La Agencia Estatal de Meteorología activó el aviso naranja por fuerte oleaje y vientos en la Costa de Granada durante el Día de la Inmaculada, unas rachas que en algunos puntos del litoral granadino registraron hasta los 100 kilómetros por hora, y que provocaron graves destrozos en más de 35 invernaderos en Carchuna y Calahonda.

Grandes rachas de viento que destrozaron decenas de invernaderos de la zona hasta donde los propios agricultores se desplazaron corriendo para intentar mitigar los daños, reparando sobre la marcha y cuando el viento lo permitía, las estructuras.

Elisa Puertas, una de las agricultoras afectadas, lamentaba que algunos de sus compañeros, con cultivos de pepino, han visto como el viento les "destrozaba" los invernaderos, "si viene una bocanada de viento te destroza el invernadero entero y no se puede recuperar la plantación". En su caso, cultiva tomate 'Adora, ha visto como parte de la producción ha sido afectada, lo que le ocasionará grandes pérdidas, aunque podrá recuperar parte de ella, algo que sus compañeros no. 

Puertas reseñaba que solo en estructuras, los daños pueden rondar los 10.000 euros, y otros 20.000 más que dejará de recolectar en kilos de tomate.

Unas pérdidas que podrían ser mucho mayores de no ser por el "compañerismo" de muchos agricultores que, ante la situación vivida, "se subieron encima de los invernaderos y arriesgaron su vida para intentar salvar lo poco que tenemos y no perder la cosecha", indicaba.

Otro de los agricultores afectados relataba que se vivieron momentos de "verdadera tensión", ya que trabajaban a contrarreloj y contra las inclemencias del tiempo. "Había momentos en los que saltábamos corriendo de encima de los invernaderos y nos resguardábamos del viento para que no nos tirara a nosotros también".

Aseguran que "parchearán" los destrozos de forma urgente para poder concluir la actual campaña, y que una vez que esta finalice, buscarán la forma de arreglar los invernaderos y cuantificaran los daños ocasionados.