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Calidad para desequilibrar

  • Abel Resino da una serie de retoques al once y el juego de ataque emerge en un momento crucial · Nyom es sacrificado por su baja forma de las últimas jornadas

Abel Resino debía dar una serie de retoques al equipo. La imagen en Valencia no fue la más conveniente y había que cambiar algunas piezas para tratar de aumentar el rendimiento. Uno de los sacrificados enese esquema fue Allan Nyom. El francés lleva varias jornadas en baja forma. La potencia, una de sus principales virtudes, se ha evaporado y eso ha puesto en evidencia sus carencias técnicas. Esa pérdida de confianza transmitió inseguridad en el partido con el Levante y el técnico toledano decidió darle la alternativa a un futbolista de experiencia como David Cortés. En las bandas entraron Franco Jara y Dani Benítez, mientras que la referencia en ataque fue Odion Ighalo.

Las piernas no tiemblan

La línea de ataque ha sido la que se ha puesto en entredicho esta temporada. Ninguno de los delanteros de la plantilla rojiblanca se ha afianzado como titular. Se han ido alternando y cada jornada aparecía uno u otro. El sábado pasado marcó Ighalo y Abel Resino decidió darle otra oportunidad, esta vez desde el principio. Al joven nigeriano le van este tipo de situaciones, cuando la tensión y la ansiedad se apodera de la mayoría. A él no le tiemblan las piernas. La acción del primer gol es para hacerle reverencias. Un toque sutil para abrirse el balón hacia el espacio y rematar cruzado es digno de un gran jugador. La sangre fría le impregna en esos movimientos y es capaz de sorprender a las defensas, que ni imaginan lo que se va a atrever a hacer en esos instantes. Su acción tan genial fue determinante para adquirir confianza en un encuentro que no estaba claro y en el que los nervios no cesaban, porque había mucho en juego. Ha progresado en su juego de espaldas y ésa es otra baza más a su favor para seguir creciendo como futbolista. El segundo gol que marcó fue por estar bien colocado, lo que se le pide a un delantero de nivel. A la media hora de juego ya se había aclarado el panorama. Sus goles dieron dos ascensos y los de ayer casi dan otro, el de la continuidad en Primera División una temporada más.

Más espacios

En esta segunda vuelta el Granada CF ha funcionado mejor en ataque cuando ha estado sobre el terreno de juego Carlos Martins. Su calidad no ofrece dudas. Es necesario que aparezca para que el balón circule con mayor criterio y vaya dirigido a los espacios. El internacional portugués sabe cómo hacerlo en esas situaciones. Aguanta el esférico pegado al pie, se apoya en la verticalidad y eso genera desplazamientos entre la línea medular y la defensa rival, lo que propicia que otros compañeros se vean con más metros libres para avanzar y crear la inquietud. Esta vez logró aguantar durante más rato y contribuyó con su talento para firmar una victoria que deja la permanencia, sólo pendiente de ser matemática.

Capacidad de sacrificio

Dani Benítez no es el de la temporada pasada. Pero a cambio de eso ha sabido mentalizarse para sacrifircarse al máximo en el trabajo defensivo y en las ayudas. Se va en menos ocasiones de su par y sigue sin ver puerta. Ante el Espanyol ayudó mucho. Presionó la salida del balón por su lado, no le importa bajar para ayudar a Siqueira y hasta metió la pierna para evitar un remate a bocajarro de un jugador del Espanyol cuando se ganaba por la mínima. El empeño por ayudar fue constante, se vació hasta el final y resultó decisivo para conservar tres puntos de máximo valor.

En el punto de mira

El juego de Uche trae de cabeza a la grada. Salió mediada la segunda parte para dar relevo al ídolo del granadinismo y la comparación lo dejó sin argumentos. Perdió algunos balones, los controles no fueron acertados y eso desesperó a los aficionados, que soltaron sus gritos contra él. Si Fabri estuviera aún en el banquillo hubiera estallado en la sala de prensa. Es algo que no podía soportar. Abel Resino prefirió no decir nada al respecto. Ahora lo único importante es cerrar la salvación cuanto antes y ya habrá tiempo después de detenerse en otros detalles.

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