El Covirán Granada vuelve a las andadas y suma su sexta derrota de la temporada en Girona

Matt Thomas lanza ante el intento de tapón de Susinskas.
Matt Thomas lanza ante el intento de tapón de Susinskas. / ACB Photo

El Covirán Granada sigue sin ganar lejos del Palacio de Deportes. Esta vez perdió en Girona (82-76), ante un rival directo en la lucha por la permanencia, en un encuentro marcado por un paupérrimo tercer cuarto en el que encajó un parcial de 17-0 cuando iba ganando al descanso por siete.

El choque comenzó con un mate de Olumuyiwa tras una buena jugada colectiva. La respuesta llegó por medio de un triple de Pep Busquets antes de que se tuviera que detener el juego por un problema en el reloj de posesión en el ataque de los rojinegros. Solucionada esa incidencia, el parón benefició a los de Ramón Díaz, que desde ese momento siempre fueron por delante en el marcador. Cinco puntos consecutivos de Lluís Costa, con triple incluido, dio las primeras distancias a los granadinos.

Pero Juan Fernández no quiso ser menos y contestó también con cinco puntos seguidos. Empero, los visitantes despegaron en ataque desde ese momento. Un parcial 0-8 con triple incluido de Jovan Kljajic, puso siete arriba a su equipo (8-15). Girona se dedicó a lanzar triple tras triple, sin acierto eso sí, pero cuando hizo más daño fue jugando por dentro gracias, sobre todo, a Juan Fernández. El argentino mantuvo un bonito duelo con Olumuyiwa.

Sin embargo, la clave fue la defensa zonal impuesta por Ramón Díaz, que se le atragantó a los de Moncho Fernández. Una zona que rompió José Vildoza. Entró en cancha Zach Hankins que lo primero que hizo fue cometer dos faltas personales, pero el técnico lo mantuvo en pista y gracias a ello, cogió confianza sobre todo en el rebote. Finalmente, un parcial de 0-5 puso la máxima diferencia en los primeros diez minutos. Ocho puntos (19-27) gracias a los buenos porcentajes en los lanzamientos, todo lo contrario que su rival.

El segundo periodo arrancó con un triple de Sander Hollanders que obtuvo respuesta en otro de Matt Thomas. De nuevo Lluís Costa, con cinco puntos seguidos entre ellos un triple inverosímil, puso la máxima en el electrónico (24-35). El cuadro catalán siguió insistiendo con lanzamientos de tres que no acertaban, pese a que en los tiros de dos su porcentaje era muy bueno. Y fruto de ello, logró un parcial 6-0 que los acercó a cinco puntos. Fue un cuarto con menos acierto y mucha precipitación en ataque por ambos contendientes.

La renta de los granadinos se mantuvo en torno a los ocho puntos, y eso que Luka Bozic, el mejor jugador de lo que se lleva de temporada de los rojinegros, se fue a los vestuarios con cero puntos en su haber y tan solo un lanzamiento a canasta. Algo poco habitual. Pero no fue necesaria su aportación para terminar la primera mitad siete arriba (36-43) gracias, entre otros aspectos, a los 14 puntos de Costa, que lideró a su equipo. A nivel numérico, pese a perder el global por 17-16, destacó el 55,5% en triples (5 de 9) por bando visitante. Por el contrario, los de Fernández tuvieron un pobre 15,8% (3 de 19), pero sí estuvieron brillantes en lanzamientos de dos (73,3%).

Estaba por ver en la segunda mitad si el acierto desde más allá de 6,75 iba a ser el mismo y si la zona que planteó Ramón Díaz iba a seguir funcionando. Y no arrancó bien, pues Otis Livingston anotó un 3 más 1 que acercó a tres a los gerundenses. Fue el inicio de un vendaval de los locales, con dos alley-oop consecutivos para culminar un parcial de 8-0, que obligó al técnico rojinegro a pedir tiempo muerto con tan solo dos minutos y nueve segundos en juego. El parcial fue creciendo y llegó a ser de 17-0 ante un rival que salió con una enorme caraja de los vestuarios. Se dejó de jugar en equipo, cada uno hizo la guerra por su cuenta en cancha delantera y, de ganar por siete, se pasó a ir perdiendo por siete (53-43). La desconexión costó cara.

De nuevo el técnico granadino paró el partido tras acumular más de cinco minutos sin anotar. En concreto, el Covirán Granada tardó 6:23 minutos en encestar. Las pérdidas se sucedieron y no pareció el mismo equipo el de la segunda mitad al de la primera. De hecho, pasó a ser borrado de la pista sin que desde el banquillo se encontraran soluciones. Fue Valtonen, con cinco puntos consecutivos, el que rompió la sequía para acercar a cinco a su equipo. Con un parcial de 2-8, los de Díaz se volvieron a meter en el partido. La reprimenda de su entrenador surtió efecto. Finalmente, la desventaja fue de cuatro puntos (57-53) tras un global de 21-10.

En los últimos diez minutos, Hankins fue la referencia interior en defensa y en ataque, pero las quince pérdidas pasaron factura y eso lo aprovechó el conjunto catalán. La fluidez ofensiva del primer cuarto no fue, ni de lejos, la misma. Pese a jugar a base de arreones y con errores groseros de Costa desde el triple, con dos air ball casi seguidos, el Covirán siguió vivo gracias a sus individualidades, aunque el control del partido era de los de Moncho Fernández. Si embargo, dos triples de Matt Thomas y otro de Rousselle apretaron el electrónico a 3:31 del final (68-67), obligando al técnico gallego a pedir tiempo muerto.

Había partido pese al horrible tercer cuarto. Valtonen igualó la contienda, pero al igual que en el inicio de la segunda mitad, Otis Livingston volvió a anotar un 3 más 1 que hizo mucho daño y a ello se sumó una falta en ataque de Olumuyiwa. A 1:19, Juan Fernández puso seis arriba al Girona. Valtonen volvió a albergar esperanzar de sumar el segundo triunfo del curso con un triple, pero una falta de Rousselle lo aprovechó Busquets para anotar dos tiros libres y mantener un colchón de cinco puntos. Restaban 31 segundos y Bozic anotó su primer punto en el partido desde el tiro libre, falló el segundo que no es su fuerte y cometió falta sobre Mark Hughes, que no erró desde la línea de 4,60 para dejar finiquitado el choque.

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