Sergi García y Rubén Guerrero no formarán parte del Covirán Granada de ACB

Los rojinegros trabajan la rescisión de contrato de ambos, con el base apuntando al Palencia Basket de Primera FEB

Sergi García intenta penetrar con la ayuda del bloqueo de Guerrero
Sergi García intenta penetrar con la ayuda del bloqueo de Guerrero / ACB Photo

Tras el esperado anuncio oficial de que el Covirán Granada volvería a la ACB tras la imposibilidad del Baloncesto Sevilla para inscribirse en la Liga Endesa, el equipo rojinegro continua con el 'cocinado' de una plantilla nueva y competitiva para la que será su cuarta temporada en la máxima categoría del baloncesto nacional.

La anunciada continuidad de Jonathan Rousselle e Iván Aurrecoechea no podrá ser emulada por dos de sus compañeros el último curso, y es que el Covirán ultima las despedidas de Rubén Guerrero y Sergi García, que no cuentan para el nuevo proyecto con Ramón Díaz a la cabeza.

Según informó José Manuel Puertas, ambos jugadores no estarán presentes la próxima temporada. Una decisión cantada en el caso del interior marbellí, cuyo paso por el Covirán Granada no ha terminado de convencer ni a técnicos ni a aficionados. A pesar de su esfuerzo y compromiso, el jugador se vio obligado en muchas fases del curso a asumir un papel más protagonista del que quizá le correspondía por nivel y madurez, algo que terminó pasándole factura.

Más inesperado resulta el caso de Sergi García, uno de los jugadores con más protagonismo en la rotación de Pablo Pin la pasada temporada. Sin embargo, su rendimiento en el Covirán Granada no terminó de estar a la altura de lo que mostró anteriormente en equipos como el Breogán, donde dejó un listón más alto. El base mallorquín superó los 20 minutos por partido, firmando unos notables promedios de 7,4 puntos y 3,1 asistencias. Aunque en tareas defensivas fue uno de los pilares del técnico granadino, su aportación ofensiva fue demasiado irregular y solo emergió en contadas ocasiones, generalmente cuando los problemas físicos le dieron tregua.

Ahora, su destino apunta a la segunda categoría nacional, Primera FEB, donde iba a jugar el Covirán de no ser por el culebrón del verano en el que ha terminado salvando la categoría desde los despachos. El base cuenta con el interés del Palencia Basket, y su futuro pasa por tierras castellanoleonesas.

En el caso del pívot malagueño, terminó participando en los 34 partidos de la Liga Endesa, con una media de casi catorce minutos en pista por encuentro, y cerró la temporada con 3,4 puntos y 3,2 rebotes de promedio. Sin embargo, más allá de lo que reflejan las estadísticas, sus problemas recurrentes en ataque y las dudas que generó en el apartado reboteador —precisamente una de las parcelas en las que debía sumar por posición y altura— han pesado en la balanza. El club, finalmente, ha optado por no prolongar su contrato, convencido de que es momento de mirar en otra dirección.

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