Covirán Granada-Palma | LEB Oro

Esta vez sale cruz

  • El Covirán Granada cae en la prórroga por sólo un punto y pierde el factor cancha ante el Palma en un encuentro duro e intenso (62-63)

  • El dominio en el rebote y la actuación de Fran Guerra, determinantes en el triunfo balear

Devin Wright volvió a tener una complicada misión ante el Palma

Devin Wright volvió a tener una complicada misión ante el Palma / Carlos Gil (Granada)

Si el pasado domingo salió cara, ayer salió cruz. El Covirán cayó por sólo un punto ante el Palma (62-63) en un encuentro que se volvió a decidir en la prórroga. El conjunto nazarí fue casi todo el partido por delante, pero flaqueó en los momentos decisivos, como cuando se le escapó sin mirar aro la oportunidad de ganar en el último ataque.

Fue un encuentro duro, intenso, con dos equipos entregados en no dejar hacer al rival. Las defensas se impusieron a los ataques y, sobre todo, el Palma al Covirán en una faceta que resultó determinante: el rebote. Los insulares minimizaron el buen trabajo de la retaguardia nazarí con el dominio en los rechaces, sobre todo en su ataque. Además, el cuadro balear cuenta con un jugador que marca las diferencias: Fran Guerra.

Ninguno de los dos equipos bajó los brazos durante todo el choque Ninguno de los dos equipos bajó los brazos durante todo el choque

Ninguno de los dos equipos bajó los brazos durante todo el choque / Carlos Gil (Granada)

Aún así, los granadinos lucharon hasta el final y tuvieron sus opciones, pero la moneda jugó una mala pasada. Mañana jugarán para sobrevivir (Palacio de Deportes, 19:00 horas) y forzar el quinto partido, ya en Mallorca.

Un minuto dedicaron los contendientes para calibrar muñecas y distancias. Luego, se desataron las hostilidades. Los granadinos, ajenos a las provocaciones previas del técnico visitante, Félix Alonso, no tardaron en trabajar como saben en defensa. Y sin perder la atención en el rebote ofensivo. Y a la par que Manu Rodríguez anotaba su segundo triple Iriarte cometió su segunda personal en su afán por frenar a Guerra (10-5, 4’15’’).

Con intensidad en las retaguardias y algunas dosis de espectáculo (¡para la foto un tapón de Pardina a la torre balear!) transcurrieron varios minutos. Tras intentar una defensa en zona, rota por Josep Pérez con un triple, el técnico visitante tuvo que parar el partido (16-10, 7’). En ese momento Pin, fiel a su filosofía, ya había movido a todo su quinteto inicial. Y el banquillo dejó los guarismos del primer acto en siete puntos de ventaja: 20-13.

Los insulares aprietan

El Palma se encomendó al tiro exterior de Uclés y a sus provocaciones para evitar que el Covirán cogiera diferencias al inicio del segundo cuarto. Pero los de Pin mantuvieron la concentración y el buen hacer en su retaguardia. Con continuas rotaciones mantuvieron su nivel atrás. El ataque, eso sí, se almidonó un poco porque el rival también jugaba. Sobre todo Fran Guerra, con el que no podía Sergio Olmos.

Mediado el cuarto la ventaja local era de seis puntos (28-22). Y cuando los insulares se pusieron a cuatro Pin pidió su primer tiempo muerto porque los suyos se habían acelerado en ataque y no encontraban soluciones. En la vuelta a pista cambió poco el decorado porque el Palma apenas dejaba huecos en su 'pintura' a los hombres altos del Covirán y no aparecía el deseado equilibrio. No obstante los granadinos se fueron a los vestuarios por delante: 34-31.

Problemas en ataque

La reanudación resultó negativa para los granadinos. En tres minutos no vieron aro, Iriarte cometió su tercera personal y el Palma se puso por delante (34-35). Guille Rubio se echó el equipo a sus espaldas, pero la arritmia en el juego era motivo de preocupación.

Fran Guerra intimida a Carlos de Cobos Fran Guerra intimida a Carlos de Cobos

Fran Guerra intimida a Carlos de Cobos / Carlos Gil (Granada)

Pin miró a Corts, primero, y pidió tiempo muerto, después. La defensa balear estaba haciendo mucho daño y ni había tiro exterior ni se amenazaba por dentro. Las consignas del técnico dieron resultado porque el Covirán paró el juego ofensivo de los visitantes, volvió la dureza atrás, Pardina y Manu Rodríguez se acordaron la línea de 6,75 y recuperó el mando.

Igualdad

Con 47-43 comenzó el definitivo acto. La igualdad mostrada hasta entonces obligaba a que las cabezas se mantuvieran frías porque había llegado el momento en el que los errores se podía pagar caros.

El cuadro nazarí desperdició un ataque ganador sin ni siquiera mirar el aro rival

Un sombrero de Olmos a Barber y una canasta a aro pasado de Corts fue la buena puesta en escena de los locales. Pero el Palma, sustentado por Guerra y el rebote ofensivo, respondió con prontitud para devolver la igualdad (49-47). Un triple de Bortolussi obligó a Félix Alonso a pedir tiempo muerto (52-47, 32’30’’). Manu Rodríguez marró un triple más solo que la una para abrir diferencias y a trascartón se produjo todo lo contrario (52-50).

El gesto de desolación de Josep Pérez lo dice todo El gesto de desolación de Josep Pérez lo dice todo

El gesto de desolación de Josep Pérez lo dice todo / Carlos Gil (Granada)

Cruzado el ecuador del cuarto cada canasta empezaba a valer un potosí. Como el triple de Álex Hernández con el que el Palma se puso arriba (54-55, a 4’03’’ para el final). Josep Pérez soltó una bomba para que el Covirán volviera a retomar el mando. Guerra contestó con un alley-opp. El reloj se acercaba al final. Al último minuto se entró con un monumental triple de Josep Pérez cuando se volvía a agotar la posesión (59-57). Empató Guerra (quien sino) y de Cobos falló un triple a falta de 21’’. Prórroga. Otra más.

La prórroga

Nada más comenzar el añadido se vio que los tiros libres y los nervios iban a dictar sentencia. Los errores se sucedieron y esta vez en el río revuelto los insulares nadaron mejor.

Josep Pérez desperdició un ataque para ganar... y ganó el Palma.

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