Jonathan Rousselle vuelve a tirar del carro del Covirán Granada

Granada/En la memoria de los aficionados al Covirán Granada aún está la actuación de Jonathan Rousselle en el último partido de la pasada temporada en el Palacio de Deportes ante el Gran Canaria, que supuso la salvación para los de Pablo Pin por segunda campaña consecutiva. El base galo, que llegó a finales de noviembre de 2023 a la entidad rojinegra, fue clave en la permanencia y determinante en la remontada ante el cuadro canario.
Con él en pista, los granadinos voltearon el resultado y jugaron mucho más ordenados. Incluso fue coreado por los aficionados y el “MVP” sonó en las gradas de la instalación del Zaidín. De hecho, llegó a emocionarse. Sus 13 puntos, cuatro asistencias y dos rebotes le llevaron a ser el más valorado del choque. Se merecía seguir y el base continuó esta temporada y, a sus 35 años, está siendo el líder que Pin deseaba.
Tras una campaña irregular en la que ha tenido que jugar más de lo previsto debido a las lesiones que han sufrido tanto Sergi García como Agustín Ubal, en la recta final del curso está demostrando que tiene baloncesto para rato. Asentado en Granada, su experiencia y liderazgo han convertido a Rousselle en una pieza esencial en los últimos encuentros en los que el francés, junto a su compatriota Amine Noua y Elias Valtonen, están tirando del carro en busca de una salvación harta complicada.
Las lesiones le han respetado, pero está llegando al tramo final en un gran momento, asumiendo la responsabilidad y con muy buenos números. Aunque en algún partido se le ha visto demasiado cansado, su veteranía le ha hecho convertirse en el referente fuera y dentro de la cancha. Y sus números así lo corroboran. Desde la vigésimo sexta jornada en la que el Covirán Granada se enfrentó al La Laguna Tenerife en tierras canarias, el paso adelante de Rousselle es evidente.
En cinco de las últimas siete citas ha superado la barrera de los 13 puntos, logrando su tope de anotación en el partido ante el Casademont Zaragoza a domicilio, en el que anotó 21 puntos, dio seis asistencias y terminó con una valoración de 22 créditos y un más-menos de 27 en los casi 30 minutos que estuvo en pista, su segunda mejor marca tras el choque frente a Lleida. Ante Breogán jugó algo menos (27:33), pero aportó 16 puntos con muy buenos porcentajes en los tiros tanto de dos como de tres, dio cuatro asistencias y capturó cinco rebotes para llegar a los 20 de valoración. Y es que en las dos últimas citas su valoración ha sido de 20 o más créditos.
En la presente temporada promedia en los 32 partidos que ha disputado (no se ha perdido ninguno) 22:30 minutos, en los que encesta 8,7 puntos, con un 44,6% en tiros de dos, un 34,1% en triples con su particular estilo, un 76,9% en tiros libres, casi dos rebotes (1,9), 3,8 asistencias y 8,2 de valoración. Unas cifras similares, aunque algo mejoradas, a las que ha tenido a lo largo su carrera en la Liga Endesa, en la que ya ha disputado un total de 137 partidos. Este curso ha jugado más pues promediada 21:13, ha mejorado su media de puntos (tenía 8,2) y en lo único en lo que ha bajado sus estadísticas es en el porcentaje en lanzamientos de dos, dado que promediaba 51,7%. En las demás facetas del juego, sus guarismos han ido en aumento este año.
Su liderazgo está fuera de toda duda y lo plasmó cuando el equipo de Pablo Pin se reunió en el centro de la cancha del Palacio de Deportes para agradecer el apoyo del público tras vencer al Río Breogán. Rousselle tomó la palabra y les pidió a sus compañeros un esfuerzo extra, señalando que quedaban tan solo dos partidos, citas que los rojinegros están obligados a ganar y esperar a que Girona no venza ninguno si quieren seguir una temporada más en la ACB.
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