El Covirán Granada se va al parón con otra derrota

Granada/El Covirán Granada, muy mermado, cayó de forma clara en Vitoria ante el Baskonia (103-82), en un partido en el que llegó a ir perdiendo por hasta 32 puntos al inicio del tercer cuarto. Los granadinos llegaron a ponerse a 14 pero fue un espejismo fruto de la relajación de los locales porque la realidad es que no tuvieron opciones de triunfo nunca.
Tras las derrotas de Hipos Lleida y Leyma Coruña, los de Pablo Pin saltaron al parqué del Bruesa Arena sabiendo que se irían al parón de la competición fuera de los puestos de descenso porque también cayó Girona. Con una rotación muy corta, en concreto de diez jugadores debido a las lesiones de Edgar Vicedo y Jacob Wiley, el juego interior se vio muy mermado para los rojinegros, que ya buscan refuerzos en el mercado de fichajes. Pero aún así, compitieron en la zona, no así en otras posiciones.
Eso, obviamente, lo sabía Pablo Laso, que percutió el juego de su equipo en el arranque en la zona rojinegra. Luwawu-Cabarrot y Luka Samanic fueron protagonistas, logrando cargar a dos de los pívots con faltas. Primero fue Rubén Guerrero, que sumó dos faltas en menos de cuatro minutos. Posteriormente, Iván Aurrecoechea, su sustituto, que le puso garra en la zona, el que cometió otras dos. Eso hizo que Amine Noua tuviera que actuar de ‘cinco’, aunque siempre de cara al aro.
Un aro que no vieron los jugadores exteriores salvo Elias Valtonen, porque Gian Clavell mostró en el primer cuarto esa imagen de jugador errático que juega para él y no para el equipo, lanzando para maquillar sus estadísticas pero sin ser efectivo. El finés mantuvo al Covirán vivo gracias a su talento desde el perímetro, además del dominio en el rebote, en especial el ofensivo. El alero rojinegro igualó a 11 con un triple el choque, pero a partir de ahí, una de las habituales desconexiones de los de Pin, dio lugar a encajar un parcial de 9-0 que obligó al técnico granadino a pedir tiempo muerto.
La sangría la cortó Aurrecoechea desde el tiro libre y desde el banquillo se buscó en la zona buscar romper esa dinámica. Pero el pívot del Covirán Granada cometió también su segunda falta, y Noua fue la referencia interior. El galo, con seis puntos seguidos, tiró del carro pero Luwawu-Cabarrot no dejó que los visitantes se acercaran para terminar el primer cuarto 26-21.
Pero en el segundo apareció la figura de Markus Howard, el talentoso escolta del Baskonia que mostró su enorme calidad con nueve puntos seguidos, seis de ellos fruto de dos triples, que lanzaron a los de Laso en el marcador. Rubén Guerrero, en la pintura, miró más el aro pero cometió a siete minutos del descanso su tercera falta y se tuvo que sentar en el banquillo. Empero, los vitorianos ya habían calentado su mano y, poco a poco, fueron mermando la moral de los granadinos.
Donta Hall puso la máxima, once puntos, y a partir de ahí todo fue coser y cantar. Clavell anotó su primer triple, pero sirvió de poco pues Howard tenía el día, y cuando eso pasa sus rivales poco tienen que hacer. La renta subió a quince y Pin paró de nuevo el choque a 2:15 del receso. No obstante, solucionó poco porque Howard y Raieste machacaron el aro desde más allá de 6,75 para alcanzar los 21 de ventaja (59-38), que fue el resultado con el que ambos contendientes se fueron a los vestuarios.
El 33-17 de global lo dejó claro, al igual que los siete triples de diez intentos que encestaron los vascos (70% de acierto), con el mismo porcentaje en tiros de campo por el 42% de los rojinegros. Y eso que tan sólo perdieron tres balones, pero fueron castigados con siete puntos tras regalar la posesión. Se podrían buscar como excusa los 16 tiros libres lanzados por el Baskonia por los cinco del Covirán, pero la realidad es que encajaron en veinte minutos nada menos que 59 puntos. Una auténtica barbaridad que hizo imposible competir.
Con el duelo prácticamente sentenciado, el Covirán Granada saltó a pista en la segunda mitad con un único objetivo: defender. Porque, de lo contrario, la paliza podía ser histórica. Pero el inicio no fue precisamente el ideal. En apenas 2:35 encajaron un parcial de 10-2 (para un global de 26-5), que puso los 29 de desventaja (69-40) y nuevo tiempo muerto de Pin. Y fue a más. Hasta 32 llegaron, momento en el que surgió el orgullo, unido a la relajación de los locales, lo que permitió un parcial de 0-11 que hizo que Laso parara el choque a 4:23 del final del periodo con 72-51 en el electrónico.
Un toque de atención para los vitorianos. Luwawu-Cabarrot hizo su segundo mejor partido del curso en ataque para mantener la renta en torno a los 20 puntos, pero un arreón final permitió finalizar el cuarto 14 abajo (78-64) fruto de un parcial de 6-24, y eso provocó pitos en la afición del Buesa Arena. El Baskonia dejó de jugar y sus hinchas no se lo perdonaron.
En los diez minutos finales, Laso le leyó la cartilla a sus jugadores que volvieron a apretar y eso se notó en el marcador. Se movieron sobre los 20 de ventaja aunque, finalmente, el marcador reflejó un contundente 103-82. Poco más se puede decir.
Ficha técnica
103 - Baskonia (26+33+19+25): Forrest (17), Baldwin (5), Luwawu-Cabarrot (19), Moneke (9) y Samanic (7) -cinco inicial-, Raieste (3), Rogkavopoulos (7), Howard (17), Sedekerskis (12), Hall (4) y Savkov (3).
82 - Coviran Granada (21+17+26+18): Sergi García (2), Clavell (11), Valtonen (13), Noua (22) y Guerrero (12) -cinco inicial-, Rousselle (6), Bamforth (10), Tomás (-), Aurrecoechea (4) y Ubal (2).
Árbitros: Óscar Perea, Jorge Martínez y David Sánchez. Sin eliminados. Señalaron falta técnica al entrenador visitante Pablo Pin (min.28).
Incidencias: Partido correspondiente a la vigésima jornada de la Liga Endesa disputado en el pabellón Fernando Buesa Arena de Vitoria ante 8.612 espectadores.
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