La plantilla del CD Baza está con mejor cara y mucha más alegría que en semanas anteriores. La victoria en Mazarrón ha propiciado que las aguas vuelvan a su cauce en el aspecto deportivo, y que se pueda mirar con más tranquilidad el largo trecho de competición que todavía resta.

Se presentan en las dos próximas jornadas las visitas, de manera consecutiva, de Águilas y Marbella, dos partidos en los que todos se deben conjurar para conseguir dos victorias y poner tierra de por medio con los puestos peligrosos. Urbano Ortega conoce la dificultad de ganar los partidos en casa que tiene su equipo, por lo que incluso el técnico valora como bueno conseguir cuatro puntos en estos partidos.

Durante el entrenamiento realizado en la mañana de ayer en el maltrecho césped de las pistas de atletismo -esta semana no se va a utilizar el Constantino Navarro- saltó la alarma en los instantes finales. Una disputa de balón entre Luque y Marc Pérez acabó con el linarense sobre el tobillo de Marc. Fue asistido en el propio césped por Kiko, y más tarde en el vestuario, pero en vista de que no remitía el dolor fue trasladado al hospital para hacerle una prueba radiológica. Afortunadamente no hay nada de hueso y parece que todo ha quedado en el golpe y en espera de su evolución en las próximas horas.