Motril realiza un homenaje a la reina Fabiola en el décimo aniversario de su muerte
Los actos se celebran en la iglesia de Playa Granada y en la propia finca de los reyes belgas
El refugio vacacional del rey Balduino de Bélgica, en Motril, abre sus puertas
Motril celebra diversos actos en memoria de la reina Fabiola de Bélgica en el décimo aniversario de la muerte de una aristócrata que disfrutó del encanto de la capital de la Costa Tropical, interesándose por sus costumbres y sus gentes. El 5 de diciembre de 2014 falleció Fabiola de Mora y Aragón, reina de los belgas tras su boda con Balduino de Bélgica, una década desde su partida que la familia recuerda con la celebración de un homenaje en su memoria.
Los actos comenzarán a las 18:00 horas con una Eucaristía de Acción de Gracias en la iglesia de Santa Josefina Bakhita, en Playa Granada, y continuará con la celebración de una mesa redonda, sobre las 19:15 horas en Villa Astrida, que permitirá a los asistentes ahondar más en la vida de la reina que estuvo muy ligada a la Costa de Granada.
Villa Astrida se convirtió en el refugio vacacional de los reyes de Bélgica desde los años sesenta hasta que el monarca falleció allí en 1993 de un ataque al corazón, pero durante la construcción de este residencial no fueron pocas las visitas que los monarcas realizaron a la Costa Tropical para seguir de cerca los avances de la finca, hospedándose en el Hotel Costa Nevada de Motril.
Desde el primero momento de su estancia, los reyes de Bélgica quisieron conocer a sus vecinos, sus costumbres y formas de vida, por lo que no es de extrañar que sean muchos los habitantes de Motril que recuerdan como era normal verlos pasear por las calles, comprando en los negocios locales o atendiendo sin ningún problema a todos aquellos que los reconocían. En la ciudad se les recuerda como "cercanos, cariñosos y muy amables", además era normal verlos participar en los actos religiosos de Semana Santa.
Durante las fiestas de agosto, la reina Fabiola solía asistir acompañada por el propio rey o de alguno de sus hermanos a los espectáculos que se organizaban en la ciudad. Además, como buena amante de la música y de las artes en general, también disfrutó en múltiples ocasiones de la Zarzuela, el ballet o de espectáculos de canciones populares de España.
Tras la muerte de Balduino, en 1993, la reina siguió visitando Motril acompañada por sus familiares, dejando huella de su amor por la Costa Tropical. Su última visita documentada a la ciudad es en 2008, con motivo de los actos celebrados por el Ayuntamiento en conmemoración del decimoquinto aniversario de la muerte de Balduino.
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