El Laboratorio de Control de Calidad Ambiental de Motril analiza más de 160.000 pruebas de aguas de toda Andalucía

Un poco apartado del núcleo urbano de Motril, los técnicos responsables del Laboratorio de Control de Calidad Ambiental de Andalucía (LCCA), que pertenece a la Junta de Andalucía y es gestionado por la Agencia de Medio Ambiente y Agua de Andalucía (AMAYA), recoge cada año más de 14.600 muestras y realiza 164.000 análisis para garantizar la calidad del agua de las aguas de toda la comunidad andaluza.

Algunas de las funciones que realizan tanto en la sede de Motril como en las de Huelva o Palmones, es la de realizar trabajos de apoyo técnico relacionados con la prevención y el control integrados de la contaminación y la aplicación de mejores técnicas disponibles, así como la asistencia en la evaluación técnica del cumplimiento normativo de actividades e instalaciones, en el marco de los planes y programas de inspecciones medioambientales aprobados por la Consejería competente en materia de medio ambiente y agua.

El consejero de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Ramón Fernández Pacheco, ha realizado una visita al Laboratorio de Motril para conocer de primera mano los últimos avances y los trabajos que los investigadores realizan en las instalaciones del centro motrileño juega un papel fundamental y que sitúan a Andalucía como "referente nacional en el control de la calidad de las aguas". "Nos sentimos especialmente orgullosos de este laboratorio con sus tres sedes -Motril, Palmones y Huelva- donde se analizan diferentes aspectos de la calidad ambiental, como por ejemplo el agua. En este laboratorio trabajan unos 24 profesionales -unos 90 en el caso de los tres centros- y se hace un seguimiento exhaustivo de la calidad y de la materia orgánica que hay en las aguas de Andalucía, un seguimiento y control de las aguas que salen de las depuradoras del ciclo urbano, también un control de vertidos. Se garantiza que el agua que rodea la vida de los andaluces cumple con los máximos estándares de calidad".

Fernández Pacheco ha señalado que este centro recoge cada año más de 14.600 muestras y se realiza 164.000 análisis, "fundamentales para garantizar que las aguas de la comunidad cumplen con los más altos estándares de calidad y seguridad". Motivo por el que el responsable del ramo ha alabado el trabajo que se realiza para garantizar la calidad del agua y ha lanzado un mensaje de tranquilidad para todos los habitantes de Andalucía, "hay muchos profesionales trabajando para que el agua con la que convivimos día a día en el ciclo urbano y también en el medio natural, cuenta con la máxima calidad garantizada por los mejores procesos, medios y profesionales".

Asimismo, el consejero ha recordado que la Junta de Andalucía respalda la actividad del laboratorio de control de la calidad ambiental con una inversión de 17 millones de euros hasta 2027, de los que una parte es destinada a reforzar su capacidad analítica y técnica. "Con esta apuesta consolidamos este centro como un pilar estratégico en la gestión del agua en Andalucía, porque el agua es presente y futuro para nuestra tierra", ha concluido.

El cierre tres veces de una playa de Carchuna

Sobre el cierre en hasta tres ocasiones de una franja de playa en Carchuna por la alteración de los parámetros microbiológicos del agua, Fernández Pacheco ha señalado, a preguntas de Granada Hoy, que desconocen por el momento cuáles son los motivos que han provocado estas alteraciones pero "a nadie se le puede escapar que el verano en la costa de Granada es una época en la que a población crece de manera sustancial. Ese tipo de episodios -en referencia a los cierres- se tienen de forma relativamente habitual en varios puntos del litoral, como consecuencia de la capacidad propia que tienen las estaciones depuradoras".

En este sentido, ha indicado que "hay personas encargadas de controlar que las cosas funcionen como tienen que funcionar, y cuando se decide cerrar una playa se hace por la seguridad de los vecinos y de todos los veraneantes. El problema sería que la playa no se cerrara aun cuando su seguridad estuviera comprometida, y en Granada se ha demostrado que eso no es así".

Ha destacado que entiende la preocupación de todos los responsables municipales que se han podido ver afectados por estos cierres, con el ciclo integral del agua, y por saber si son capaces de cumplir con su obligación: la depuración y el saneamiento de las aguas residuales. Al hilo, ha añadido que la Junta de Andalucía está dando "auxilio" al mundo municipal para mejorar la red para que cumpla con el medio ambiente y conseguir nuevos recursos que "permitan garantizar el regadío en zonas tan importantes y productivas como esta comarca".

Y ha señalado que hay que dejar trabajar a los técnicos que decidirán las medidas a adoptar para el próximo verano para que no se vuelva a dar la misma situación.