El Covirán Granada desperdicia una gran oportunidad
El Covirán Granada desperdició una gran oportunidad para sumar la segunda victoria del curso, tras caer por 83-92 ante el Casademont Zaragoza en el Palacio de Deportes en un partido en el que el segundo cuarto lo lastró. Los granadinos encajaron en dicho periodo un contundente 15-27 que condicionó el resto del encuentro.
El choque era vital para no descolgarse de la pelea por la lucha de la permanencia y los de Ramón Díaz no salieron precisamente acertados a la pista. Los tres primeros minutos estuvieron repletos de imprecisiones, pero ninguno de los dos contendientes lo aprovecharon para gozar de sus primeras ventajas. Un triple de Travis Munnings puso por delante a los locales, pero la ansiedad y las recientes lesiones pasaron factura.
Debutó William Howard, que lo primero que hizo fue anotar tras un mate, pero el galo cometió dos faltas personales muy pronto y eso le mandó al banquillo. El cuerpo técnico trató de buscar soluciones con los dos bases en cancha y quintetos pocos habituales como Edu Durán o el propio Munnings. Pero, poco a poco, el conjunto de Jesús Ramírez fue dominando, aunque al término del primer cuarto ambos equipos se fueron con un 17-21 fruto de porcentajes discretos tanto en lanzamientos de dos como de tres.
Pero todo cambió en el segundo periodo. Dos triples consecutivos de los maños por medio de Joaquín Rodríguez y Trae Bell-Haynes, unido a las dos canastas antes del primer receso de Khalifa Koumadje, supuso un parcial de 0-10 que obligó al técnico granadino a parar el partido a 6:43 del descanso. Dubljevic amplió a 0-12, sangría que cortó Munnings tras una recuperación que terminó en mate. El Casademont anotaba con facilidad y, encima, entró en juego Devin Robinson, que gracias a sus acciones de fuera hacia dentro, hizo mucho daño. Santi Yusta, el máximo anotador de la Liga Endesa, puso la máxima diferencia del choque, 16 puntos (22-38), ante la incapacidad de los rojinegros de defender y, en pista delantera, tener ideas para anotar.
Únicamente gracias a la penetraciones de Jonathan Rousselle, el Covirán logró anotar, pero no era suficiente. Sobre todo porque en la zona el dominador era el Zaragoza, tanto en el rebote como en anotación. Al descanso, los maños se fueron con quince canastas bajo el aro de 19 intentos, por ocho los granadinos. A ello se sumó el escaso acierto desde más allá de 6,75, con un 2 de 12 (16,7%) unido a nueve pérdidas. Y es que el más destacado de la primera mitad fue Travis Munnings, un jugador que ha tenido escaso protagonismo en las anteriores ocho jornadas. Significativo.
Al término de los dos primeros cuartos se llegó con una desventaja de 16 puntos (32-48) y eso dio lugar, cuando los jugadores de Ramón Díaz se retiraban a los vestuarios, a recibir la primera pitada de la temporada de su afición, merecida por otra parte. El choque era muy importante y los rojinegros no estaban dando la talla ante un rival directo en la pelea por no descender a Primera FEB. El 15-27 lo dijo todo.
La segunda mitad arrancó con cinco puntos consecutivos de de Luka Bozic que provocaron que Jesús Ramírez pidiera tiempo muerto sin haberse jugado ni dos minutos de la reanudación El preparador del cuadro aragonés no quería ni un mínimo de relajación en sus jugadores y, mucho menos, que su rival se metiera en el partido. Los granadinos tuvieron más acierto ante el aro contrario, pero en defensa seguían cometiendo los mismos errores, por lo que a duras penas lograban reducir la desventaja. La renta casi siempre estuvo por encima de los diez puntos.
Thomas entró en calor y lideró al Covirán, pero cada canasta del escolta norteamericano era respondida por otra de Santi Yusta. De hecho, el Casademont Zaragoza llegó a obtener la máxima diferencia del envite (16) a poco más de dos minutos para el final del tercer cuarto. Finalmente fueron diez los puntos a remontar en los últimos diez minutos tras un periodo en el que se mejoró en ataque (27-21), pero no tanto en defensa.
Se llegó al tramo decisivo con la afición granadina enchufada y más tras la primera canasta de Zach Hankins que permitió bajar, por fin, de la barrera psicológica de los diez puntos. Pero Yusta y Dubljevic devolvieron las cosas a su sitio para los visitantes con dos triples consecutivos, lo que obligó a Ramón Díaz a pedir tiempo con 63-76 en el electrónico. A los últimos cinco minutos se llegó nueve abajo. No era una renta imposible de remontar, y más tras un parcial de 8-0 que volvió a animar al Palacio con 73-79 en el marcador tras una recuperación y mate de Olumuyiwa.
Se entró en un nuevo partido a 4:23 del final en los que, pese a llegar a ponerse a cuatro puntos, pero errores groseros, como un saque de fondo de Rousselle que entregó al rival en la recta final impidió la remontada, sumando así una nueva derrota, la octava de la temporada en nueve jornadas, escuchándose tímidos pitos de nuevo.
Ficha técnica
Covirán Granada, 83 (17+15+27+24): Costa (11), Thomas (14), Munnings (6), Bozic (21), Babatunde (7) -cinco inicial- Rousselle (7), Durán (0), Howard (2), Burjanadze (3), Hankins (12) y Brimah (0).
Casademont Zaragoza, 92 (21+27+21+23): Bell-Haynes (13), Stevenson (0), Yusta (20), Dubljevic (18), Robinson (13) -cinco inicial- Spissu (7), González (0), Fernández (5), Soriano (2), Rodríguez (5), Koumadje (9).
Árbitros: Alfonso Olivares, Jorge Martínez y Yasmina Alcaraz.
Incidencias: Partido correspondiente a la novena jornada de la Liga Endesa disputado en el Palacio de los Deportes de Granada ante 7.191 espectadores, según cifra oficial.
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