Más de una treintena de denuncias por botellón en un día en Playa Granada

Agentes de la Policía Local de Motril han interpuesto más de una treintena de sanciones económicas que podrían llegar hasta los 300 euros en distintos puntos de Playa Granada por consumo de alcohol en la vía pública, así como seis denuncias por alteración del orden o falta de respeto y una más por alcoholemia administrativa, en una sola noche.

Según indican desde la Policía Local, dichas actuaciones se realizaron la noche del viernes en distintas localizaciones de la playa. "Nos hemos tenido que ir adaptando ya que cambian los lugares donde lo realizan, en este caso ha sido en la zona de estacionamientos entre los chiringuitos Espeto y Hoyo 19, y la zona de estacionamiento junto a los Moriscos.

En este sentido, añaden que vigilarán para que se respete la prohibición de hacer botellón en la vía pública y recuerdan que la normativa contra el botellón sigue vigente con importantes sanciones y que se velará porque se cumpla la normativa así como cualquier otra actuación incívica incompatibles con la normal utilización de los espacios abiertos de la ciudad.

En 2017 el Ayuntamiento de Motril reguló la prohibición de hacer botellón en la calle, pese a que en un primer momento había una zona habilitada para ello junto a la Piscina municipal, bajo el amparo de la Ley Orgánica 4/2015, de 30 de marzo, de protección de la seguridad ciudadana, la Ley de la Comunidad Autónoma de Andalucía 7/2006, de 24 de octubre, sobre potestades administrativas en materia de determinadas actividades de ocio en los espacios abiertos de los municipios de Andalucía, y la Ordenanza sobre Protección de la Convivencia Ciudadana y Prevención del Vandalismo en Espacios Públicos. De hecho, hasta ese momento era normal ver una gran congregación de jóvenes, principalmente los fines de semana, en las inmediaciones de la zona de ocio o en el ferial.

Una práctica que se continuó realizando un tiempo más durante la época estival en el tramo final del paseo marítimo de la Playa de Poniente. En 2018, el Consistorio le declaró la 'guerra' a esta práctica y desde entonces se persigue en los posibles focos que surgen en el municipio.

Las sanciones pueden oscilar en el caso de las leves hasta con 600 euros, mientras que en el de las graves con multas de 301 hasta 24.000 euros.