Beqa Burjanadze no estuvo especialmente acertado ante el UCAM Murcia.
Beqa Burjanadze no estuvo especialmente acertado ante el UCAM Murcia. / Francisco Neyra / PicWild

El UCAM Murcia se impuso al Covirán Granada en el Memorial José Enrique de la Cruz-Ángel Vaca, en un duelo en el que los granadinos no tuvieron el acierto desde el perímetro deseado. El 66-77 que reflejó el marcador estuvo marcado por un primer y tercer periodo en el que el acierto ante el aro rival brilló por su ausencia.

No fue la mejor puesta en escena del Covirán Granada ante su público en el primer cuarto. Los de Ramón Díaz no tuvieron el acierto que tanto anhela de sus jugadores desde más allá de 6,75, y cuando eso pasa, al cuadro granadino se le ven las costuras. Y eso que empezó mandando en el electrónico con dos tiros libres, la única arma que le mantuvo vivo en el partido en el arranque. Los problemas para anotar lo aprovechó el cuadro murciano, con Jonah Radebaugh liderando la anotación.

Un parcial de 0-5 dio paso a un intento de buscar soluciones por dentro, donde Zach Hankins ayudó para evitar que los visitantes ampliaran su renta. Las pérdidas y un 2-8 gracias a los triples de Forrest y Falk pusieron por delante seis arriba al UCAM, pero dos tiros libres de Hankins dejaron un pobre 12-16 tras diez minutos en los que los rojinegros lanzaron cuatro triples y no metieron ninguno. Además, no dominaron el rebote. Al menos, el acierto desde la línea de 4,60 (seis de seis o lo que es lo mismo, la mitad de los puntos anotados) evitó una mayor desventaja.

Sin embargo, tras el primer receso de dos minutos, la situación cambió para el conjunto granadino. Dos triples consecutivos de Matt Thomas y la aportación de Iván Aurrecoechea y Elias Valtonen permitieron voltear el resultado con un parcial de 10-0, que obligó a Sito Alonso a parar el choque a 7:23 del descanso. Esta sí era la versión que desde el banquillo se quería ver. Empero, las instrucciones del técnico del equipo murciano surtieron efecto y del 22-16 se pasó al 22-29 (parcial de 0-13) con tiempo muerto incluido de Ramón Díaz.

Michael Forrest se soltó en ataque y, a partir de ahí, el dominio fue de la entidad universitaria. Luka Bozic rompió la mala dinámica, pero ni Kljajic ni Speight estaban acertados y su equipo lo acusó. Dos triples obra de Travis Munnings y Jonathan Rousselle apretaron el choque. Pero un nuevo tiempo muerto de Sito Alonso surtió efecto, llegándose al descanso seis abajo (34-40). Pesaban las piernas, pero la realidad es que este Covirán si no acierta desde el perímetro lo pasará mal.

Tras el paso por vestuarios, la dinámica cambió poco y el UCAM Murcia llegó a estar once arriba (34-45), pero apareció la mano de Valtonen desde el perímetro para evitar que la renta en contra fuera a más. Los de Alonso estaban cómodos pese a la zona y las defensas alternativas plantados por Díaz, que no logró acercarse en el electrónico. Tampoco es que los visitantes estuvieron especialmente brillantes. Pues a 2:53, el global era de 8-9. Y eso que Alonso no contó con dos de sus mejores jugadores, como son Dylan Ennis y Howard Sant-Roos, al margen del recién fichado Hicks que ha suplido la baja por lesión de Kaiser Gates.

Aún así, alcanzaron su máxima ventaja (13 puntos, 44-57) tras dos tiros libres de Dani García. Ramón Díaz paró el duelo a 54 segundos del final del cuarto después de que su equipo anotara tan solo 10 puntos en diez minutos, volviendo a las andadas del primer periodo. Sin apenas rebotes ofensivos, era muy complicado competir.

En los últimos diez minutos la afición granadina, demasiada fría ante lo que estaba viendo, esperaba la reacción de su equipo. Pero el UCAM alcanzó la quincena de puntos de renta (45-60) gracias a un triple Michael Forrest. El rebote era una losa en contra que pesó demasiado. Sin equilibrio en el juego de ataque (ni tampoco acierto), con 46-63 a 7:09 del final, el técnico granadino pidió otro tiempo muerto para intentar, al menos, no dejarse llevar. El resultado era lo de menos, pero las sensaciones sí lo eran. Y el Covirán no ofreció las mejores en la segunda mitad del envite.

Con 14 abajo, se entraron en los últimos cinco minutos buscando soluciones por dentro tanto con Bozic como con Babatunde Olumuyiwa, pero fue Thomas el que consiguió, a un minuto del final, bajar de la barrera de los diez puntos con el duelo sentenciado. El domingo arrancará lo bueno ante el Joventut de Badalona. Y ahí sí se deberá ver la mejor versión del Covirán Granada.

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