Sigue el Baza sin puntuar en la provincia de Málaga y lo que es peor, dando mala imagen cuando visita la tierra de su entrenador. Ayer, volvieron los bastetanos a recordar, como en la primera vuelta, que lejos del Constantino Navarro es un equipo ramplón, sin chispa y que no juega a nada. En su descargo, el viento y el césped fueron enemigos del fútbol que practica el Baza.

Sorprendió Rafa Muñoz sacando de inicio a tres medios centros, quizás con la intención de tener el balón y marcar el ritmo y el tiempo del partido. Pero ayer era más importante la fuerza que la técnica.

La primera mitad pudo ser una de las más aburridas e insulsas que se puedan ver en un campo de fútbol. Tan sólo destacó una llegada en el minuto 40 cuando el árbitro anuló un gol al Ronda por claro fuera de juego. El Baza disparó dos veces, una vez Meroño y otra por medio de Bordi que salió alta.

En la reanudación, se esperaba más del Baza, pero no cambió el decorado. No era el día de los de Rafa Muñoz ya que lo que intentaban no salía. Fueron los rondeños los que lograron llegar al área de Manolo con insistencia por lo que era cuestión de una pizca de acierto rematador para que ganaran el partido. Y llegó, además en un minuto de desconcierto del Baza, por la lesión de Pereira y la precipitada entrada de Ortiz. Berlanga se quedó libre de marca en el segundo palo y tras recibir un centro desde la derecha, batió a placer a Manolo que acabó así su imbatibilidad después de siete partidos.

La gran ocasión del empate la tuvo Alfonso, que se quedó totalmente solo delante del portero pero el balón le pasó entre los pies. Más tarde sería expulsado de manera infantil al ver dos amarillas seguidas, antes de que el colegiado señala el final del partido.