A gritos. Los niños y niñas de la Costa Tropical no han podido evitar la emoción de llamar a gritos a Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente. La emoción contenida en las horas previas a la noche más emocionante del año ha terminado por salir nada más hacer aparición en los distintos puntos del litoral a Melchor, Gaspar y Baltasar. Caramelos, ilusión y muchos ojos bien abiertos para no perder ni un detalle de todo lo acontecido, con paciencia, tras las vallas de seguridad. 

Custodiados por el Servicio Marítimo de la Guardia Civil, las tres embarcaciones de Sus Majestades llegaban a Motril a la hora marcada. Poco importaba la ligera brisa que se estaba levantando en la Costa Tropical, multitud de niños, y no tan niños, se concentraban en las inmediaciones del Club Náutico del Puerto de Motril para ver como la comitiva real llegaba cargada de dulces y regalos tras una larga travesía.

Algún padre aprovechaba para reconocer que, pese a que iban a ver la Cabalgata en varios puntos de la localidad acompañados por familiares y amigos, no habían querido perder la oportunidad de acercarse a la dársena portuaria para ver más de cerca a los Reyes, e incluso, intentar hacer a los pequeños alguna foto con ellos. La llegada en barco es toda una tradición en Motril, por lo que cada año multitud de familias aprovechan las primeras horas de la tarde para ver su llegada desde Oriente. 

Los Reyes Magos a su llegada al Club Náutico de Motril

Aunque no a todos les pilla por igual. Al pequeño Juan Fernando Junior, con un año recién cumplido, la visita de Sus Majestades no le terminaba de convencer y ponía alguna que otra mueca de disgusto al ver como se le acercaba un extraño -el Rey Melchor-. 

A escasos metros, María miraba de reojo a su pequeña -María también- que con algo de nerviosismo le preguntaba al Rey Baltasar si había recibido su carta que le dio hace pocos días a su emisario, y que tras recibir una afirmación por respuesta le salía una gran sonrisa para, seguidamente, pedir caramelos. 

En el lado opuesto, un gran grupo de padres y madres junto a sus hijos aprovechaban el acercamiento de los Reyes para ofrecer algunos caramelos y pedirles una foto grupal para el recuerdo. 

La magia y la ilusión es lo último que se pierde como quedó demostrado en los ojos de los muchos niños que, a lo ancho y largo de la Costa, disfrutaron de las multitudes de carrozas, el juego de luces y colores, la música y el dulzor de la juventud envuelven el ambiente.

De hecho, en sentir y el nerviosismo ante la inminente llegada de los Reyes a los distintos hogares se podía sentir en cada rincón de la Costa Tropical. Desde La Herradura, donde Sus Majestades estuvieron acompañados además por sus reinas magas, una tradición que se remonta a más de 80 años, cuando los Reyes Magos empezaron a desfilar acompañados de sus respectivas Reinas, que les ayudaban a repartir los regalos a los niños y niñas. Hasta Salobreña, donde los más pequeños pudieron seguir a la comitiva por las distintas calles de la localidad; pasando por original paseo que se dan por las calles de Albondón a lomos de sus caballos mientras reparten caramelos. 

"Agradecer a la Asociación Pro Cabalgata de Motril el trabajo que hacen, no solo durante esta época del año, sino los 365 días del año por conseguir que está sea la noche más mágica y la más esperada por pequeños y mayores. También darles la bienvenida a Sus Majestades a la ciudad de Motril y agradecerles la ilusión que despiertan entre los más pequeños, además del gesto que tienen de acercarse a las residencias de mayores de nuestra ciudad para llevarles un presente porque la mayoría de las personas que están allí no podrán salir esta noche a verlos", indicaba la alcaldesa de Motril, Luisa García Chamorro.