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Una guardería de cefalópodos en la Costa de Granada para proteger y recuperar los ecosistemas marinos

  • El objetivo a medio-largo plazo es el de trasladar las puestas de cefalópodos a zonas acotadas o cerca de pradera de posidonia para fomentar el crecimiento de los mismos 

Una guardería de cefalópodos en la Costa para proteger y recuperar los ecosistemas marinos

Una guardería de cefalópodos en la Costa para proteger y recuperar los ecosistemas marinos / G. H.

La Organización de Productores Pesqueros de Motril OPP 85 ha puesto en marcha una guardería de cefalópodos en la Costa de Granada con el objetivo de proteger y recuperar a estas comunidades bentónicas, restaurar los ecosistemas marinos y fomentar la pesca artesanal de pequeña escala.

Se trata de un proyecto experimental que la OPP 85 está realizando en el entorno de la playa de las Azucenas gracias a una subvención de la organización WWF Mediterráneo, dentro de una campaña de ayudas que realiza la fundación con las comunidades pesqueras del país para promover iniciativas que promuevan el aprovechamiento sostenible de los recursos pesqueros y luchen por mantener los ecosistemas marinos. Y Motril ha sido uno de los elegidos para desarrollar este proyecto que puede suponer el desarrollo en un futuro cercano para la pesca artesanal.

El objetivo principal es realizar un estudio científico comparativo del reclutamiento o efecto guardería de sistemas artificiales construidos con materiales biocompatibles para puestas de sepia y calamar, como medida de protección y recuperación de comunidades bentónicas y del recurso pesquero, así como de restauración del ecosistema y de fomento de la pesca artesanal de pequeña escala en el litoral granadino.

Para ello se han realizado diversas intervenciones subacuáticas para instalar, realizar un seguimiento y controlar los distintos colectores ubicados en aguas someras de una zona controlada ubicada en la playa de las Azucenas.

El patrón de la Cofradía de Pescadores de Motril, Ignacio López, explica que desde 2012 están trabajando en sostenibilidad con proyectos como Ecopuertos o Medfish, además de trabajar estrechamente con algunas organizaciones medioambientales que buscan la continuidad de la pesca de forma sostenible y responsable. "Vimos la iniciativa que promovía WWF y decidimos que era perfecta para costear el estudio de la guardería de cefalópodos que nos está haciendo la Universidad de Granada".

López indica que desde hace algunos años estaban notando que los marineros que se dedican a la pesca artesanal en Motril sacaban muchas puestas de calamar y jibia. "El problema es que, si los quitamos de las jaulas y los echamos al mar, se pierde la hueva. Estamos viendo la forma de ofrecerle a estos animales un lugar donde depositar los huevos de forma segura, como las nasas de los artesanales. Quitarlas de una forma segura, traerlas a puerto y ponerlas en un sitio donde puedan eclosionar y no se pierdan, porque eso para nosotros es futuro, todo lo que se está perdiendo ahora lo recuperamos, el día de mañana son varios reproductores más y se va regenerando el ambiente y el stock de jibia y calamar sobretodo".

Algunos de los elementos utilizados antes de sumergirlos Algunos de los elementos utilizados antes de sumergirlos

Algunos de los elementos utilizados antes de sumergirlos / G. H.

La guardería está controlada por personal científico y técnico del Aula del Mar CEI.MAR de la UGR, en el marco del acuerdo de colaboración firmado en 2021 entre la Universidad de Granada y la OPP 85 para el desarrollo de actividades de investigación y conocimiento en el ámbito de la pesca de la costa de Granada.

La gerente de la OPP85, Inmaculada Carrasco, añade que el estudio que se está realizando desde junio, es comparativo. "Lo que intentamos es comparar como es el reclutamiento, y estamos contentos porque ya estamos teniendo resultados positivos. Se ha fondeado, con un equipo de científicos de la UGR, unos artilugios naturales, sostenibles y que no son impactantes. Son tres elementos diferentes, uno de ellos está hecho con nasas –una red de pesca pasiva-, para saber también que prefieren las hembras que van a poner sus puestas, no podemos olvidar que son animales salvajes y son, al fin y al cabo, los que eligen, pero no podemos obviar que el elemento que mejores resultados está teniendo hasta la fecha es precisamente la nasa de pesca".

Una de las nasas con huevas de sepia Una de las nasas con huevas de sepia

Una de las nasas con huevas de sepia / G. H.

Carrasco cuenta que el proyecto se encuentra en una fase muy inicial. "Esto nos puede dar pie a una siguiente fase para más tarde desarrollar zonas protegidas en lugares de especial interés para nuestras pesquerías, sobre todo artesanales. El proyecto tiene varias vertientes. Está claro que una de ellas es la protección y reconstrucción del ecosistema marino y la parte más productiva para nosotros como productores pesqueros, pero también la unión y el vínculo tan fuerte que estamos teniendo entre pescadores, científicos y oenegés, porque antes de iniciar el proyecto en sí, se ha formado un grupo de trabajo; y no podemos saltar por alto que también nos estamos uniendo con otros pescadores a nivel nacional que con anterioridad han desarrollado estos proyectos y han tenido muy buenos resultados".

Al hilo, reseña que los productores quieren mostrar que "están muy involucrados y concienciados en proteger sus caladeros y sus zonas de producción. La finalidad es que todas estas puestas que recuperemos podamos llevarlas, por ejemplo, cerca de praderas de posidonia, a lugares que queremos cerrar de alguna manera y proteger para que se siga desarrollando estos cefalópodos que a todos nos encantan".

Un estudio con el que están muy ilusionados porque puede suponer el principio de un proyecto mayor con el que permitir que la pesca artesanal evolucione a la vez que se facilita la repoblación de la sepia y el calamar en zonas de especial interés del litoral granadino.

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