'El sabor de nuestras abuelas', el homenaje de Salobreña a la historia gastronómica de sus vecinas

Hay un olor que permanece intacto pese al paso del tiempo por las calles de Salobreña y sale de las cocinas de multitud de vecinas, y algún que otro vecino, que mantienen viva la cultura culinaria de siempre, la de cuchara, producto de kilómetro cero y nada de postureo. Esa que alimentaba a toda una familia, reconfortaba el alma y ha ido pasando de generación en generación.

Y el Ayuntamiento de Salobreña se ha propuesto que esas recetas de toda la vida no caigan en el olvido. Frente a la inmediatez y la velocidad de la vida que aleja a las personas cada vez más de las cocinas, pretenden que cualquiera pueda replicar estos platos tradicionales a golpe de click, además de generar un documento de la historia del municipio a través de sus propios vecinos. El proyecto, El sabor de nuestras abuelas, está incluido dentro del proyecto gastronómico Salobreña para comérsela, en el que organizan distintas actividades para potenciar la gastronomía de la zona y a los negocios que trabajan en el día a día con los productos locales.

Las participantes en esta primera edición han abierto las puertas de sus casas a Lidia de la O -Atrapada en mi cocina-, creadora de contenido gastronómico de la Villa que ha sido la encargada de guiar a las participantes, documentar todo el proceso y crear los vídeos que pueden verse a través de la página de Turismo de Salobreña. Pestiños, cazuela de fideos, puchero de caracoles o pollo con salsa de almendras, son algunas de las recetas que las vecinas comparten con las medidas que les ha dado la experiencia de la vida.

La concejal de Turismo, María del Carmen Callejón, explica que la idea es presentar en la próxima Feria Internacional de Turismo de Madrid el programa de Salobreña para comérsela, y los vídeos que han grabado con las abuelas. "Nuestro objetivo era emocionar todo el año con los proyectos, actividades y eventos que hemos ido desarrollando".

Callejón agradece a todas las participantes la predisposición para participar en todo, abrir las puertas de sus casas y dejarse grabar. "Hemos podido colarnos en sus cocinas, disfrutar de su compañía", señala mientras avanza que la idea es recopilar todas las recetas en un libro junto con las actividades realizadas durante los encuentros con chefs en el mercado o la Hora Dorada del Castillo.

Una de las participantes es Conchita Flores Ruiz, más conocida como Flora, destaca emocionada la satisfacción de poder participar en este tipo de proyectos y mostrar una de las recetas que le hacía su madre, aunque adaptada. "Mi madre hacía choto con salsa de almendras y yo lo he adaptado para que se pueda hacer con todo tipo de carnes y a mis nietos le encanta cuando lo hago con pollo". Recuerda que en sus tiempos se comía mucho puchero y mucha cazuela, pero también han tenido corrales con gallinas, pollos o cabras, vacas y chotos, "hemos tirado de la despensa de lo que había en la casa. Mis padres eran hortelanos pero también teníamos animales".

Flora recuerda con especial amor el puchero de coles que hacía su madre. "Trabajaba en un horno y el pan de aceite y las tortas de azúcar que hacía eran incomparables, sin olvidar el pan. He aprendido también mucho de la cocina gracias a una cuñada que entró a mi casa antes de que yo naciera y era como mi segunda madre, ella se encargaba de hacer la comida".

En esta primera edición han participado Encarna Venegas Béjar, Carmen Armada García, Pilar Ortega Benavides, Eva Palomares Rodríguez, Gertrudis Villaescusa Medina, Francisco Jódar Martín, Conchita Flores Ruiz, Ángeles Alabarce Morata, Carmen Cano Vega, Encarnita Espín Gómez y Mª Carmen Rodríguez Noguera.