Covirán Granada-Básquet Girona La Crónica

El Covirán Granada tampoco puede con el Básquet Girona (78-92)

  • El equipo dirigido por Pablo Pin, en el que debutó un gris Ndoye, sigue mejorando pero por ahora no le da para ganar partidos

Mate de Petit Niang en el partido ante Girona

Mate de Petit Niang en el partido ante Girona / Photographerssports (Granada)

El Covirán Granada sufrió su novena derrota consecutiva y cierra la primera vuelta de la Liga Endesa con cinco triunfos, que son dos más que la zona de descenso, al caer este domingo en el Palacio por 78-92 ante el Básquet Girona.

Sigue mejorando respecto a pasados partidos el equipo dirigido por Pablo Pin, aunque por ahora no le da para ganar partidos. No fue suficiente ante un rival muy hecho y que se agarró al acierto de Taylor en el cuarto final el estreno de Ndoye, por ahora fuera de forma y no dejó nada positivo.

Tuvo una buena salida a pista el Covirán Granada, consciente de lo mucho que se jugaba. Un inspirado Renfroe lideró las operaciones desde el principio con cinco puntos consecutivos.

El primer triple desde la esquina de Moore, de los muchos que está llamado a anotar, puso un 8-3 que no inquietó a los visitantes, con Colom de apagafuegos con dos triples iniciales.

El Girona empezó a encontrar los sistemas en ataque y se colocó arriba con un 2-11 de parcial (10-14, 6’), con el Palacio empezando a irritarse con los árbitros y Chistian Díaz demasiado acelerado.

Niang plantó cara a los poderosos pívots rivales con cuatro puntos seguidos (14-14), aunque el Girona puso la máxima renta del primer cuarto con otro buen parcial a favor, ahora de 0-7 (14-21).

Contribuyó a ello que el Covirán Granada falló varias canastas bajo el aro de esas que no se pueden errar, una de ellas un tapón que se llevó en su primera acción Ndoye, demasiado cuajado en sus primeros minutos como rojinegro.

Pere Tomás evitó el atasco local en ataque en el inicio del segundo cuarto con siete puntos casi seguidos (25-28, 13’) y un triplazo de Caicedo sobre la bocina de la posesión encendió al Palacio (30-33).

Los de Aíto seguían anotando con demasiada facilidad, sobre todo dentro de la zona (30-36), aunque el regreso a pista de Niang por un perdido Ndoye hizo que mejorara la situación.

Tanto que un 7-0, con cinco puntos seguidos de Bropleh llevó al técnico visitante a tener que parar el partido (37-36, 16’).

Sirvió para poco la pausa, ya que los locales siguieron muy enchufados en los dos campos, con Niang crecido ante Marc Gasol y el Básquet Girona falló tiros que antes metía.

El parcial se extendió al 14-2 hasta el descanso, al que se llegó con 44-38 y con Pin camino de vestuarios arengando a las masas y feliz por la reacción de los suyos.

El inicio del segundo tiempo fue totalmente diferente al final del primero. Subieron el nivel atrás los visitantes, se cerró el aro para los de casa y empezó a mandar en el partido Marc Gasol. Un 0-7 sirvió para equilibrarlo todo de nuevo (44-45).

Tres minutos y medio tardó en anotar el Covirán Granada, que lo hizo con un buen enceste de Bropleh. Eso sí, el único en cinco minutos (46-46, 25’).

Los árbitros perdonaron una técnica a Marc Gasol tras pitarle falta en ataque, el Palacio se encendió y Pin pidió tiempo para calmar los ánimos y buscar soluciones al bloqueo en ataque.

Segundo tiempo

Lo encontró a cuentagotas con el acierto exterior de Bropleh y Caicedo, aunque los visitantes seguían anotando con una continuidad preocupante y eso que Aíto daba descanso en esos momentos a sus mejores jugadores.

El intercambio de canastas se mantuvo hasta el final del tercer cuarto (60-60), marcado por la segunda falta antideportiva pitada a Cristian Díaz, muy polémica y que tuvo que ser revisada, lo que supuso su eliminación del choque.

El estadounidense Kameron Taylor calentó su muñeca en el arranque del cuarto definitivo (64-70, m.33). Mientras el Covirán Granada era incapaz de anotar, el alero visitante firmó trece puntos casi seguidos para empezar a decidir el partido a favor de los suyos (66-75).

El Covirán Granada se mantuvo con muchos problemas para anotar. Por dentro era casi imposible y por fuera ni Renfroe ni Bropleh encontraron la claridad ni la frescura de antes.

Los puntos de Lluis Costa mantuvieron casi hasta el final en el partido al equipo de Pin, que no pudo con el mayor saber estar y el acierto en los momentos clave de los visitantes, con algunas canastas definitivas sobre la bocina de sus posesiones.

El argentino Máximo Fjellerup hizo números cuando el choque ya estaba decidido para lograr que los suyos ganaran con la máxima diferencia a favor de todo el choque.

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