Espanyol-granada cf

Descontando puntos (1-1)

  • El Granada vuelve a dejar escapar la victoria en el tiempo de descuento con un tanto de Caicedo Los de Sandoval son muy superiores durante todo el partido y vuelven a perdonar.

Es difícil analizar y contar un partido como el de ayer del Granada sin caer en tópicos: que si el que perdona lo paga, que si al equipo le han echado mal de ojo, que si sobran los descuentos, que si la historia de siempre. Y todos ellos son válidos, la verdad. Pero podría profundizarse algo más. Por ejemplo, culpando del gol a un chaval de apenas 20 años que se olvida de la marca de Asensio o criticando una carrera sin ton ni son de Piti en la jugada previa al empate en el último suspiro de Caicedo. Pero tampoco es esa la cuestión. Otro tópico. El Granada no sabe cerrar los partidos. Ya le pasó el año pasado y en éste también se está repitiendo. ¿La culpa de todo eso de quién es? ¿A quién hay que cargar las tintas? ¿A los jugadores? ¿Al entrenador? ¿A los árbitros? Tampoco. A los rojiblancos siempre les pasa algo que les impide vencer. Ya son muchos partidos mereciendo ganar y lamentando pérdidas de puntos, tanto por errores propios como ajenos, como también por puntería del rival. Al final es de todo un poco. No es normal que siendo tan superior a un oponente, como ayer pasó ante el Espanyol, siempre haya un elemento distorsionador. Se juntan la mala suerte con el miedo a perder. Un cóctel fantástico para karmas juguetones.

Volvió a pasar. Un descuento maldito, un fallo puntual, y un gol en contra. Otra raya en el agua que enturbia lo que fue un partido muy bueno del Granada, vergonzosamente superior a un Espanyol, que pese a empatar en el 93', no se libró de una tremenda pitada de su público. Ni en ese mar revuelto supo sacar el equipo rojiblanco un triunfo holgado. Ni siquiera sufrió en exceso. El conjunto local apenas creó tres ocasiones de gol claras, dos de ellas en acciones casi aisladas de Felipe Caicedo en sendos cabezazos mandados a córner por Andrés Fernández. Al Granada tampoco le hizo falta forzar mucho la máquina para sumar más oportunidades. Y aún así, volvió a lamentar, como en Gijón, no haber sentenciado cuando ganaba.

 

El Espanyol empezó bastante bien y asustó en el minuto cuatro con un balón cruzado de Marco Asensio al segundo palo que no encontró rematador. Ya no creó más problemas. El Granada empezó a crecer en cuanto se estiró. Fueron importantes las galopadas de un Foulquier de nuevo muy entonado, y también los cambios de orientación buscando a Success, el único hombre desequilibrante. En el 13', un cabezazo de Babin a la escuadra lo sacó Pau López a córner. Diez minutos más tarde, se lesionó El Arabi, aunque el jugador siguió en el campo cojeando ostensiblemente hasta después del descanso. Aparte del ridículo por no quitarle, este factor cortó el ritmo de un Granada que iba a más. El Espanyol tampoco lo aprovechó y murió la primera entrega con 0-0.

 

En la segunda parte sólo hubo un equipo: el Granada. Avisó Success en dos acciones individuales antes de que en el 56' Rober Correa le hiciera una falta escorada hacia la banda derecha. Con ella se adelantó el Granada. Piti la sacó a la perfección encontrando la testa de Babin en el segundo palo. Su remate entró limpio al lado contrario al que se venció Pau (0-1). Durante diez minutos, el Espanyol tiró de corazón y trató de sacarle punta a un Granada que, cada vez que le atacaban, tenía dudas. Andrés le sacó un testarazo a Caicedo pero formó parte de una acción inconexa de los locales, que encima vieron cómo Success forzó en el 68' la segunda amarilla a Correa.

 

El Granada no estaba padeciendo. Ni siquiera estaba encerrado en su campo. Tiró la línea defensiva incluso varios metros por delante de su área, por lo que controló más si cabe los erráticos intentos del Espanyol en encontrar a Caicedo o Asensio. Lombán las ganaba todas por alto, Babin resolvía sin problemas los despejes, Foulquier guardaba la posición, Krhin, titánico, se bastó para no dejar jugar al contrario, Rubén Pérez jugó al 'otro fútbol', y hasta Success ayudaba a sus compañeros. Faltó algo más de ayuda y de inteligencia en los minutos finales a Rochina, siempre lento en la toma de decisiones, y a Piti, cuya experiencia sólo se notó en una falta que le hicieron en el 90'.

 

El panorama pintaba muy bien para el Granada. Incluso tras la muestra del cartelón con el alargue. Hasta pasaron dos minutos en el campo del Espanyol. Antes, incluso, pudo sentenciar en un mano a mano de Success a pase de Foulquier, pero el nigeriano trató de chutar sobre el pie de apoyo de Pau López, quien le adivinó la intención para evitar el 0-2.  Sólo le quedaba por aguantar un minuto al Granada cuando un centro de Sylla por la izquierda encontró a Marco Asensio sólo, ante la pasividad de Salva Ruiz. Remató y entre Andrés y el larguero evitaron el gol. El balear recogió el rechace y tiró a gol. Caicedo tocó lo justo para que se lo dieran a él (1-1). Empate.

Está visto que al Granada no le basta con ser mejor. Otra vez haciendo casi todo lo posible para ganar. Otra vez en el descuento. Nunca mejor dicho: un descuento de puntos.

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