El inicio de septiembre ha sido una agradable sorpresa para la provincia. Con unas previsiones muy bajas debido a la falta de turismo internacional, el más usual en estas fechas, y la confianza de los turistas aún condicionada por la situación epidemiológica, todo apuntaba a un inicio de mes decepcionante. Sin embargo, el hambre de vacaciones y el buen tiempo han permitido que la Costa Tropical vuelva a alcanzar el lleno técnico en el primer fin de semana del mes. Así lo indicó el presidente de la Asociación de Hoteleros de la Costa Tropical (AHCT), Jesús Megías: "Estamos sorprendidos, en el primer fin de semana hemos registrado lleno técnico y entre semana hemos estado siempre por encima del 60% de ocupación, teniendo en cuenta que no tenemos mercado internacional, estamos muy satisfechos". 

Megías explicó que "el destino Costa Tropical está muy consolidado a nivel nacional" y que "con la pandemia la gente prefiere no salir del país y la gente viene a la Costa". La comparación con el 2020 es muy positiva porque "el año pasado tuvimos que cerrar el 20 de septiembre y este año nos planteamos cerrar a final de octubre, ya dependerá de cada establecimiento". Las previsión es que septiembre mantenga el nivel de ocupación actual.

Respecto a la campaña de otoño Megías destaca que "hasta que no haya normalidad y la curva de fallecidos siga estancada en más de 100 al día a nivel nacional no vamos a tener un otoño-invierno esperado" y pone la vista sobre el futuro porque "la mejor decisión es ser cautos, hemos salvado la temporada a nivel económico y debemos pensar en la primavera del año que viene".

"Dependemos mucho de los países de centro Europa, personas mayores de 60 años en otoño e invierno, son muy prudentes y prefieren disfrutar la temporada que viene, aún les asusta el Covid", explicó Megías sobre la campaña de otoño, puesto que "en todos estos países están fomentando que se queden".

Respecto a la paulatina vuelta a la normalidad, el presidente de los hosteleros de la Costa consideró que "el turismo va de la mano del ocio y la cultura y, afortunadamente, la Costa Tropical es un gran escenario y, en concreto Almuñécar realiza muchos eventos mensuales durante todo el año". Megías también destacó que "en septiembre tenemos un amplio cartel de eventos y desde aquí, la Asociación de Hoteleros le damos la enhorabuena al concejal de cultura por su trabajo en Almuñécar".

Además, parece que el bolsillo de los turistas que visitan la Costa Tropical muestra visos de recuperación porque "la gente tenía muchísima hambre de vacaciones, y aunque se han subido precios, se ha incrementado el gasto en torno al 15 y el 20% respecto a 2019" e insiste en que "tenemos que ser muy prudentes, vamos a intentar salvar la primavera de 2022 haciendo los deberes".

Por su parte, el presidente de la Asociación de Chiringuitos de la Costa Tropical, Francisco Trujillo, coincidió en que la situación "se va pareciendo a un septiembre normal, previo a la pandemia". Aunque "por el comienzo de institutos y colegios la semana que viene se espera que esto caiga ya bastante, estamos a la espera de ver cómo responde el turismo internacional, es la esperanza que tenemos para las próximas fechas".

En comparación con el 2020, Trujillo resaltó que "el año pasado estaban subiendo mucho los contagios por estas fechas, ahora están bajando y eso nos tranquiliza". La mejora de la situación epidemiológica ha permitido la relajación de las restricciones aunque "la expansión de los horarios en esta época apenas nos afecta, no habría venido mucho mejor hace un mes".

"El consumidor se anima poco a poco, está habiendo mucho más movimiento, pero esto no es empieza, es cómo acaba, tenemos que ser muy prudentes y puede ser un efecto rebote tras la pandemia, cuando se estabilice la situación veremos cómo estamos de verdad", incidió Trujillo.

Además, resaltó una problemática clave: "Los gastos de nuestros establecimientos se han disparado". Según Trujillo, esto se debe a que "la luz, el combustible y el gas han subido muchísimo, estamos preocupados", por lo que "en agosto no se notaba tanto, ahora, con menos ingresos, sí que lo vamos a notar".

"Los gastos se han disparado y sumando que no se alcanza el ritmo de 2019, tenemos un problema. Recargar mi batería de butano me cuesta 100 euros más que a finales de 2019. Es un incremento demasiado alto, así es difícil que salga un balance positivo", sentenció Trujillo.