Mientras el mundo entero mira hacia las oficinas de la UEFA para saber si Barça o Madrid se cruzan en el camino de la final de la Champions, en un recóndito rincón de la paradisiaca Oceanía, un jugador granadino espera en capilla para conseguir su primera Champions. Quién se lo iba a decir a Óscar García (Granada, 12 de julio de 1988) cuando el pasado mes de enero se embarcó en la aventura de jugar en un equipo de Nueva Zelanda, un país en el que el fútbol es a lo que el rugby en España: asistencias de 1.000 personas como máximo. Apenas tres meses después, y con el título de Liga de su país bajo el brazo, Óscar está a 90 minutos de poder proclamarse este domingo campeón de Oceanía de clubes, la OFC Champions League.

El encuentro final no se jugará en un gran estadio, ni reunirá en las gradas a decenas de miles de personas. Tampoco piensen que la Champions del continente oceánico necesita una temporada completa. El Estadio Nacional de Suva, capital de Fiji cuya población cabría en el Nou Camp y, encima, sobrarían plazas, es la sede del partido definitivo de una competición que empezó a jugarse el pasado 11 de abril.

Pero es una 'Champions', y como tal tiene premio: el Mundial de Clubes. Y es que Óscar García, formado en la escuela del Atlético La Zubia y del Málaga CF, no juega en un equipo cualquiera: lo hace en el Auckland City FC, oficialmente, el tercer mejor equipo del planeta porque así acabó en la última Copa del Mundo de clubes, en la que estuvo a punto de cargarse al San Lorenzo de Almagro argentino. Los Navy Blues son el Real Madrid de Oceanía. Con tan sólo once años de existencia han ganado seis Champions continentales, 12 títulos de Liga y han jugado en seis ocasiones el Mundial de clubes, algo que pueden decir muy pocos.

Ese es el equipo actual de Óscar García Guerrero. Para llegar a él, lo cierto es que no le ha dolido hacer las maletas. Tras pasar a categoría sénior en el Málaga CF, este potente delantero comenzó un periplo en el que viajó por toda casi toda España (jugó también en el Leganés, el Ontinyent y el San Roque de Lepe), y luego por el extranjero. Su primera experiencia exótica fueron los diez partidos que jugó con el Kairat, uno de los equipos punteros de la capital de Kazajistán, en la temporada 2012-2013. Tras una fugaz vuelta al fútbol español (formó parte del Loja CD en Segunda B), voló hacia Noruega, donde se enroló en las filas del Birkebeineren, de donde pasó al Moss FK, ambos de Segunda. Sin embargo, en enero le llegó la oportunidad de su vida. 'Sólo' tenía que cruzarse medio planeta.

La final de la OFC Champions League se jugará el domingo a las 19:00 horas (9:00 hora española). El rival será el Team Wellington, subcampeón de la Liga neozelandesa, que busca arrebatarle el dominio del continente al Auckland City. Óscar es duda para el partido decisivo. Durante la competición, que se juega como si fuera una fase final, todo en una misma sede, se lesionó en el segundo encuentro contra el Western United (Islas Salomón) a los 37 minutos. El granadino es titular para su técnico, el también español Ramón Tribulietx (en el Auckland juegan otros tres compatriotas más, Ángel Berlanga, Iván Carril y Gustavo Souto) y jugó los noventa minutos en el partido inaugural contra el equipo local, el Suva FC. Las molestias le impidieron participar en la victoria por 0-3 contra el Amicale de Vanuatu, ni en la semifinal contra el Gaïtcha, campeón de Nueva Caledonia.

Mientras la final llega, Óscar disfruta de su aventura. Un día de turismo por unos de los inmensos parques naturales de Nueva Zelanda, otro enseñando fútbol a los niños de Fiji. Un paraíso casi virgen para el balompié al que Óscar García ha llegado para triunfar. Para volver algún día a Granada y poder decirle a sus amigos o a sus nietos que sí, que una vez ganó la Champions League.