Fernando Bailón, Pablo Pin y Óscar Fernández-Arenas.
Fernando Bailón, Pablo Pin y Óscar Fernández-Arenas. / ACB Photo

El Covirán Granada volverá la próxima temporada a la segunda categoría del baloncesto español. La abandonó en la temporada 2021-2022 cuando logró el ascenso a la Liga Endesa, y retornará a una competición que antes se llamaba LEB Oro y ahora es Primera FEB, y que cuenta con muchos equipos con pasado en la ACB.

Confirmados los ascensos de los tres equipos procedentes de la Segunda FEB que lo lograron el Palmer Basket Mallorca, el Fibwi Palma y el Melilla, y al margen del regreso del San Pablo Burgos a la élite, tan solo queda por resolver qué equipo acompañará a los burgaleses a la máxima categoría. Este fin de semana se celebrará en Madrid la Final Four en la que en la primera semifinal el Estudiantes se medirá al Betis Baloncesto, dos equipos con muchos años entre los mejores de los que uno se quedará fuera de pelear el ascenso y será rival de los granadinos. En la segunda semifinal, el Fuenlabrada se medirá al Palencia, que quiere regresar a la Liga Endesa tras su descenso la pasada campaña.

De todos ellos, tres volverán a jugar en Primera FEB el próximo curso que arrancará el 26 de septiembre. Al Covirán Granada y el Leyma Coruña, que ha decidido prescindir de su entrenador, Diego Epifanio, a pesar de que todavía le restaba un año de contrato tras tres temporadas en el banquillo coruñés, le acompañarán: Obradoiro, Cartagena CB, Gipuzkoa, Tizona Burgos, Oviedo Baloncesto, Ourense, Cantabria, Alicante, CB Zamora y Menorca.

El sistema de competición será el mismo que el de este año. Dos ascenderán, el campeón de la ligular por la vía directa, y el otro tras superar una primera ronda de play off al mejor de cinco partidos y ganar la Final Four que se celebrará el sábado 6 y el domingo 7 de junio de 2026. Bajarán a Segunda FEB tres conjuntos y el viernes 23 y el sábado 24 de enero de 2026 se celebrará la Final Four de la Copa de España.

Restan algo menos de cuatro meses para que arranque la competición y habrá que cambiar muchas cosas en el Covirán Granada. Descender supone ajustarse a una realidad económica diferente a los últimos tres años. La plantilla contará con muchas novedades pues los sueldos de los jugadores bajarán y pocos se quedarán. Tradicionalmente, el cuadro rojinegro ha venido manteniendo una base. Se subió y se quedaron ocho jugadores. Al año siguiente seis y el curso pasado cinco. Esta vez será muy complicado que más de cuatro lo hagan, si es que llegan a esa cifra, por lo que la dirección deportiva si sigue Pablo Pin, o más bien los responsables del club si no continúa, deberán echar este verano más horas para configurar un roster que sea competitivo en una categoría que será muy dura.

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