Cuando faltan 5.450 de las 25.000 millas que se tienen que navegar, los dos líderes de la Barcelona World Race continúan con su pulso particular y, según el satélite de las 20:00 de ayer, había una diferencia entre ellos de 214 millas y de 1.230, sobre el tercero. El Virbac Paprec 3 y el Mapfre han optado por la misma opción táctica para librar el siempre temible anticiclón de Santa Helena y ambos lo harán por el este.
En estos momentos las dos embarcaciones navegan muy al este en la latitud de la mitad de la Patagonia argentina. En el Mapfre, la única novedad es el cansancio de la tripulación tras la tormenta pasada y el haber tenido que poner al barco en un duro sistema de ahorro energético, dado lo mucho que se ha alargado la regata para evitar tener problemas al final de la misma.
Mientras, el grupo perseguidor que continúa encabezado por el Renault de Rivero y Piris, en tercera posición con 186 millas de ventaja sobre el cuarto, el Neutrógena, sigue en su navegación de acercamiento al cabo. Se da el caso de que este mismo barco declaró al centro de control haber volcado hasta cuatro veces el lunes pasado, con vientos de 62 nudos durante su aproximación al Cabo de Hornos. El mítico y añorado por los navegantes oceánicos cabo está haciendo honor a su fama, ya que está recibiendo a este grupo con una fortísima depresión, con vientos de entre 50 y 60 nudos y olas de mas de diez metros. Fue el Renault el que a las 19:00 de ayer lo dobló integrándose ya en aguas del Atlántico Sur. Para hoy está previsto que lo hagan el Neutrógena, el Grupo Bell a 114 millas de los anteriores, el Mirabaud, también a 114 del barco francés que le paso hace dos dias, debido a que su copatrona Michéle Paret sigue bajo la terapia de descanso.
La tripulación del Mirabaud ha virado el Cabo de Hornos en 11 ocasiones. El último barco de este grupo y en séptima posición es el Estrella Damm. Mientras, el Central Lechera Asturiana continúa la parada en Wellington, evaluando sus posibilidades de seguir en la competición debido a la rotura de su mástil. El farolillo rojo, en una regata para olvidar, como no podía ser de otra forma, también ha parado en la ciudad neozelandesa para reparar. Se puede dar el caso que cuando este barco -situado a 6.100 millas del líder y a 11.550 de la meta- llegue a Barcelona, la Ciudad Condal pueda tener un alcalde distinto al que dio la salida, por aquello de las elecciones municipales del próximo mes de mayo.
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