Campeón 40 años después

Golden State Warriors se proclamó campeón de la NBA por primera vez en 40 años al batir en Cleveland a los Cavaliers por 97-105, logrando así el cuarto y definitivo triunfo de la final. Los Warriors conquistaron su cuarto anillo, segundo para la franquicia desde que se mudó a la bahía de San Francisco, enlazando tres triunfos desde el 1-2 que puso en la serie un gigantesco LeBron James que no pudo dar a su ciudad su primer título. Las ausencias de Kevin Love y Kyrie Irving por lesión tuvieron un efecto devastador y ni siquiera el épico esfuerzo de LeBron fue suficiente.

El partido fue más plácido de lo previsto para los Warriors, que mediado el último cuarto llegaron a tener una renta de 15 puntos que fue suficiente para soportar los intentos de reacción de los Cavs, que deberán esperar otra ocasión para inscribir su nombre en el palmarés de los campeones en buena parte por la aparición de Iguodala. A sus 31 años fue elegido MVP de la final, logrando una recompensa a su esfuerzo durante las últimas temporadas, llenas de momentos ingratos y decepciones. Elegido en el noveno puesto del draft de 2005, se forjó una extraordinaria carrera en Philadelphia 76ers que duró hasta 2012, cuando fue traspasado a los Nuggets en contra de su deseo. Sólo duró una temporada en ese destino porque en junio de 2013 firmó cuatro años con los Warriors por 48 millones de dólares. Su actuación en la serie final justificó ampliamente el acuerdo.

Pero en los Warriors destaca otro nombre propio. Curry sabía a quién tenía que agradecer su primer anillo de la NBA. Incluso antes de que sonara la campana del final del partido en Cleveland, la estrella de los Warriors se fue hacia Steve Kerr, su entrenador, y le dio un abrazo. Juntos, Curry y Kerr celebraron el primer título de la franquicia de California desde 1975. Sin los triples del primero no habría sido posible. Sin las tácticas del segundo, tampoco. Kerr, de 49 años, ganó cinco anillos como jugador, tres con los Bulls y dos con los Spurs. Ahora suma otro como entrenador en su primera temporada en los banquillos. Algo así no sucedía desde que Pat Riley llevó a los Lakers al anillo en 1982.