, cada quince días aproximadamente, los técnicos encargados de este trampeo recogen las muestras y las mandan al laboratorio para analizar.
Fuentes del sector aseguran a este periódico que se está estudiando la posibilidad de ampliar en casi una decena más las trampas que se sumarían a la veintena de trampas que hay repartidas por la ciudad y cinco más en zona forestal, y otras tantas que se situarían en distintos puntos del litoral andaluz, con el objetivo de descubrir si esta plaga de cuarentena está presente en otras provincias andaluzas más allá de la costa de Granada.
El escarabajo de ambrosía Euwallacea fornicatus, es un insecto que excava galerías en las ramas de los árboles para alojar unos hongos simbiontes que lleva en su aparato bucal. Los adultos y las larvas se alimentan de estos hongos actuando como vectores del mismo, pudiendo el hongo provocar la marchitez de las especies hospedantes y eventualmente la muerte del árbol. En la mayoría de los casos es muy difícil detectar su presencia en los árboles hasta que no llegan a una fase en la que los propios troncos exudan, por lo que piden ayuda a los propios agricultores de la zona para que revisen sus cultivos al coincidir con el inicio de la temporada del aguacate en muchas fincas.
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