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La escritora y técnica forense Alaina Urquhart publica su primera novela 'El carnicero y el pájaro'

La escritora y técnica forense Alaina Urquhart.

La escritora y técnica forense Alaina Urquhart. / M. G.

En el imaginario colectivo, un psicópata es una persona tremendamente violenta y sin escrúpulos a la hora de cometer un crimen. Pero lo cierto es que podría ser cualquiera. Desde un vecino que saca a su perro cada mañana hasta un amigo con el que creciste. En definitiva, personas normales y corrientes. De hecho, lo más normal es que ni siquiera desarrollen su psicopatía.

La técnico forense y creadora de Morbid, el podcast sobre crímenes reales más escuchado en todo el mundo, Alaina Urquhart, ha lanzado su primera novela: El carnicero y el pájaro (Planeta). Una obra en la que la patóloga Wren Muller se enfrentará, en un trepidante thriller, al macabro asesino en serie apodado como El carnicero del pantano. Una carrera a contrarreloj para resolver los crímenes que el psicópata (que nada tiene que envidiar a Dahmer) perpetra en Luisiana.

–¿Qué va a encontrar el lector en El carnicero y el pájaro?

–Va a llevarse la experiencia del miedo y del terror. Además, la ambiento en Luisiana (Nueva Orleans) que es un personaje en sí mismo. Se palpa, se saborea y se escucha el ambiente. Quiero que se pongan en esa dualidad de mentalidades. Van a estar en la cabeza de la forense y también en la mente del asesino.

–Su experiencia como técnica forense confiere al relato de un enorme realismo.

–Ha sido muy importante que la morgue también sea esencial en la novela. En los thrillers hay alguna mención al forense, pero se queda en eso. Resuelven todo muy rápido, tienen tecnología puntera y un montón de botoncitos. Pero la realidad no es así. En la morgue se hace un enorme trabajo, se dedican muchas horas a realizar una autopsia y los resultados no llegan deprisa. Es un ambiente en sí mismo y, efectivamente, quería darle realismo.

"Una escena del crimen es muy interesante, pero lo que hace el cuerpo después de morir es fascinante”

–Es curioso que la mayoría creemos que en la escena del crimen están las claves para resolver un delito, pero en su libro da a entender que los verdaderos secretos están en los cadáveres.

–Exacto y justo eso quería plasmar. Es un trabajo en el que hablas por alguien que ya no puede hacerlo. El cuerpo es el que te va contando lo que ha vivido, lo que ha notado y lo que ha olido una persona antes de morir. La escena del crimen también es muy interesante, pero lo que hace el cuerpo después de morir es fascinante. El livor mortis, por ejemplo, te dice tanto sobre dónde estaba esa persona, cuánto tiempo mantuvo una postura...Todo esto me fascina. Nos cuenta mucho más una experiencia que una escena del crimen.

–También es creadora de Morbid, el podcast sobre crímenes reales más escuchado a nivel mundial. ¿Ha tomado alguna referencia de los sucesos que ha contado a través de este canal?

–Los considero dos bestias diferentes, porque las abordo de maneras distintas. Todo lo real lo dejo para Morbid y a Jeremy lo he creado yo. Sale de mis propias pesadillas, seguramente por haber consumido mucho true crime, pero no es un asesino real. Me he imaginado cómo sería la peor persona del mundo y eso es lo que más me asusta. Lo único que he sacado de la vida real ha sido el hecho de que Jeremy por fuera no parezca un monstruo. Hay esta idea preconcebida de que a un asesino en serie se le reconoce enseguida, porque es un tipo rarísimo. Quería que Jeremy fuera un monstruo indetectable.

"Es increíble la cantidad de psicópatas que seguro están al lado y no nos hemos dado cuenta”

–De hecho, la mayoría de psicópatas nunca llegan a matar y están entre nosotros. Es curiosa la mitificación que hacemos alrededor de estos perfiles, ¿por qué cree que se da?

–No puedo estar más de acuerdo. Es increíble la cantidad de psicópatas que seguro están al lado y no nos hemos dado cuenta, pero los ponemos en la figura del monstruo. Es insoportable dar vueltas siquiera a algún pensamiento raro, pero el psicópata sí lleva más allá estas divagaciones. Como no podemos entenderlos, pues los mitificamos. Los asesinos en serie son personas rotas que, de algún modo, buscan saciar estas partes heridas. Sin embargo, no podrán lograrlo nunca. Como no podemos ponernos en su mente, imaginamos que son algo así como una criatura que no entendemos.

–Entiendo que ha sido más fácil construir a Wren, la forense, que a Jeremy, el asesino.

–Wren fue un poquito más fácil, porque le puse mis defectos. Tiene cosas muy positivas. Es determinada, decidida, tiene un conocimiento enciclopédico sobre anatomía y una manera de explicar las cosas que a mí me gustaría tener. Sin embargo, tiene todos mis defectos, como la obsesión dejando a un lado sus necesidades. En cambio, para crear a Jeremy tuve que ponerme una música en concreto y salir de mi propia mente. De hecho, después de escribir un capítulo sobre él tenía que salirme del cuarto para abrazar a mis hijos.

Portada de 'El Carnicero y el Pájaro' Portada de 'El Carnicero y el Pájaro'

Portada de 'El Carnicero y el Pájaro' / M. G.

–El propio Jeremy considera que Dahmer no le llega ni a las suelas de los talones, pero tienen rasgos similares.

–Es inevitable que le comparen, pero yo quería que Jeremy fuera el. Que no tuviera un perfil de víctima definido, algo que en la vida real suele suceder. Por ejemplo, Ted Bundy o Dahmer elegían a víctimas muy concretas. Me pareció importante que tuviera ciertos patrones caóticos como éste, de forma que nadie estuviera a salvo. Un rasgo que lo diferencia de los asesinos reales.

–La productora Sister va a adaptar la obra en formato serie. ¿Qué papel tendrá en su realización?

–Esto me tiene entusiasmada. No tengo mucha información, pero tenemos a Jennifer Yale, que se hizo cargo de la producción de Dexter. Por suerte he podido participar, tengo voz y voto en lo que va a pasar, estoy muy contenta y con ganas de seguir. Todavía no se sabe cuándo comenzará a grabarse.

–¿Por qué cree que el género del crimen está viviendo un auge sin precedentes? ¿Nos va el morbo?

–La ficción es como una casa encantada. Tú vas y vives la experiencia, te das sustos y sientes un chute de adrenalina. Pero luego regresas a casa, sana y salva, habiendo experimentado esos miedos. Eso es lo que siempre me ha gustado al leer o ver terror. Cuando es inventado, sabes que esos personajes no existen. Es diferente si son true crime. Creo que la gente se está preparando para el mundo, porque hay personas malas, hay que estar alerta aunque sea triste. Por otra parte, la ciudadanía quiere honrar a los que han muerto a manos de esos asesinos. En Morbid contamos estas historias, pero desde el prisma de la víctima. Explicamos quién era y tratamos de entablar una relación entre los oyentes y esas personas.

–Para terminar, ¿ha abordado algún caso que le haya sorprendido especialmente?

–El caso del Jack El Destripador al que dedicamos muchos episodios. Esa época me parece fascinante. Tratar de resolver un crimen en las calles de Liverpool y encajar piezas del puzzle me maravilla. Aunque hay cosas que me sorprendían mucho como la lista de sospechosos. Cualquier teoría tenía sentido y nunca le pillaron. 2023 y seguimos sin saber quién fue. Me gustaría muchísimo que se resolviera ese caso.

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