El Coviran Granada quiere alargar su temporada todo lo que pueda. De momento, ya ha forzado el cuarto partido de la eliminatoria de cuartos del play off por el ascenso al vencer en Palma por 83-88 un encuentro que se decidió en la prórroga tras dilapidar los visitantes una ventaja de 15 puntos con la que comenzaron el último cuarto.
Pero en el tiempo añadido, cuando las muñecas se almidonan, los nazaríes estuvieron más entonados para hacerse con una victoria que les da el factor cancha y la posibilidad de certificar su pase a la Final Four si gana los próximos dos encuentros, que se jugarán en el Palacio el los próximos viernes (20:00 horas) y el domingo (19:00).
Triples a discreción
Los anfitriones saltaron a pista enchufadísimos en el lanzamiento desde más allá de la línea de 6,75. De hecho, sus primeras cuatro canastas tuvieron valor de tres puntos (12-6, 3’). No obstante, los granadinos no se descentraron y mantuvieron su buen nivel defensivo para, con un juego coral en el que todos aportaron, reducir diferencias en poco tiempo (15-11).
El Palma no aflojó en sus porcentajes de acierto en los triples y en apenas dos minutos enchufó otros tres más para amenazar con dispararse en los guarismos (25-16, 7’), aunque el Covirán volvió a reaccionar con prontitud y, fiel a su juego y con un buen trabajo de Sergio Olmos en la 'pintura' y los puntos de Bortolussi se puso a rebufo de los anfitriones a la conclusión del primer cuarto:25-24.
Igualdad
En el segundo periodo, Carlos Corts anotó dos triples consecutivos tras buena circulación y los granadinos se pusieron por delante por primera vez (26-28), lo que obligó a Félix Alonso a parar el juego. Fue una decisión acertada porque los suyos se rearmaron atrás y los de Pablo Pin pasaron a tener muchos problemas para encontrar espacios libres para lanzar. Además, los mallorquines volvieron a casarse con el triple y recuperaron el mando (35-30, 14’).
Todo siguió muy igualado. Un triple de Oroz puso el empate a 35, pero el Palma seguía intratable desde más allá de la línea de 6,75. Barac y un Guerra estelar abrieron la brecha de nuevo (41-35). El Covirán volvió a remar. Aunque Guerra continuó intratable, Rubio y Wright consiguieron superar a la defensa isleña con mucha superioridad para llegar al descanso una mínima desventaja: 45-43.
Despegue nazarí
Tras un intercambio de canastas en la reanudación, los locales entraron en barrena y los granadinos metieron la directa. En un abrir y cerrar de ojos el Covirán endosó un parcial de 0-11 y puso tierra de por medio poco antes del ecuador del cuarto (47-57).
El cuadro rojinegro se subió a la ola buena y con una precisión quirúrgica desde el triple puso su máxima ventaja en 17 puntos a falta de dos para el final del tercer periodo (50-67), que se quedó en 15 antes de afrontar los últimos diez minutos: 56-71.
Caraja rojinegra
El Palma comenzó el último y definitivo acto con un esperanzador parcial de 9-0 en tres minutos que enardeció a la afición mallorquina. Tras el lógico tiempo muerto de Pin, Guille Rubio cortó la mala racha desde los tiros libres, pero los locales eran los que ahora jugaban a una velocidad más ante un Covirán al que se le fundieron los plomos en ataque.
Con Guerra reclamando más calor de una grada llegó un triple de Quintela con el que se daba la vuelta al resultado (76-74). Pin tuvo que parar de nuevo el choque.
Pese a sus raquíticos registros y a la presión de haber tirado por la borda una renta tan amplia, el Covirán tiró de orgullo y corazón para evitar que el Palma se fuera en el marcador y volver a igualar la contienda (78-78, 39’).
Tras un tiempo muerto local, Guerra capturó dos rebotes ofensivos, el Palma acabó por comerse la larguísima posesión sin tiro. La respuesta la dio Wright, pero no acertó y el balear Álex Hernández se coló hasta dentro (80-78, a falta de 15’’). Pin paró el partido para dar órdenes y Wright luchó hasta lo inverosímil para empatar a 80 a falta de diez segundos. El Palma desaprovechó la última posesión y se llegó a la prórroga.
Prórroga
Un triple de Cobos en segundos supuso que el Covirán volvía a recuperar el mando. Los granadinos no aprovecharon sucesivos ataques marrados por los locales para irse en el marcador y así, durante tres minutos, nadie fue capaz de anotar.
A falta de dos minutos, Josep Pérez sólo acertó uno de los tiros libres, pero los insulares siguieron sin ver aro. Quintela fallaba otros dos tiros libres –antes Gerra había errado otros dos–. La jugada clave llegó en el siguiente ataque del Covirán.
Guille Rubio también falló otros dos tiros desde la línea de personal, pero Wright capturó un rebote providencial para que, a trascartón, Carlos de Cobos sí acertase con dos tiros libres que puso el marcador muy franco para los visitantes (80-86, a 29’’ para la conclusión).
Con todo en contra, el Palma intentó reencontrarse con el triple, pero sin éxito. Pudo sentenciar Wright, pero falló dos tiros libres, aunque Xabi Oroz cogió el rebote y fue objeto de personal. El vasco hizo pasar sólo un balón por el aro y puso el 80-87 a falta de 18’’.
Un triple de Biviá alargó la agonía de un Palma que jugó a la desesperada los últimos segundos. De Cobos, desde la línea de personales, puso la guinda a un triunfo que permite al Covirán seguir soñando con todo.
Comentar
0 Comentarios
Más comentarios