Un Covirán Granada con muchos problemas físicos en sus filas se presentó como víctima propiciatoria en la pista del Castelló, uno de los favoritos del grupo, pero el cuadro nazarí negó la evidencia y derrochó vergüenza torera en un partido intenso , igualado y emocionante que decidió el local Stainbrook con un triple a falta de 25 segundos para la conclusión de la ¡segunda prórroga! Los levantinos se llevaron el partido por 105-100.

Nada se le puede achacar al Covirán. Todos sus jugadores se exprimieron totalmente para protagonizar un partidazo que pudo ganar –¡ay ese tiro libre marrado por Bortolussi en el último segundo del primer añadido!–, pero al final cedió porque cuando la moneda se lanzó al aire salió cruz.

Dominador

Pin apostó de salida con los tocados Bortolussi y Manu Rodríguez. El Covirán empezó sin complejos y ofreció dos minutos iniciales un juego muy equilibrado en ambas pistas que se tradujo en un 0-6 de salida.

Joan Pardina se cuelga del aro castellonense.

Los castellonenses tardaron casi tres minutos en anotar, pero cuando lo hicieron fue para endosar un parcial de 8-0. Tras los dos fogonazos ofensivos protagonizados por los contendientes, las defensas se ajustaron y el marcador pasó a moverse a cámara lenta para uno y otro lado.

Los granadinos, de la mano de Iriarte, apagaron los intentos de los locales de poner tierra de por medio. A un minuto del final del primer cuarto entró en pista Lluís Costa para probarse después de estar toda la semana sin ejercitarse. Los primeros diez minutos fueron de una igualdad total: 17-17.

El base catalán del Covirán fue el protagonista al inicio del siguiente acto al anotar dos triples consecutivos que obligó al técnico local a parar el partido (19-25). A trascartón fue Pin el que hizo lo propio para cortar la reacción castellonense. Con las mismas, el Covirán pagó con la misma moneda (23-29, a 6’49’’ para el descanso).

Cuando el partido amagaba con convertirse en un correcalles aparecieron Murphy y Fall para mantener arriba a un Covirán muy intenso en defensa. El primer tiempo se cerró con un vistoso duelo de triples entre Alvarado y Pardina. Durán, sobre la bocina, dejó el choque en 38-42 al descanso.

Reacción local

Con mayor o menor acierto, el Covirán mantuvo su intensidad y predisposición al sacrificio. Y mantuvo su ventaja hasta que mediado el tercer acto se le empequeñeció el aro rival y el Castelló encadenó tres triples consecutivos para empatar la contienda (51-51, 26’). El cuadro local llegó a ponerse al mando, pero los nazaríes aguantaron el tipo y llegaron con una mímina ventaja al último cuarto: 61-62.

Las buenas sensaciones se fueron apagando según fue avanzando el acto definitivo. Mientras el cuadro granadino fundió a negro en sus lanzamientos a canasta, en el Castelló ocurrió todo lo contrario con un Edu Durán estelar. El alero local marcó el ritmo anotador de los suyos.

Coraje

Una canasta del madrileño mediado el cuarto puso el partido muy cuesta arriba para el Covirán (74-66, a 4’21’’ para el final), pero una antideportiva desquició a los locales y espoleó a los granadinos, que en tres minutos de esfuerzo colectivo voltearon el guion con un parcial de 0-12 (76-78, a 1’19’’ para la conclusión).

Lluís Costa protagonizó un gran encuentro a pesar de jugar mermado físicamente.

En el último minuto el Covirán lo tuvo en su mano, pero no supo jugar su última posesión y el partido se fue a la prórroga: 81-81.

Dos prórrogas

En el tiempo añadido hubo de todo. Por momentos los dos equipos tuvieron opciones de sentenciar, pero no lo hicieron. Una casta de Durán a falta de 21 segundos dejó que el partido se tuviera que decidir en apenas un lapsus de tiempo. Bortolussi pudo sentenciar desde la línea de tiros libres, pero sólo anotó uno y el partido se fue a otra prórroga (89-89. La igualdad se mantuvo hasta que quiso Stainbrook.