Choque de superlativos

Siempre que llega un clásico se habla del partido del siglo y se usan epítetos tendentes a la exageración, pero la realidad marca que el duelo de hoy entre Real Madrid y Barcelona reúne sobrados alicientes como para pensar en una cita única, superlativa.

El partido, correspondiente a la jornada 31 de la Liga, centrará la atención de todo el planeta por múltiples razones: se miden dos de los grandes colosos mundiales, hay un título en juego, se reúnen algunos de los futbolistas más importantes del momento, es la lucha por la supremacía en España, dos estilos diferentes...

Por eso, se esperan récords de audiencia, no sólo en España. El encuentro podrá seguirse en cines y un medio tan poderoso como Internet multiplicará la posibilidad de difusión. Algunos medios hablan ya de audiencias superiores a los 1.000 millones de espectadores en todo el mundo.

Nadie puede pedir más de un partido así. Real Madrid y Barcelona llegan a la cita del Santiago Bernabéu igualados en la clasificación a falta de ocho jornadas para el final de la Liga. Ambos llevan 77 puntos, un récord en la historia de ambos clubes a estas alturas de competición.

El Real Madrid acude a la cita después de acumular 12 triunfos consecutivos, lo que no impidió incesantes críticas a su juego. Además, es el único equipo que ganó todos los partidos de Liga jugados en su campo.

Pero nada de esto servirá si el Barcelona vence. Y menos si el equipo azulgrana rememora aquella histórica fecha del 2 de mayo de 2009, cuando venció por 2-6 en un estadio Santiago Bernabéu que acabó rendido al recital del máximo enemigo.

Aunque el nuevo Real Madrid ya rindió a buen nivel en el partido de la primera vuelta, finalizado con un esforzado triunfo azulgrana por 1-0. Al menos, el equipo blanco se ganó allí un margen de crédito, por más que las apuestas sitúen al Barcelona como ligerísimo favorito.

Luego están los jugadores, con Cristiano Ronaldo y Lionel Messi a la cabeza. El portugués quiere demostrar por qué el Real Madrid pagó 94 millones de euros por su contratación, mientras el argentino desea continuar con su serie de impactantes actuaciones.

Y otro duelo estelar es el que proponen Gonzalo Higuaín y el propio Messi. El delantero argentino del equipo blanco está firmando la mejor temporada de su vida y lleva 24 goles, sólo dos menos que su buen amigo y compatriota Messi, máximo artillero de la competición.

Pero tampoco se puede despreciar la batalla en la medular, con artistas como Xabi Alonso, Xavi o Iniesta. O el despliegue físico de zagueros como Daniel, Puyol, Piqué, Sergio Ramos, Raúl Albiol... O el duelo de guardametas entre Casillas y Víctor Valdés.

Sólo dos grandes estrellas se perderán la cita. El Barcelona no podrá contar con el sueco Ibrahimovic, con una lesión muscular, mientras el Real Madrid perdió a Kaká, todavía recuperándose de una pubalgia.

Además, éste podría ser el último clásico para dos referentes del Real Madrid, como son Raúl y Guti. Éste último aseguró el jueves que dejará el club blanco al final de temporada, mientras la prensa especula con la posibilidad de que Raúl emprenda una aventura por Estados Unidos a partir de septiembre.

Manuel Pellegrini, técnico del Real Madrid, apostó ayer por mostrar personalidad "ante el que dicen que es uno de los mejores equipos del mundo". Su receta: "El equipo será igual independientemente de quién juegue en el Barcelona. Iremos a buscar el rival desde el comienzo".

Difícil misión para el equipo blanco ante un rival que monopoliza la posesión de la pelota.

Tampoco se espera que Josep Guardiola, entrenador del Barcelona, realice sustanciales modificaciones respecto al equipo que el martes goleó por 4-1 al Arsenal en la Liga de Campeones.

Messi jugó como delantero, con plena libertad de movimientos, y logró cuatro goles. La ausencia de Ibrahimovic invita a pensar en que tendrá a Pedro e Iniesta como acompañantes. Las opciones de Henry son reducidas, visto que hace tiempo que no cuenta para Guardiola.

No quedan entradas libres en el estadio Santiago Bernabéu y el "mercado negro" trabaja incansablemente ofreciendo entradas con precios que sobrepasan los 600 euros. Así son las horas previas a un clásico sin precedentes.