El tiempo de respuesta no supera los 35 minutos: hay que estar preparados ante un riesgo de tsunami en Granada
Los expertos señalan que la mejor defensa es la anticipación, y reclaman mayor coordinación institucional y social
Los ayuntamientos de la Costa de Granada tendrán que elaborar un plan de evacuación en caso de tsunami

Aunque pueda parecer algo más propio de una película apocalíptica o una forma de llamar la atención, la posibilidad de la llegada de una gran ola que se adentre en el territorio y afecte a un buen número de municipios de la Costa Tropical, es real. En ese caso los vecinos de los municipios afectados tendrían un margen inferior a la media hora para reaccionar y salir en busca de alguno de los puntos de evacuación seguros que hay por el territorio. Es una de las deducciones que sacan expertos en la materia en la última jornada organizada para analizar las consecuencias y las medidas a tener en cuenta.
El mar de Alborán, situado frente a las costas de Granada y Almería, es uno de los puntos calientes que han analizado en la jornada Tsunami: la amenaza silenciosa que llega rápido, organizada por la asociación de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos en Madrid, y en la que se ha puesto sobre la mesa que en caso de que se generase uno en Alborán, en tan solo 15 minutos llegaría a la costa marroquí, y posteriormente se desplazaría hasta la zona oriental de Andalucía, con especial incidencia en Granada, Almería o Málaga, por lo que el margen de tiempo para buscar un lugar seguro sería inferior a la media hora.
El presidente de la asociación, José Trigueros, subraya la necesidad de incorporar esta amenaza a la agenda de la seguridad ciudadana. "Durante décadas, el riesgo de tsunami en España ha estado en un segundo plano. Sin embargo, el sureste peninsular y zonas como el Golfo de Cádiz o el mar de Alborán presentan una vulnerabilidad que no puede ser ignorada". Además, señala que aunque en España no es normal hablar de tsunamis, "tenemos reciente la DANA de Valencia y se puede pensar cómo es posible que no se tomaran medidas para que no hubiera sucedido", por lo que desde el colectivo están inmersos en una campaña sobre prevención de riesgos y cómo actuar en materia de seguridad en las distintas infraestructuras.

Por su parte, el doctor Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, que además es miembro del Instituto Español para la Reducción de los Desastres (IERD), Gregorio Gómez Pina, explica que especialmente con la llegada de la época estival, comienza a verse más información acerca de los posibles tsunamis o el periodo de retorno, "creo que no hay que marear la perdiz con esto y sí estar preparados, sea el periodo de retorno en 1.000 años o en 100".
A grandes rasgos, Gómez Pina indica que un tsunami es un fenómeno natural "mucho más dañino que un terremoto", y que en el caso de España "son muy, muy poco frecuentes". En este sentido, cuenta que en Suiza, pese a no tener mar, tienen un representante en la Unesco para estar al día de todas las recomendaciones sobre el tema, con el objetivo de informar a sus habitantes para que sepan lo que tienen que hacer en caso de ir de vacaciones a un lugar con un posible riesgo.
Lejos de lo que pueda parecer, no es necesario que llegue una gran ola para que afecte a los municipios del litoral, "hay olas de tsunamis que son pequeñas y muy peligrosas" porque tienen una gran longitud de onda, se puede adentrar en tierra bastantes kilómetros, y pueden producirse por terremotos en el fondo del mar o deslizamientos submarinos, como causas más probables, y en casos más localizados por erupciones volcánicas, deslizamientos costeros, meteoritos, glaciares o explosiones de gran magnitud.
Sobre ello, el experto recalca que un tsunami de dos metros de altura puede ser muy peligroso si lleva asociado una masa de agua de longitud de unos dos kilómetros por encima del nivel del mar.
En el Puerto de Motril hay un mareógrafo, que está acoplado a otros de Puertos del Estado, y que está calibrado para poder captar, si hay un maremoto, la llegada de la onda, y de esta forma dar aviso tras las distintas comprobaciones.
Un plan de actuación para estar preparados
En la Costa de Granada no se tiene constancia de ninguna tragedia asociada a un maremoto, no obstante figura dentro del documento que la Junta de Andalucía elaboró hace algunas fechas para evaluar los riesgos potenciales y plantear las medidas de seguridad a tener en cuenta, incluyendo un listado de sitios a los que dirigirse en caso de que un suceso de este calibre amenazase al litoral granadino. En dicho plan aparece más de medio centenar de refugios en los que la población más afectada se podría resguardar, repartidos principalmente entre los términos municipales de Almuñécar, Motril y Salobreña, aunque también incluye otras localidades como Albuñol, Gualchos, Lújar, Polopos, Rubite, Sorvilán y Torrenueva.
El Consejo de Gobierno aprobó en junio de 2023 el plan, obligando a los consistorios costeros a elaborar un documento en el que estén validados sobre el terreno el mapa de puntos seguros, corroborando parámetros como la altitud y la situación de los viales elegidos como rutas para alejarse de la costa. Documentos que por el momento no están terminados. El objetivo es que en caso de una subida del nivel del mar por un maremoto, la población pueda ponerse a salvo en un periodo de entre 30 y 45 minutos.
Y para ello los ayuntamientos tienen que poner en marcha un plan de emergencia en el que se dé cabida a esta planificación y sea aplicada en caso de evacuación de las zonas costeras. La cartografía dibuja sobre las capas del satélite las zonas que quedarían anegadas en caso de oleaje extremo.

A final del pasado año, el Ayuntamiento de Motril y el área de Seguridad Ciudadana presentaron la actualización de su Plan de Emergencias Municipal, aprobado y homologado por la Junta de Andalucía, adaptando al Plan Andaluz, pues la Junta aprobó el Plan Territorial de Emergencias de Andalucía mediante Decreto 69/2024.
Y aunque no se ha tenido que activar hasta la fecha por riesgo de tsunami, sí que se ha activado desde su puesta en funcionamiento varias veces demostrando que los medios del área de Seguridad Ciudadana y fuerzas como Protección Civil están preparados para acometer cualquier situación que pueda suponer una emergencia local.
Un plan que, según apuntaron entonces desde el Consistorio, permite tener un protocolo actualizado y de garantías que permita a todos los actores implicados tener una organización, coordinación y dirección ante cualquier situación de riesgo o catástrofe que pueda surgir en la ciudad.
Por el momento, se desconoce si el resto de municipios de la Costa tienen sus propios planes de emergencias actualizados y homologados por el Ejecutivo andaluz.
¿Está preparado el litoral granadino?
En el documento elaborado por el Ejecutivo andaluz se recoge los distintos municipios costeros y las zonas con mayor incidencia. De forma que en Almuñécar habría 19 puntos de encuentro desde La Herradura hasta la Playa del Calabajío. En el caso de La Herradura, y siempre según este informe, en el caso de maremoto quedaría completamente afectada desde la desembocadura del Río Jate hasta el entorno de La Playilla. En total, algo más de dos kilómetros de costa atravesados por varios núcleos de población que tendrían que buscar un plan de escape en caso de una inundación, en contraposición la Punta de la Mona casi ni se vería afectada por el abrigo de las montañas, que actuarían de protección.
Según el Plan de Emergencias de la Junta, Almuñécar sería uno de los puntos calientes. En total, unos tres kilómetros para los que la Junta de Andalucía ha dispuesto cuatro puntos de encuentro, ubicadas en las principales avenidas del municipio (Mediterráneo, Juan Carlos I y Europa) y cerca de la desembocadura de Río Verde.
Salobreña tampoco se salvaría en un hipotético maremoto. La zona incluida entre la Playa de la Caletilla y la desembocadura del Río Guadalfeo, lo que se traduce en unos cinco kilómetros para los que se han dispuesto tres puntos de reunión: en la carretera de la Caleta, en calle Cristo y Avenida del Mediterráneo.
En el caso de Motril, Playa Granada sería la zona más afectada al desaparecer bajo el agua en caso de producirse un tsunami. De hecho, la desembocadura del Guadalfeo es el punto de inicio de la zona afectada según los cálculos de la Junta, que la extiende hasta la Rambla de Puntalón, rozando con Torrenueva, otra zona que también se vería afectada, aunque en menor medida.
Para cubrir esta área, el Plan de la Junta ha dispuesto cinco puntos de reunión. El primero de ellos, encima del club de golf de Los Moriscos y el resto en las principales vías de acceso y salida de Playa Granada: Camino de la Vía, Rambla de las Brujas y en la N-347 y la GR-16.
Los maremotos no entienden de fronteras ni tampoco de turismo, de ahí que además de los principales focos turísticos de la Costa, también se viesen afectados otros lugares del litoral, como la mencionada Torrenueva, para la que existiría un único punto de reunión, en la confluencia entre la Carretera de Almería y la Rambla de Villanueva.
En Carchuna contarán con tres puntos de evacuación, ubicados alrededor de la Carretera de Almería, mientras que Calahonda tiene dos: uno también en la incorporación a la mencionada vía y otro al final del Camino del Puntal.
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